Hoy regresa nuestro "Rincón Sin Metal" y lo hace de la mano de Irêth, quien nos habla de unos de los grupos míticos de la escena punk rock de los 90, The Offspring.
¡Recuerda en este artículo los viejos tiempos!
Tarde o temprano tenía que caer. The Offspring son uno de mis pilares y a pesar de dejar atrás la época fan, nunca van a dejar de tener importancia. A la vez, los californianos dentro lo que cabe, en el mundo del metal tampoco han sido unos desconocidos e incluso no han disgustado algunos de sus hits más antiguos y conocidos. Podría deciros que hace unos días me acordé de ellos y quise hacer un repaso a su historia aquí en el “Rincón sin metal”, pero hace tiempo que vengo pensando que creo que su falta de ideas debería haberles llevado a colgar la guitarra, así que lo que pretendo más bien es repasar su vida para llevaros a mi conclusión más cómodamente.
Antes de todo, hablemos sobre sus orígenes. Esto nos situa en 1984 dónde Dexter Holland, Greg K y Noodles unen fuerzas junto a varios baterías, siendo Ron Welty el más longevo. Obviando todos los cambios iniciales saltamos a 1989, cuando publicaron su álbum homónimo de la mano de Nemesis records y Thom Whilson; “Jenniffer Lost the War”, el tema que podéis ver debajo de estas líneas,es el que abre precisamente este primer álbum. Antes pero, bajo su propio sello, Black Label Records, sacaron mil copias del single “Blackball/I’II Be Waiting” con el que consiguieron llamar la atención del bueno de Thom Wilson.
Al poco conocieron a Brett Gurewitz dueño de Epitaph, con quienes estarían hasta que Dexter creó Nitro. Le convencieron y entonces los estadounidenses se sacarande la manga “Ignition”, el trabajo que marcaría su existencia musical, el camino que debían seguir sus composiciones, con él convencieron al sector discográfico, y su trabajo aunque poco conocido hoy en día se vio reflejado en esas bandas que empezaron a tomarles en serio cómo unos de los abanderados del punk. Fueron en parte responsables de la oleada de punk rock “californiano” de los 90; que a pesar de que no fueron los primeros, a través de su música, bandas cómo NOFX y Pennywise empezaron a llegar a un público más amplio. En cierto modo ellos y Green Day abrieron las fronteras, inspiraron a una generación y reforzaron el apoyo a los que ya llevaban un tiempo. A partir de aquí, todo el camino fue ascendente y parecía no tener cúspide.
1994, fecha clave y llegada de “Smash” que marcó un antes y un después. Es el disco que les dio la fama y el más importante tanto en técnica, cómo en sonido. El buen recibimiento fue gracias al sencillo “Come Out and Play”, un corte pegadizo que daba con la fórmula definitiva del triunfo de lleno. De ahí salieron otros tres singles que con el paso de los años se convertirían en temas escuchados por mucha más gente de la que se cree (si no habéis oído The Offspring nunca, probad enbuscar los temas que dejaré, de seguro que os suenan): “Self Estem” y “Gotta Get Away” conforman el sonido que para mi es The Offspring: cambios rítmicos repentinos y bruscos, una voz jovial y juvenil, crudeza en el bajo y unos riffs estilo grunge, muy rasgados y rápidos (hablando en grandes rasgos). “Smash” está lleno de grandes cortes, pero sin duda personalmente la master de los cortes fue “BadHabbit”, toda una joya que os dejo a continuación:
Despuntaron con “Smash”, con el que definieron un sonido que reforzaron en “Ixnay on the hombre”. Con un ramalazo al grunge más acentuado y unos riffs más rápidos. En él dejaron claro su estilo característico de encontrar sencillos pegadizos que puedan gustar no solo a los fans del punk sino que entran en el oído de cualquier tolerante al estilo que sea. Eso se refleja sobretodo en “Motta”, “Live it Be Behind” o “Cool To Hate”. Bajo mi punto de vista este álbum tiene dos joyas poco conocidas pero que si pones el álbum, resaltan por si solas, estas son “Me and My Old Lady” y “Change the World”. Un apunte antes de seguir: recordad estos temas y los próximos que vendran porqué los recordaré más adelante, en una segunda parte.
Welcome to Americana, please make your selection followed by the pound sign now…Tan mítica como mítico es el álbum “Americana”, el siguiente de la lista y sin duda el más escuchado si hablamos en términos de amplitud de público (no olvidemos los 16 millones en ventas de “Smash”). Sin lugar a dudas el más comercial hasta la fecha, algo que muchos punks llegaron a criticar pero sinceramente, creo que es un disco sublime y variado. Lleno de contrastes, de letras cachondas…un gran ejemplo de esto es la parte final de “Have you Ever”y “She’s Got Issues”. Sus singles altamente conocidos son “Pretty Fly (for a White guy)” tan criticada pero tan coreada en discotecas y bares y “The Kids aren’t alright”. Pero lo mejor de este álbum sin duda es el final, “Pay the Man” algo totalmente alternativo y que no terminas de entender que “ostias” hace allí hasta el final, donde recuperamos los riffs rápidos y agresivos. Simplemente se debe escuchar, porqué nada tiene que ver con el resto.
Y hasta aquí el camino al éxito, con esto no digo que “Conspiracy of One” no sea un gran disco, pero es un buen momento para cortar la historia y a fin de cuentas todo lo negativo que tengo que decir deThe Offspring empieza con él. Otra semana, más.
Texto por Ireth