¿Han pasado las bandas a ser meras marcas comerciales? ¿Es el rock/metal un simple negocio? Sobre esas dos preguntas cimenta Veltene el artículo que os presentamos a continuación.

¿Y tú? ¿Qué opinas?

 

 

La pregunta me asaltaba, cuando leía una noticia en la que informan de que Jesper Strömblad, fundador y ex guitarrista de In Flames, y Peter Iwers, ex bajista también de In Flames, están acabando de grabar el primer trabajo de un nuevo proyecto llamado Cyhra, junto a Jake E. ex vocalista de Amaranthe y Alex Landenburg batería de Luca Turilli’s Rhapsody.

Según cuenta la propia noticia el nuevo grupo ya habría firmado por una gran compañía de discos a la espera de publicar sus primeros temas. Las reacciones no se han hecho esperar, y los antiguos seguidores de In Flames, esperan ansiosos que el nuevo material suene como aquel mítico “The Jester Race” o el posterior “Whoracle” que sentaron las bases del death metal melódico o lo que se dio a llamar, el sonido Gotemburgo, del que tantos otros después han bebido. Si así fuera, ¿querrán retomar su carrera desde el punto en el que dejó de ser divertido para convertirse en negocio?

Y eso me lleva a pensar, In Flames es una gran banda que ha ido evolucionando desde un sonido underground hacia otro cada vez más comercial, perdiendo algunos seguidores por el camino pero ganando muchos más en cada paso, tiene una carrera consolidada, giras mundiales, millones de discos vendidos, y un reguero de músicos que entran y salen de la banda. Ya no queda ningún fundador en ella y los que hay reniegan de sus discos más antiguos dejando de tocar en sus directos los temas que les llevaron hasta la cumbre. ¿Qué presión recibe un grupo por parte de su discográfica para ablandar su sonido, cuanto exprimen las productoras y promotoras a los músicos, para que acaben abandonando aquello que ellos crearon y levantaron con su esfuerzo y talento?.
Y no solo me refiero a In Flames, podría enumerar docenas de grupos que cambian de músicos cada pocos años, caso de Megadeth, Ghost, Iced Earth, etc ... O que pierde a su cantante y dos semanas más tarde ya tiene otro, caso de Linkin Park, o directamente es sustituido por un holograma, caso de Dio. Si, ya sé que el show debe continuar y que el negocio de la música es una máquina que mueve muchos millones, como también se que firmar un contrato con una gran multinacional es el sueño de todo artista con todo lo que ello conlleva, giras, dinero, fama.. ¿Pero eso es sinónimo de vender tu alma y acabar tocando lo que te ordenen y no lo que a ti te gusta?, ¿Son los grandes grupos actuales simples máquinas de hacer dinero, únicamente movidos por lo que el mercado demande?

Siempre se habla de que ya no aparecen supergrupos, bandas de rock que llenen estadios y hagan giras multitudinarias, que graben obras maestras que en pocos años sean recordadas como clásicas, y la razón puede ser que el mundo del rock ha perdido parte de su esencia y se ha convertido simplemente en negocio.

Texto por E.Veltene.