El pasado sábado 18 de octubre Versoix regresaban a los escenarios madrileños junto a Indrid. Una estupenda velada de rock en la sala Siroco que hoy DavidDR nos relata.

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La sala Siroco se ha convertido en nuestra segunda casa, y es que en una semana ya era la segunda vez que la pisábamos. El 18 de octubre subían al escenario dos bandas a repartirnos ese rock nacional que hace disfrutar tanto a esta web. Por un lado estaban Indrid que desde Barakaldo y con una propuesta de rock alternativo venían a presentar "XII" y del otro, los madrileños Versoix que estarían presentando "Arquitectura de un Caos".

Llegué empezado ya el concierto de Indrid, que fueron muy puntuales, para ver una sala con una buena entrada y a una banda muy ilusionada por estar tocando en Siroco. La banda está formada por músicos con nombres tan peculiares como Kaiser, Kitxu, Bloki y Darko y nos ofrecieron un concierto muy correcto. No los había escuchado en directo, y me sorprendieron gratamente. Con un control total del escenario por parte de Kaiser, su vocalista, la banda invitaba a bailar y cantar, el cual estuvo muy bien escoltado a las voces por Kitxu su bajista.

Temas como "Extracoroporal", "Dulce Sal" o "Sin Límites" fueron parte del setlist que sonó. Esta última con Jesús, cantante de Versoix que, casi de manera improvisada, ponía todo su talento a las órdenes de Indrid, incluso una intro del "Enter Sandman". Tampoco faltó la presencia de Kaiser en la pista, donde bajó a transmitir directamente su energía al público con "Amor Canibal", no sin antes recordar que preferimos hacer el amor que la guerra, aunque los que nos llevan a ellas no se quieran enterar de una mierda. El concierto terminaría con "Torres de Papel".

No sé cómo, pero mientras Versoix montaba el equipo, me vi rodeado por un montón de gente que venía de las filas de atrás, y me sentí totalmente en familia. Hijos, mujeres, padres, ahí estaban todos, y es que, como suelo decir, estos conciertos "familiares" para mí son los mejores.

A las 22:30, y con la clásica cuenta atrás de la banda y los versos de Bukowski, arrancaban con "Lo Fugaz y Pasajero" y en ese momento me puse a pensar que Versoix no son un grupo al uso. Que hacen rock urbano, sí, pero es un rock urbano que no se estila. Letras casi imposibles de aprender, o más bien poemas, que se inclinan a temas relacionados con el amor y las relaciones sociales, pero desde un lado melancólico. A mí me encanta descubrir cada verso de sus canciones. Si alguien me dice un grupo con los que compararlos tanto en letras como en melodías, que me avise, porque yo no he sido capaz. Temas que ya son clásicos como "Círculo de Tiza", "Volvimos a Empezar", "Antes de Arder", "Debajo de la Piel" o ese temazo que tanto nos hacen corear que se titula "Lo Que Fuimos" y que siempre consigue que nos unamos en una hermandad rockera. Un repertorio amplio, pero que casi deja en el olvido su primer trabajo, para mí uno de los mejores discos de rock que se han hecho en Madrid. Supongo que es cuestión de gustos. El sonido fue bueno, aunque Jesús tuvo algunos problemas con el pie del micro y el público apoyó con sus voces en todo momento a la banda.

Antes de que se me olvide, quiero agradecer a la sala Siroco que no usaran la máquina de humo en toda la noche. Ni en estos dos conciertos, ni en el de la semana pasada. Se respira mucho mejor.
Qué dupla rockera la que pudimos disfrutar el sábado en Siroco. Indrid con un rock alternativo, y con un gran esfuerzo de kilometraje y Versoix con esa poesía intimista llena de matices. No sé, las noches así dejan a uno tan buen sabor a boca que lo único que quieres es que se repitan todos los sábados.

Dales una oportunidad, y si no te convencen, dales otra.

Crónica y fotos: David DR

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