El pasado 30 de agosto regresamos al teatro El Llar de Corvera (Asturias) para disfrutar de una nueva edición del Rockvera Fest. Un festival que congregó a cientos de amantes del rock y el metal gracias a Leize, Dünedain, La Tarrancha, November, Maverick, Ochobre y TATM.
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Si hay una cita ineludible en el calendario musical asturiano esa es el Rockvera Fest. El longevo festival corverano, no en vano celebraba este año su 27 vigesimoséptima edición, regresaba al teatro El Llar con un menú de sobra conocido: buenos grupos, mejor ambiente, precios asequibles en barra y entrada gratuita. Una receta sencilla y efectiva, una apuesta clara por la cultura accesible para todos los públicos, un modelo sostenible a largo plazo por el que parece que solo un puñado de asociaciones y ayuntamientos parecen dispuestos a apostar.
El festival arrancaba con su ya famosa sesión vermú, la cual inauguraba este año Ochobre. El grupo de punk-rock llegaba a Corvera para presentar su nuevo disco, o mejor dicho discazo, titulado "La Rabia nos Dientes". Tenía muchas ganas de comprobar cómo iban a sonar los nuevos temas en directo y bajo un sol abrasador, la banda no me defraudó lo más mínimo.
Abrió fuego con el toque tradicional de "Candil" para no dejar opción al descanso a partir de entonces. Un gran sonido y una Raquel que sigue creciendo a pasos agigantados al frente de la banda, llevaron en volandas temazos como "Puxarra", "Escuela d’ Amor" o "Los Naides". Fue el suyo un gran concierto, demostrando ahora mismo que Ochobre viene con ganas y argumentos de sobra para dar el relevo, tal y como comentó Miguel Fernandi de Skama La Rede al subir al colaborar en "Llicenciaú en Barricaes", antes del fin de fiesta con "Autodefensa Mujer".
"Bombtrack" nos ponía de nuevo en alerta. Tribute Against the Machine regresaba a la que ya es por derecho su casa para ofrecer una buena ración de himnos ante un público entregado. Poco se puede decir en una crónica que no se haya dicho ya. La entrada del teatro estaba rozando el lleno, los cuatro músicos tocan con una conexión especial y luego el set list te pone muy fácil el disfrutar. "Bulls on Parade", "Take the Power Back", "Freedom" o las inevitables "Killing in the Name" o "Know your Enemy".
Mas si hubo un momento clave del concierto ese fue la interpretación de "Toma el Poder" de Anarquía Positiva con la colaboración de Don Nadie. Un homenaje al fallecido Dani Arasa y una reivindicación a toda una generación de bandas que nunca obtuvo el reconocimiento que merecían. Fue un momentazo y personalmente, yo no consigo dejar de escuchar el único disco homónimo de la banda. Publicado en 1997, demuestra unas inquietudes estilísticas avanzadas fácilmente una década. Toque de atención, no dejemos pasar el tremendo talento musical que tenemos en Asturies y si ocurre, que no sea por pereza.
En torno a las 19:00h comenzaba la sesión vespertina del Rockvera y lo hacía con Maverick sobre el escenario. Salieron los de Mieres motivadísimos, con Misa lanzando órdagos al público como "para escuchar un disco quedáis en casa"... pero el equipo de PA quiso jugar sucio. Apagón del sistema mientras el grupo continuaba tocando sin entender nada y Pablo Viña hacía lo imposible para recuperar el sonido. Por suerte todo quedó ahí y el grupo pudo encarar la segunda parte de su repertorio con más tranquilidad.
Y esa confianza se notó. "Luces de Ciudad", dedicada a los seres queridos perdidos, o "Los Días Más Oscuros" sonaron redondos, mostrándonos a esos nuevos Maverick que se distancian cada vez más de las etiquetas. Hubo tiempo para la versión del "All I Want" de A Day to Remember", a generar pogos y un wall of death con la energía de "Travis", a agradecimientos varios (qué vergüenza!) y a cerrar por todo lo alto con "El Miedo en Vuestros Ojos".
Buen concierto, en el que el quinteto demostró su evolución y sus intenciones cara al que será su segundo disco. No me cabe duda que de Corvera se llevaron, además de una buena sudada por el calor, un buen puñado de nuevos seguidores.
Lago, 51% de los siempre encantadores Piratas de Libertalia, saldría a presentar el estreno de November. Estábamos ante un momento muy especial, la puesta de largo del nuevo proyecto hard-rockero del polifacético Dani G. Tal y como os comentaba en la review de su debut "The Long Way Home", el vocalista se ha rodeado de un elenco de músicos de excepción como Alex Tilles, Fer Espina o Diego Riesgo y cuando alguno no puede acudir a la llamada, como fue el caso del batería Adrián López, aparece Kay Fernández para que el nivel no decaiga. De locos.
En lo musical, sonido de 10 y una colección de temazos de esos que hacen que disfrutes coreando cada estribillo como "Tear Down the Kings", "Vegas Queen" o "One of a Kind", aunque con tiempo para el momento emotivo de teclado y reposo de "Skyfall".
Destacar que vi a Dani G. muy cómodo en su regreso como frontman, llevando él todo el peso escénico junto a Diego Riesgo y dejando a Alex y Fer en un segundo plano más calmado. Solo os diré que hacía mucho que lo veía sonreír tanto en un concierto.
El final del debut de November fue toda una declaración de intenciones, ¿qué más podría ser lanzar el "Anytime Anywhere" de Gotthard? Gallina de piel.
La tarde-noche continuaba imparable hacia el éxito rotundo bajo un calor que rozaba los límites de lo soportable cuando La Tarrancha aparecía en el escenario. Giro estilístico de 180º en el cartel del festival que fue muy bien acogido por el público del mismo, alcanzando el teatro El Llar uno de sus momentos de máxima afluencia para el concierto del grupo de fusión. Se prometía una fiesta y así fue desde el primer acorde de "Bienvenies", con todo El Llar bailando en la pista, o intentando hacerlo en las gradas.
Siendo un grupo de ska-folk, podría esperarse que el sonido bajase un poco el listón de los decibelios, pero todo lo contrario pues La Tarrancha hizo retumbar el teatro como si de una banda de metal se tratase. ¡Qué contundencia!
"Sidra y Roses", "Somos", "De Tazones a Candás" o "Salí Llokes" desataron la locura de los seguidores de este grupo que no dejó títere con cabeza en sus letras ni camiseta sin empapar de sudor entre el público.
Sorpresón positivo a nivel personal.
En cuanto a Leize, debo pedir perdón a la banda. Sí, llevan cuarenta años en la carretera, poseen una gran colección de himnos, pero un servidor nunca les había prestado la atención que merecen. Félix, Mikel, Ibi, Toño… lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a suceder.
Y lo siento porque el concierto que ofrecieron fue de lo mejor que he visto en lo que va de 2025, ante un público que abarrotaba el Llar y coreaba cada uno de los temas de su repertorio, entre los que se incluyó una emotiva dedicatoria a los afectados por los incendios en "A tu Lado".
Fue hora y media de grandes canciones, bajo un sonido impecable, con una banda engrasada a la perfección. Desde la contundencia de Ibi, a la energía de Toño, pasando por las tablas y el buen hacer vocal de Félix y finalizando por el abusivo talento y la actitud de rockstar (para bien) de Mikel, el grupo funciona como una unidad, siempre al servicio de las canciones y por ende del público.
Un respetable que disfrutó de lo lindo con "Sangre de Barrio", "No Podrán", "Buscando Mirando", "Hundiéndome" o "Devorando las Calles".
El Rockvera vivió gracias a Leize uno de los grandes conciertos de su extensa historia.
El listón estaba alto, y el festival tenía justo lo que se necesitaba a continuación. Dünedain salió a por todas con su icónica "A un Paso del Cielo", esa canción que levanta el ánimo general nada más llegar al primer estribillo. Apareció Carlos limitado en movilidad por su rodilla maltrecha y si bien a nivel vocal no notamos nada, si que se resintió la presencia escénica al ser el vocalista un torbellino habitualmente. Quizás para compensar, vimos a un Tony muy comunicativo, llevando buena parte del peso escénico además de sus habituales labores en guitarra y voz.
El set list fue el esperado para la ocasión, con grandes éxitos como "Vuela", "1000 Golpes" o "Unidos", mezclados con sus últimos temas publicados "Fénix" y "La Misma Canción", dedicada a aquellos que organizan eventos como el Rockvera y a todos los que asisten dando su apoyo. Curiosamente estos dos temas nuevos me sonaron bastante mejor que el resto, quizás fue sensación mía, pero puede ser que la composición y producción de estas canciones vaya en una línea más pulcra y minimalista que los temas clásicos.
Sea como sea, su cerca de hora y media de concierto dejó a todo el mundo satisfecho y con ganas de más, algo que Carlos prometió saciar próximamente antes de rematar con "Por los Siglos de los Siglos" y "Corazón de Invierno".
Atrás queda ya el Rockvera Fest 2025, un éxito irrefutable de bandas y público. Un festival, que a base de trabajo y pasión por parte de la Asociación Cultural Monorock, junto al apoyo del Ayuntamiento de Corvera y un puñado de colaboradores, ofrece cada año un acceso a la cultura asequible para todos los bolsillos. Un modelo musical que alejado de comisiones, norias para el postureo en redes socialesy fondos de dudosa reputación, nos acerca a la verdadera esencia de la música en directo.
Quizás tan solo se trate de un puñado de buenos grupos disfrutando sobre un escenario…
Crónica: FelipeSM
Fotos: NachoGS
* Fotos Ochobre y TATM cedidas por el Rockvera Fest