El pasado viernes la gira "En Cueros" de La Fuga llegó a Gijón. Una noche aen la que los seguidores de la banda pudieron disfrutar de un doble repertorio en acústico y eléctrico y que FelipeSM no quiso perderse.

¡Esta es la crónica de la noche!

 

 

Viernes, Gijón, Sala Acapulco, pasadas las diez y media de la noche comienza a sonar la banda sonora de Gladiator, una introducción de altos vuelos para un concierto que a la postre rozaría el sobresaliente.
Tras el cinematográfico inicio salían a escena Nando, Pedro, Raúl y Edu, o lo que es lo mismo La Fuga. Sentados en tres taburetes y Edu sobre un cajón flamenco, el cuarteto arrancaba la noche en modo acústico con “En Vela”. Arrollador inicio de esta primera parte de show, en la que entre percusiones, mandolinas, guitarras, un bajo delicioso y la voz de Pedro, disfrutamos de temas como el ya citado “En Vela”, “Despacito”, “Mi Perdición”, “Trampas al Sol” o “Heroína”.

¡Qué comienzo! El sonido era estupendo y el público asistente, unas doscientas personas, se dejaba llevar por la ración de temazos que La Fuga traía preparados en su set list. Pasarían diez temas de constante karaoke hasta que Pedro se levantase de su silla para algo más que beber un culín de sidra. Fue esta primera parte del show una hora de calma, de cantar, de disfrutar de viejos himnos y de ver al grupo en rojo gracias a la monocromática iluminación de la sala. Una lástima esto último, pues La Fuga había preparado el escenario a conciencia con velas, pañuelos, telones, iluminación en los micros… y el juego de luces no estuvo a la altura, una vez más. Posiblemente este fue uno de los dos peros del concierto, la iluminación y la falta de sintonía del grupo con su público. Vale que su colección de temas no lo necesita, pero creo que Pedro, algo frío durante la parte acústica, podría haber hecho más a la hora de presentar las canciones e interactuar con el respetable.

Tras estos diez primeros temas en acústico llegó el turno de un pequeño set mitad acústico, mitad eléctrico. Una subida progresiva de la intensidad y el ritmo con “Por Verte Sonreír”, “Mendigo” o “La Balada del Despertador”.
Cuando el concierto atravesaba esta parte, la sensación en el ambiente era que algo grande estaba por venir. Y así fue.
Finalmente la banda cántabra sacó su arsenal y ya todos en pie y en riguroso formato eléctrico se destapó como lo que realmente es hoy en día, una banda de rock&roll.
En esta parte final la sala disfrutó y la banda lo hizo también, la comunión entre ambos fue mayor y esto propició un gran sabor de boca. Claro, que muy mal lo tienes que hacer para dejar mal sabor con temas como “Pa’ Volar”, “Amor de Contenedor”, “Camarote”, “Majareta” o “Jaleo”. Pero La Fuga no lo hace mal, el cuarteto ejecuta con maestría el repertorio, haciendo que los temas crezcan frente a sus originales en estudio. En este punto quisiera destacar la figura de Raúl, quien no solo ha dotado de vida a la sección rítmica de la banda, sino que además es el apoyo vital de Pedro en cuestiones vocales, de hecho en varios momentos él mismo cantó partes de los temas y no sufrimos carencia alguna. Músico de altura.

Se retiró la banda tras “Jaleo” con veintidós temas interpretados, con una buena sensación y un público entusiasmado. Aquí podría haber terminado la noche, pero el cuarteto regresó a escena para darnos la puntilla. “Baja Por Diversión”, “No Solo Respirar” y “Pa’quí Pa’llá” supusieron la locura colectiva y el broche de oro a dos horas de concierto en las que a buen seguro todo el mundo quedó satisfecho.

Fue un buen concierto, en el que personalmente quizás me dejó un poco frío la parte acústica, de la cual esperaba más, pero en el que La Fuga nos volvió a demostrar que aún late mucho rock en sus temas, más que nunca de hecho.

“Arde el viernes…”

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es