El pasado 12 de abril Desakato presentaron "Buen Viaje" en Barcelona. Lo hacían después de varios años sin pisar la ciudad condal y Misiva fueron los elegidos para acompañarles. Un dúo asturiano en tierras catalanas dispuesto a dejar huella.

Parecía un buen plan así que nuestra redactora Ireth se acercó a la sala Bóveda. Hoy nos trae la crónica y fotos de la velada. ¡No te lo pierdas!

 

El pasado sábado 12 de abril la sala Bóveda de Barcelona tenía sabor asturiano, Desakato quienes recientemente publicaron su cuarto álbum, “Buen Viaje”, presentaban el mismo con la compañía de sus tocayos Misiva. Dos bandas con un poderoso directo para empezar la noche del sábado, ¿Qué podía salir mal?

La respuesta sería el retraso en empezar, cosa que aunque solo fuera por 15 minutos (realmente prometo que eso es poco) hizo que Misiva fueran con el tiempo justo, demasiado justo.

Visto que el tiempo escaseaba no se anduvieron con sutilezas y pusieron toda la carne en el asador de buenas a primeras. Tenían que calentar el público y ya conocen la calidad de Desakato, así que decidieron no quedarse cortos y ofrecer una actuación muy digna. Las astures mostraron un ímpetu inmejorable y unas ganas de hacernos vibrar igual de grandes. El público tanto quien les conocía como quien no, reaccionó y les ayudó a que sus esfuerzos no fueran en vano.

La verdad es que misiva tienen poco que envidiar del directo de algunos referentes del punk rock nacional, se subieron al tren de la vitalidad nada más empezar y contagiaron esa pasión por la música al público de principio a fin, ni tan siquiera los problemas con la guitarra de Óscar, motivo por el cual pararon unos minutos les rebajó el ánimo. Al contrario más bien, arrancarían de nuevo aún con más fuerza. Su bajista, Diego, fue un auténtico nervio, nada fácil de fotografiar sin que se salga de plano, estuvo más en el aire que otra cosa y menos mal que hace los coros porqué sino aún tendría menos los pies en el suelo. Se complementó sobretodo con Humberto, otro que cojea de un pie parecido, un frontman que tampoco estuvo demasiado quieto yendo de un lado al otro, saltando cuando se motivaba e insuflando ánimos al público para que gritasen.

Un vendaval de un punk rock al estilo Boikot, Lendakaris Muertos o sus tocayos Mala Reputación, a quien creo que guardan cierto parecido. Interpretaron sobretodo su último disco “Gran Mentira”, alternaron temas en castellano y en asturiano, canciones directas que nacen de la crítica social y política. Grandes verdades soltadas con rabia y descaro. Dejaron para el final “Gran Mentira”, canción que da título al álbum, y una versión de Bad Religión con letra asturiana llamada “Rapaz Refalfiáu” (“21st Century Digital Boy”). Todo un puntazo la verdad.

Fue una actuación breve pero intensa de las que te dejan con un sabor amargo solo porqué no puedes escucharles un rato más.

La noche seguía su curso y la entrada de Desakato no se hizo esperar más de lo previsto. Con el horario otra vez en buen rumbo saltaron los primeros compases de “En el Ojo”.

Antes de llegar al primer tema de Buen Viaje, hicieron un repaso de Miseria, Sangre y Plomo e Inercia. “Contra la Pared”, “Bajo la Piel”, “R.I.P”… y justo antes de estrenar Buen Viaje, nos regalaron “Ritcher” de Con el viento en la Cara. “La Tormenta”, como era de esperar fue lo primero que escuchamos de este cuarto álbum que tuvo su presencia en el setlist alternada a partes iguales con sus antecesores. Un setlist realmente equilibrado.

La noche siguió con el combo de “Sonrisa Certera”, “Batalla Final” para tomarnos un “poco” de descanso y “Los Mineros”, tema por lo general especialmente sentido. En “Tompetes de Xericó” recuperamos el sonido más astur de la banda, con la gaita de Dani y la letra en su idioma natal. Seguimos con la tremenda “Ira de los Hambrientos”, “Pánico en Frankfurt” y “África” entre otras.

Liderados por un Pepo desatado, siempre predispuesto a dar guerra hasta la última nota., Gozamos de un despliegue de adrenalina, energía y vitalidad que no es tan frecuente de ver. Si Misiva fueron un torbellino, dicha tormenta llego al estatus de huracán cuando Desakato empezaron a sentirse cómodos delante de un público que les esperaba de hacía años. Empezaron fuertes y siguieron así todo el show, cerca de hora y media que nos dejó apenas con fuerzas para seguir. El público respondió a las embestidas del conjunto con pogos y coros, aquello se convirtió poco a poco en una fiesta que ojala no hubiera tenido fin.

Con el show llegando a su final, la riqueza de las composiciones de Desakato estaba ya clara. Por poner un ejemplo, cuando piensas en los referentes del punk rock nacional, uno de los nombres es S.A, quienes a pesar de estar en la lista se distancian de todo lo que entendemos por puramente punk rock. Con Desakato pasa algo similar, sobretodo tras la evolución dada en este “Buen Viaje”, con el que han dado un salto hacia melodías más duras, acercándose al universo enérgico del metal y el hardcorte sin dejar atrás sus raíces. Fuerza, energía, riffs rápidos, baterías contundentes contrastes melódicos y vocales de los dos hermanos, gaitas…

No dejan de lado la esencia del punk en ningún momento pero se atreven incluso a meter toques de stoner y partir de bases del puro rock más clásico. Esos aires distintivos, quedaron algo relegados a un plano secundario por la acústica. No obstante fue una noche en la que el equipo técnico no tuvo fallos desastrosos así que pudimos gozarlos en cierta medida.

Dentro de un estilo donde la originalidad no es lo que prevalece, bandas cómo ellos destacan precisamente por eso. Desakato han formado un coctel de sonidos que se ve perfectamente reflejado en su directo. Aburrir no aburren desde luego y mucho menos si de teloneros se llevan a Misiva.

Fue una gran noche realmente, las dos formaciones dieron golpes en la mesa demostrando una gran calidad. La sala respondió con un nada despreciable número de gente, así que esperemos que se atrevan a aventurarse a la ciudad condal en un futuro no muy lejano.

Crónica y fotos: Írêth