Una semana atrás, la ciudad condal recibía la visita de Hamlet y Somas Cure, ambos presentando sus últimos trabajos, "La Ira" y "Mitos" respectivamente. Para la ocasión les acompañaron los locales Katarsick en la que fue la última fecha del Insane tour. La cita fue en la sala Bóveda y allí  estuvo nuestra redactora Ireth.

¿Quieres saber como fue la noche? Pues aquí tienes la crónica y las fotos ¡Entra ya!

 

El pasado mes de marzo Hamlet lanzaron su undécimo álbum. “La Ira” llegó a los oídos de sus fans y generó el efecto inmediato de querer verles descargar semejante potencia en directo. No obstante, en Barcelona, tras la cancelación del concierto programado para el mes de mayo y un Rockfest en el que tocaron a la criminal hora del mediodía, muchos nos habíamos quedado con las ganas. Quizás por eso, la sala parecía incluso más entusiasmada de lo habitual en sus directos.

Los madrileños no vinieron solos, se rodearon de sus vecinos Somas Cure y los locales Katarsick, dos bandas con todas las letras que presentaban álbum y nuevo batería respectivamente.

Hace ya unos meses Miki Hunter anunciaba su salida de Katarsick con un último concierto al que no pudimos asistir así que este show nos sirvió para ver el estreno del nuevo batería, “Mr. Natas”, un hombre que no solo demostró tener tablas sino una rabia e intensidad que te hacían meterte de lleno en el show.

Los barceloneses nos auguraron una buena noche por delante, hace tiempo que los conocemos  y sabemos de sobra de lo que son capaces. Jugaban en casa y de eso sacaron provecho para conectar con el público. El viernes no decepcionaron, salieron con toda su fuerza y potencia a descargar probablemente por última vez el setlist que les ha ido acompañando en este “Insane Tour”.  Empezando por “Round Up” y “Saeculorum” para terminar con su tema más conocido, “Insane Insade” y un potente single llamado “Not Me”. Katarsick liderados por la dupla Xoan y Steve Colome a las voces, mostraron su característico metal alternativo con tintes de grunge, una doble percusión y la dupla antes mencionada que te atrapa. Toda la pseudo calma que te ofrece el primero se disipa con la ímpetu e intranquilidad del segundo. El equilibrio perfecto.

Tienen su propio sello desde luego y saben muy bien cómo explotarlo, próximamente se encerrarán para preparar un nuevo álbum que esperamos que sea una continuación de la línea que establecieron con “Insane Insade”.

La noche siguió su curso de la mano de Somas Cure. Venidos desde Móstoles, el quinteto nos brindó una presentación descarada de “Mitos”, un segundo trabajo que recopila el metal intenso de la banda y las elaboradas líricas, que son un buen resumen de su declaración de intenciones. La ejecución de la maquinaria que son fue muy digna, liderados en todo momento por un Txema que intento acercarse tímidamente al principio a un público menos predispuesto que con Katarsick. Una lástima previsible, era de esperar puesto que sabemos bien cómo funciona el público de aquí con lo que no conoce. No obstante Somas Cure optaron por hacer lo mejor que podían hacer: no achantarse y mostrar que tienen garras.

Disponían poco tiempo para dejarnos su estampa así que ejecutaron los temas de forma rápida y sin mucha dilación entre uno y otro, así pues “Belial” inició la descarga casi continua que siguió con “Te Engañé” y “La huída”, tras la cual se dirigieron al público, “Bitacora”,  Equilibrium”, “Llueve” y “Helios” completaron un set corto pero efectivo. Un show agresivo y enérgico que nos supo a poco y al que más tiempo le hubiera podido sacar más jugo.

“La Ira” es el nombre del último álbum de Hamlet y eso es lo que define en gran medida la forma de actuar suya  en el escenario. Si hay un adjetivo por encima de todo que les pueda definir es el título de este undécimo retoño. Son puro descaro, pura energía y adrenalina. La autoridad con la que se mueven y se dirigen al público es incuestionable.  En eso, no tienen rival.

La tormenta empezó con un “Egoísmo” que nos trasladó a los tiempos mozos de Revolución 12.111, "Ceremonia T.V" de Sanatorio de Muñecos  y “Muérdesela” del gran Insomnio siguieron en ese viaje en el tiempo del que “Nadie más”, “Ser o no ser”, “Ciudad de Dios e “Imperfección” nos fueron sacando. Fueron los representantes de La Ira y junto a “Deja, vú” y “Un Mundo en Pausa” (temas de Amnesia) dieron ese equilibrio entre lo más nuevo y lo más clásico.  El público reaccionó con todos y Hamlet disfrutaron de todos y cada uno, ejecutados con la misma fuerza aunque quizás “Antes y Después”, “Limítate”, “Dementes Cobardes” y la traca final, con el trio casi perfecto que forman una intensa “Imagine” seguida de sus lemas por excelencia “Irracional” y “Jodido Facha”, para finalizar con todo se llevaron varios de los clímax de la noche.

Describir con adjetivos lo que hicieron el viernes se vuelve toda una quimera. Son un huracán que arrasa con todo lo que se le ponga por delante, por mucho que pasen los años no pierden adeptos y aunque más o menos siempre se mueven en una misma línea, el ímpetu y la intensidad con la que se desenvuelven es sencillamente brutal. Molly es toda una bestia que tardó solo un tema en desatarse, de inicio a fin toda su rabia quedó plasmada en su energético non-stop, que le llevó a recorrer la barra del Bóveda y subirse a las vallas que separan al público en más de una ocasión. Algo similar le pasó a Luis Tárraga, su incondicional socio en los saltos (algunos incluso sincronizados). Ambos son la autoridad de Hamlet y el poderío de la banda en directo pasa directamente por ellos. La maquinaria no obstante no estaría completa sin el bajo de Álvaro y el trabajo del incansable Paco en la batería.

Tener ese hambre tras tanto tiempo parece imposible. Pero en un show de Hamlet eso parece que jamás lo será. Incluso “Imagine”, una de las pocas “baladas” que suelen hacer en directo la intensidad que transmiten es tal que no puedes despegar los ojos de lo que tienes delante. Hamlet siguen siendo a día de hoy una de esas bandas que se recuerdan por sus memorables directos. La implicación suya es culpable de su éxito.

Como apunte final, nos queda por mencionar que la sala Bóveda de Barcelona últimamente está acumulando conciertos para todos los gustos dentro de los reinos del metal y el rock así que digamos que se están poniendo las pilas en cuanto a la calidad del sonido que ofrecen. La semana anterior con Saurom el sonido dejó que desear en algunos aspectos. Hamlet, a pesar de tener menos instrumentos son todo un reto, su sonido crudo y potente requiere de una buena acústica para apreciar bien las líneas de bajo y los riffs pesados. Y el problema de nuevo fue el mismo, incluso más acentuado. En las primeras filas y en los laterales hubo problemas para reconocer lo que sonaba. Dicen que los primeros en llegar son los que cogen el mejor sitio, en el caso de Bóveda si tu elección es ver a la banda en primera fila sin nadie enfrente que entorpezca tu visión, esa  es la mejor opción. Pero si quieres gozar del sonido es la peor.

Crónica y fotos: Ireth