Hace un mes los alemanes Long Distance Calling visitaron Barcelona acompañados de Junius y Wolves Like Us, la[2] de Apolo recibió su directo y nosotros allí enviamos a Xell, quien hoy nos trae la crónica y fotos de la noche.
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No había pasado una semana desde que la[2] de Apolo acogiera el concierto de Alcest, que ya volvíamos a tener un evento ineludible en la sala. Long Distance Calling regresaban a España tras su última visita en 2011 para presentarnos su última larga duración The Flood Inside. Otros que también regresaban eran Junius después de que vinieran hace unos años junto a Godisan Astronaut (desgraciadamente, aunque en Madrid sí que llegaron a tocar pese a la cancelación de Katatonia, en Barcelona no hubo manera posible de organizarles un concierto a última hora) y la sorpresa del día venía dada por Wolves Likes Us.
Y sí, fueron una sorpresa en toda regla. Primeramente porque cuando los escuché en casa, para ir poniéndome en contexto, no me dijeron absolutamente nada –especialmente por esa voz ronca—, y segundo, porque en un principio no veía la posible conexión que pudiera tener con el resto de bandas o por qué los habían incluido en el cartel. No tuve más que presenciar el primer tema para resolver ambos casos. Los noruegos resultaron ser una banda más que decente en directo, nada que ver con lo aburridos que me hubieran podido parecer en estudio y además, el batería era todo un máquina. Y ahí es donde estaba la conexión con Junius y Long Distance Calling, los baterías de las tres bandas eran unos grandes.
Apenas media hora de actuación plagada de ritmos que iban desde el post-hardcore, hasta una música con tintes del más crudo heavy metal, que pese a que no creo que marcaran un antes y un después en los asistentes, sirvió para caldear el frío ambiente que plagaba la sala. Y es que el recinto estaba muy de capa caída en cuanto a asistencia, a ello le sumamos que el sonido estaba muy alto (y continuaría a niveles demasiado altos durante toda la velada) y se dan unas condiciones bastante negativas para disfrutar de la actuación como bien merecen. Afortunadamente, creo que todo el mundo pasó un buen rato con los noruegos, los cuáles se mostraron muy agradecidos.
Llegaba el turno de alumbrar la sala con una iluminación muy tenue, acompañada de unas pequeñas lámparas colocadas en el escenario y disfrutar del concierto de Junius. La actuación no empezaría muy bien, como ya se había mencionado anteriormente, el volumen estaba algo alto e hizo estragos en la voz de Joseph durante la interpretación del tema “Hiding Knives”. Afortunadamente para la siguiente canción, “The Time of Perfect Virtue”, todo parecía estar otra vez a los niveles correctos. Mucho han mejorado desde la última vez que les vi junto a Katatonia en Londres, ofreciéndonos un directo prácticamente impecable que solo quedaba empañado por el hecho de que su actuación no pudiese durar algo más. ¿Cuándo podremos ver a los de Boston por la ciudad condal como cabezas de cartel?
Supieron aprovechar el tiempo al máximo ofreciéndonos temas de toda su discografía. Nos presentaron temas de su recién editado EP Days of the Fallen Sun, tales como “Battle in the Sky” o “Forgiving the Cleansing Meteor”, de la cual quedé perdidamente enamorada. También hubo lugar para recuperar esa obra maestra llamada The Martyrdom of a Catastrophist gracias a “Letters from Saint Angelica” y de revisitar temas de su primera época con “In the Hearts of a Titan” o “A World Could Kill Her”. De su último larga duración nos deleitaron con “All Shall Float” y “Transcend the Ghost”. La ovación que se llevaron al finalizar el concierto no fue poca y totalmente merecida.
La noche finalizaba con la actuación de los alemanes Long Distance Calling que venían a presentarnos The Flood Inside. La primera novedad que encontramos en su formación es la de la incorporación de un cantante (también teclista), Martin Fischer, el cual consiguió enriquecer, aún más, la música de los germanos. Nada más empezar la actuación nos dieron las gracias a los presentes por haber asistido al concierto y no estar viendo el futbol (si no me equivoco, se estaba disputando algún partido de la Champions). Poco les importó la escasa afluencia y es que la conexión que tienen Long Distance Calling con sus fans barceloneses es difícil de describir. Durante el año pasado tuve la oportunidad de verles en dos ocasiones por su paso por los Países Bajos y debo decir que en ninguno de esos conciertos les vi tan entregados y felices como les vi en la[2] de Apolo. La compenetración en el escenario entre Flo, Jan y Dave es palpable en el ambiente y todo hace que gire como es debido, obteniendo muy buenos resultados.
En cuanto al setlist, fue bastante variado y podemos decir que dio un buen repaso a todos sus álbumes. Desde la aclamada “Black Paper Planes” hasta “I know you, Stanley Milgram!”, pasando por “Ductus” y sus ritmos latinos que consiguieron arrancar un baile a más de uno, o “Inside the Flood” de su último disco. Me quedé con las ganas de ver como suenan en directo temas como “The Nearing Grave” o “Middleville” ahora que tienen cantante. Otra vez será.
La velada terminaba entre aplausos y exclamaciones de alegría, tras lo que había sido una demostración de música en mayúsculas por parte de las tres bandas. Una pena la poca asistencia que hubo, pero como ya se ha indicado, no hizo mella en ningún momento a las bandas, especialmente para Long Distance Calling, los cuales se han hecho grandes en los últimos años y estoy convencida de que disfrutaron de su tiempo en Barcelona.
Crónica y fotos: Xell