Continuamos con conciertos de la semana pasada. Y es que en Barcelona pudimos disfrutar de la banda sueca Katatonia junto a Agent Fresco y Vola en lo que fue uno de los mejores conciertos de los de Jonas Renkse.

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Un día lluvioso puede ser la excusa perfecta para pasar el día en casa con tu manta y una buena película, para leer un libro mientras observas las gotas de lluvia golpear tu ventana, o puede ser una noche con el ambiente idóneo para que un grupo como Katatonia toque en tu ciudad. Hasta los propios suecos hicieron la broma de que probablemente ellos habían arrastrado el temporal hasta la ciudad condal. Sea como fuere, ese miércoles totalmente otoñal solo era el preludio de lo que estaba por llegar: uno de los mejores conciertos, si no el mejor, que Katatonia ha dado en Barcelona.

El pistoletazo de salida vino dado por Vola, unos daneses algo difíciles de catalogar y que tanto parecía que estuvieran tocando ritmos a los Meshuggah, como de pronto creías estar viendo a los últimos Textures. Presentaban su álbum debut Inmazes y creo que todos estarán de acuerdo conmigo en que no dejaron indiferentes a nadie. Especialmente la voz de Asger sonó espléndida (realmente el sonido de la Razz 2 se portó bastante bien durante toda la noche) y no tuvo problema en ir pasando de voz limpia a gutural constantemente. Tuvieron poco tiempo, pero supieron aprovecharlo al máximo y, pese a ser su primer contacto con público catalán, hay que reconocerles el mérito de saber conectar con el mismo en su primera visita. El tema “Owls” fue probablemente el pelotazo del setlist, donde los sonidos eléctricos de Martin tuvieron más protagonismo y pudimos ver el amplio registro vocal de Asger. “StraytheSkies”, tema con el que dieron por concluido su concierto, también fue uno de los favoritos del público. En definitiva, una actuación muy amena que tuvo sus puntos álgidos en los momentos más cañeros del show y que plantaron las semillas de un evento que solo iba a ir cuesta arriba.

De Dinamarca saltábamos a Islandia para ver a una de las bandas revelación del pasado Be Prog! MyFriend. Y si bien su actuación en el PobleEspanyol no me llamó especialmente la atención y me fui con la impresión de haber visto a unos Leprous wannabe, debo resarcirme al completo de esa opinión y prácticamente ponerme a los pies de Agent Fresco. No sé dónde estaría mi cabeza durante su show de julio, pero la verdad es que este pasado miércoles caí prendada de la voz de Arnold. Y no fui la única, pues el público estaba lleno de fans incondicionales de los islandeses. Tal y como lo hacían sus predecesores, la música de Agent Fresco combina varios elementos del prog con sonidos algo más agresivos del djent, cayendo la dirección de la mayoría de sus temas en la versatilidad de la voz de Arnold. Interpretaron casi la mitad de su segundo álbum Destrier así como algunos cortes de su álbum debut A Long Time Listening, siendo las más coreadas “He isListening”, “Pyre” (donde el dúo rítmico de la banda se adueña del tema) o “SeeHell”. El homónimo del disco debut fue el cierre perfecto para unos agradecidos Agent Fresco que no dejaron de sonreír y derrochar energía en todo momento. Humildes como pocos, su segunda actuación en Barcelona les sirvió para reconquistar a los ya conseguidos en el Be Prog y para ganarse a aquellos resarcidos como yo que no supimos entenderlos en su momento. El amor a segunda vista también existe.

Y por fin llegaba el momento, Katatonia en una sala seis años después de su última actuación en la ciudad condal –sin contar la que dieron en el Be Prog el pasado año—y en la misma sala que los acogió hace siete. Mencionando la sala, hacía muchísimo que no veía la segunda de las Razzmatazz tan llena como este miércoles. Sin duda, otra de las señales de que, pese a las críticas que ha tenido su último disco –donde me incluyo—los suecos están en su mejor momento. Ya nada queda de ese tímido Renkse que apenas alzaba la cabeza y se escondía tras su melena, ahora se mueve, se atreve a intimar con sus compañeros y público, y porque no decirlo, podemos verle la cara. ¡Y hasta sonríe! Bromas aparte, el directo que dieron los suecos este pasado miércoles, fue simplemente brillante. Una actuación que fue de menos a más y en un in crescendo bien sincronizado. Era la primera vez que íbamos a verlos con la nueva formación al completo (aunque ya hubiéramos disfrutado del arte de las baquetas de Mojo en el Be Prog del año pasado), haciendo que los suecos tuvieran que defender dos cosas: el fantasma de Daniel Liljekvist y el nuevo sonido adquirido en su último álbum TheFall of Hearts.

Para mí, y permitidme que me ponga brevemente subjetiva, este concierto de Katatonia supuso un antes y un después. Y es que tras ver lo bien que sonaban las canciones del nuevo disco en directo, no me quedó otra que decirle adiós al viejo sonido de los suecos y abrazar el nuevo para poder disfrutar al 100% de la experiencia. Lo de Liljekvist dejando las baquetas aún sigue escociendo, pero hay que reconocerle a su tocayo que no es precisamente manco y que ha sabido adaptar las viejas glorias de Katatonia al sonido presentado en TheFall of Hearts. Con respecto a la incorporación de Roger Öjersson, no hay nada que objetar. No parece que lleve menos de un año en la banda y su voz complemente a la perfección la de Renkse (salvo en esos coros sacados de la patilla en “Evidence”, eso no se lo perdono).

El repertorio estuvo bastante equilibrado, siendo The Great Cold Distance la estrella del mismo, aprovechando para conmemorar su décimo aniversario. También hubo lugar para unos oldies, como ellos dirían, como lo son “SawYourDrown” (algo irónica teniendo en cuenta la que estaba cayendo fuera) o “ForYourDemons”, ambas readaptadas al nuevo sonido de los suecos y que hizo que más de uno arqueara la ceja intentando adivinar si el tema del Tonight’sDecision era una cover de alguna banda indie. Como era de esperar, los temas del Viva Emptiness fueron recibidos con los brazos abiertos y “Criminals” y “Evidence” los temas más coreados y aplaudidos de la noche. ¿Y los bises? Tres de los grandes favoritos en la historia de la banda: “My Twin”, “Lethean” y “July”.

Un show largo –y eso que tuvieron que dejarse en el tintero a “Ghost of the Sun”—donde el quinteto demostró que están en su mejor forma con una complicidad a raudales. Y es que los suecos son los maestros indiscutibles en eso de ponerte la piel de gallina y abrirte el corazón. Si es cierto eso de que hay un alma y la música es la mejor medicina para curarla, a mí que solo me receten 20mg al día de Katatonia.

Crónica y fotos: Xell