Tras los lanzamientos de "Maximalism" y "Confessions" de Amaranthe y Sonic Syndicate, ambas formaciones se dejaron caer por España en una gira conjunta en la que les acompañan Smash into Pieces. El pasado día 9 de noviembre fue el turno de la ciudad condal, donde nuestra redactora Ireth estuvo presente.

¡Aquí os dejamos su opinión y las fotos de la velada en Razzmatazz 2!

 

Los suecos Amaranthe lanzaron el pasado mes de octubre Maximalism, su cuarto álbum de estudio. Ese mismo mes veía la luz Confessions de Sonic Syndicate y no mucho antes el nuevo single de Smash into Pieces, “Higher”. Así pues las tres bandas suecas optaron por una gira conjunta que les está llevando por toda Europa. En España estuvieron a principios de mes y como aquí somos fieles a los conciertos de Amaranthe, una vez más y por tercera presentación consecutiva allí estuvimos.

La velada empezaba a cargo de Smash into Pieces, una banda nacida en 2008 que alcanzó la fama en su país tras su paso en Got Talent. No era su primera visita, pues ya acompañaron a sus vecinos en 2014. La fusión de metal y rock alternativo con partes de la batería pre-grabadas y la atmosfera son parte del juego de Smash into Pieces cuya mejor arma en directo es un conjunto de elementos en los que The Apocalypse DJ, batería y encargado de los samples, es protagonista.

El show de los suecos gira entorno a los contrastes musicales y los juegos de luces a ráfagas. Captan la atención del público combinando un maquillaje que llevan Chris, Benjamin, Per y Viktor  que revela en la oscuridad el logo de la formación, pero el emperador de todo esto era The Apocalypse DJ y su máscara de leds, presidiendo la pantalla por la que pasaban vídeos, mensajes e imágenes. Esos movimientos ladeando la cabeza mientras todo es oscuro podrían despertar las pesadillas de cualquiera, un poco “creepy” todo, pero muy efectivo.

Tema visual aparte, la última publicación de la banda es el single “Higher” que sonó tras la incial “Stronger”, potente y enérgico tema con el que dar el pistoletazo de salida. Los semifinalistes del “Sweeden Got Talent” desplegaron un repertorio que representó principalmente a su último retoño “”The Apocalypse DJ”, finalizando con la dinámica y pegadiza “Disaster Highway”. El sonido les acompañó en todo momento, así que con autoridad y seguridad despertaron los primeros vítores de la sala. Poco más se le podía pedir a una banda que pareció convencer a una buena parte de nosotros. Caldearon el ambiente como se debe hacer, aunque nos dejaron con ganas de más puesto que la media hora se hizo demasiado corta. Prometieron volver solo si nosotros estábamos interesados en ello, así que veremos si su deseo se cumple.

Los siguientes serían Sonic Syndicate, con Robin Sjunnesson cómo único miembro fundador y original. Esta es una de esas bandas difíciles de comparar, pues sus puestas en escena dependen de los cambios que ha sufrido su estilo y sus integrantes. Actualmente, la gran atracción de la banda es Nathan J.Biggs, quien se ocupa de las voces de la formación desde hace ya seis años, demostrando una gran labor a pesar de que no logre que no se echen de menos tiempos pasados.  Su forma de encarar el concierto no dejó nada que desear, un frontman con todas las letras de la palabra. Un poco alocado, pues dio todo el espectáculo que a su impulsividad le salió, de hecho llegó a colgarse de la viga central, cúal mono.

La historia de Sonic Syndicate se remonta a varios años atrás, cuando tenían un estilo definido dentro de unas características más bien clásicas. Ahora parecen haber virado hacia algo más popero, logrando un sonido muy distinto al que les lanzó a la fama. No obstante, eso no es nuevo, la esencia de la banda se ha ido diluyendo con los años, ganaron cuando las voces limpias se apoderaron de sus cortes, dejando atrás su etapa más cercana al death, sin embargo Confessions les lleva por un carril muy lejano a lo que hacían, demasiado “pop-metal”.

 De igual forma se han diluïdo sus directos, demasiadas entradas y salidas, con lo que la cruda realidad es que los suecos lejos ya de su mejor época, pasaron sin pena ni gloria, si bien es cierto que temas como “Turn it Up” del We Rule the Night  o “Blue Eyed Friend” del Only Inhuman levantaron algo de pasión y dejaron ver esos Sonic potentes, Confessions lo arruinaba. El concierto al igual que la historia de la banda fue de más a menos. Digamos que una vez vista la primera mitad del show entramos en un letargo de “más de lo mismo”. Aun así se defendieron como pudieron pues les tocó el peor sonido del día, y gracias a la buena labor de Nathan dejaron el ambiente preparado y listo para el cabeza de cartel. 

Personalmente Sonic Syndicate están muy lejos de ser los de “Only Human” o “We Rule the Night”. Hay quien dice que una banda debe evolucionar y adaptarse, cierto pero hay que saber hacerlo para no convertirte en una sombra de lo que pudiste ser.

Un año más, un nuevo disco y una misma sala donde repetir la presentación. Los suecos Amaranthe llevan un periodo de actividad sin freno, en solo cinco años han lanzado cuatro redondos y puede que ese sea el motivo por el cual este cuarto trabajo decaiga mucho en calidad en comparación a sus predecesores. Aun así ese no sería motivo para no acercarse a un directo suyo, faltaba por ver como defendían los nuevos temas. Los suecos llegaron cojos, pues llevan toda la gira sin Jake E, substituido por Chris de Smash into Pieces, quien a pesar de parecer descolocado la mayor parte del tiempo defendió las partes vocales de Jake con soltura. De todas formas, Amaranthe encararon el show usando prácticamente la misma fórmula que el pasado año. Se aseguraron el tiro con un set list que representó toda la discografía en poco más de una hora y cuarto.

Salieron muy despiertos y animados, con “Maximize" y “Boomerang”, dos temas nuevos que me alegro de haber visto en el foso, el haber estado “ocupada” fue un alivio, pues Maximalism no me aporta nada nuevo que resulte de interés, así que dos menos de una tirada.  Tras un inicio rápido, bajo la autoridad que ejercieron Elize y Henrik, quien dio un paso adelante en esta presentación (haciendo que la falta de Jake no se notarara), siguieron con  “Hunger”, “Invincible”, “1.000.000 Lightyears” y “Trinity” encarando una racha en la que apenas nos dijeron nada, un tema fue cayendo detrás de otro con mucha fuerza y autoridad, lo que despertó las energías del público y de ellos mismos que se crecieron minuto a minuto. Parecía que no quisieran darnos ningún respiro, pero fue “True” quien nos lo dio y tras el momento pletórico de Elize, volvimos a Maximalissm de la mano de “Fury”, “Endlessy” y “On the Rocks”, seguidos de un solo de batería de Morten muy descafeinado en comparación a otros directos, que no desentonó en la dinámica de una mitad de show demasiado light. “The Nexus” y “Amaranthine” no podían faltar pero los verdaderos cañonazos llegarían tras unas palabras de Johan, quien esta vez no pareció tan tocado, aunque a la mayoría se nos hizo larga otra vez su intervención, pues viendo el set, sabíamos qué nos deparaba la última parte del show: las rápidas y enérgicas “Digital World”, “Dynamite” y "Drop Dead Cynical” con una “That Song” que se coló entre medias.

En general Amaranthe saldaron un show notable en el que el sonido fue mejorable pero suficiente, muchos menos problemas técnicos que en Sonic Syndicate.  Personalmente el hecho de que los temas nuevos no destacaran por encima de sus hits y que se mantuvieran trallazos como son "Drop Dead Cynical" o "Trinity" es de agradecer.  No obstante, el directo fue como si se hubieran reciclado así mismos. Aún es pronto para pronosticar nada, pero esta vez Amaranthe no han sabido dar en el clavo ni evolucionar, algo vital para no caer en el estancamiento y elaborar melodías tan parecidas a las tuyas propias. El futuro para ellos es incierta en sus manos o mejor dicho en las de Olof, está tomar de nuevo el camino.

Una vez más tres bandas suecas que nos dejaron muy buen sabor de boca a pesar de tener cosas mejorables y una vez más el sonido de Razzmatazz no fue todo lo limpio que nos hubiera gustado, lástima que no se mantuviera como cuando Smash into Pieces.


Crónica y fotos: Írêth