A final de septiembre Traxilium cerró su gira en Alicante junto a Bostok y La Dama Oscura y JuanF no se quiso perder la cita. Una estupenda noche de metal que hoy nos relata en esta crónica.

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Era un día especial. Había llegado el momento de que Traxilium finalizase la gira presentación de “Contra El Abismo”, un álbum debut que les había dado la oportunidad de darse a conocer a lo largo del territorio peninsular. Se esperaban sorpresas dentro de la Sala Marearock. Además, Bostok y La Dama Oscura les acompañaban en un día tan especial como aquel para lograr convertirlo en un concierto memorable.

Los primeros en salir al escenario fueron los castallenses Bostok. ¿Qué decir de estos chicos? Siempre es una gozada verles en directo. Agresividad mezclada con fiesta y ganas de pasarlo bien es el sello de calidad de unos jóvenes que, a causa de trabajo y sudor han conseguido la oportunidad de hacer dentro de poco una mini gira por Inglaterra. Como detalles musicales, dieron guerra con temas pertenecientes, su gran mayoría, a “Dichotomy” pero sin dejar de lado alguna joyita de su anterior “Land Of Fire” como “In The Shadows”. Un metal alternativo que puso patas arriba una sala en la que canciones como “The Feeling” o la propia “Dichotomy” retumbaron por todo el puerto de Alicante. Con conga incluida se despidió una banda que poco le falta para conseguir el prestigio que se merece.

Tras un pequeño descanso que se aprovechó para salir del agobiante calor que se cocía dentro del local, llegaba el momento del último grupo invitado para la velada, La Dama Oscura. Desde Cuenca se desplazaban para hacer muestra de su heavy metal puro que se llegaba a convertir por momentos al metal ópera que en su día popularizó Avantasia. Desconocía esta banda llena de virtuosos músicos con Elena Aznar a la voz que demostró con creces su gran potencial sobre el escenario. Pegadizas letras como las de “La Hoguera” o “¿Cuánto Vale Una Vida?” dieron una demostración de buena música pero, lo que realmente define la verdadera profesionalidad de un grupo reside en la seguridad y en la capacidad de esquivar problemas. Esto ocurrió al filo de finalizar su actuación, cuando la guitarra de Santiago D. Domínguez comenzó a tener fallos técnicos y, mientras que estos se solucionaban, la banda improvisó una pequeña versión del clásico “Don’t Talk To Strangers” del principal estandarte del heavy metal como lo es Dio. Con otro clásico como “Children Of The Sea” y un accidentado “Desde El Infierno” acabó un show que, a pesar de los problemas, generó un muy buen sabor de boca.

Por fin, después de ver pasar por el escenario a dos grandes bandas, las miradas se clavaban en el telón que presidía el centro de la tarima y anunciaba que había llegado el momento de que los alicantinos Traxilium diesen lo que sería su último concierto por un tiempo. La primera sorpresa no tardó en esperar y es que el guitarrista Jorge Murcia de Ira Ciega iba a acompañar a la banda durante todo el show y, quién sabe, si para más cosas. El caso es que no es ninguna novedad si digo que el álbum “Contra El Abismo” visitó de forma íntegra una actuación espléndida e íntima entre familiares y amigos. Además, Dave Simarro avisó de que algunos de esos temas serían la última vez que el grupo los llevara en directo, como es el caso de “La Herida”. Actuación en la que Ramón Valero no cesaba su hiperactividad interactuando con el resto de la banda de un lado para el otro del escenario portando su bajo con él. Pero las sorpresas no habían acabado, ni mucho menos. El turno de la guitarra en “Guerra De Otros” le tocó a un gran amigo de la banda, al guitarrista Edu Guerrero de Scila y, a su vez, se invitó a subir al escenario a Jose, vocalista de Lándevir, para interpretar a dos voces “En Mi Tormento”. Un no parar de sorpresas que no frenó un tierno momento en el que Ramón quiso homenajear al recientemente fallecido Chester Bennington interpretando “One More Light” del último disco de Linkin Park siendo captado ese instante por varios asistentes con sus móviles. Incluso se le dio la oportunidad de cantar a un feliz batería como Alex Martínez (que acabó tocando también la guitarra). En definitiva, una despedida con fecha de retorno en la que llegarán ya con su segundo trabajo de estudio, con un sonido más renovado. Un final de gira inmejorable con unos invitados inmejorables y finalizando un disco estupendo.

Una noche fantástica de buen metal con diferentes variantes que, por su carácter intimista y por estar rodeados de buenos colegas, mereció mucho la pena para los anfitriones. El broche de oro a una primera época del grupo. ¿Con qué nos sorprenderá de vuelta Traxilium? Habrá que estar pendiente de eso.

 

Crónica y fotos: Juan Fernández