El sábado Poetas de Botella visitó la sala Siroco de Madrid junto a Mi Pequeña Venganza y Sunfaia y hasta allí enviamos a nonamed. Quien hoy nos relata lo acontecido esa noche.

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Cuando sabes que el fin de semana te espera con música en directo, la semana se hace interminable. Con un cansancio en el cuerpo fruto de nuevas tareas semanales, me acerqué a la sala Siroco de Madrid a ver tres conciertos por el precio de uno: Los cántabros Poetas de Botella y Mi Pequeña Venganza (ambos venían de tocar en Valladolid la noche anterior) más los locales Sunfaia.

Llego a la puerta de la sala, y una fila de unas doce personas hacía cola para entrar. Increíble en los tiempos que corren. No voy a ser hipócrita, pero cuando me enteré de que Poetas de Botella actuaba en Madrid con otros dos grupos, me puse a buscar información sobre ambos grupos ya que no los conocía y la impresión que me llevé no fue la que yo esperaba.

Pero vayamos al concierto en sí. Los primeros en tocar fueron Mi Pequeña Venganza, un trío de puro rock urbano con un disco y un ep en el mercado y cuyo cantante goza de una voz potente y clara, y con una pronunciación perfecta. Sí, cantan en español, pero seguro que la mayoría me entiende. Los primeros temas no terminaron de convencerme, pero aquello se fue animando poco a poco hasta conseguir engancharme a su música y bailar (como una estaca que es mi estilo). Un diez para la banda por la planificación del setlist, porque fue clave. Toño, su cantante estaba entusiasmado con tocar en Madrid después de cuatro años y fue calentando al personal a medida que las canciones iban sonando, incluso con regalos de merchandising (vosotros sí que sabéis). Después del concierto (que al final me encantó) he vuelto a escuchar sus discos en estudio y no tienen el gancho que tenían ayer en el escenario. El problema es que no sé cuál es el motivo.

Poetas de Botella, el segundo grupo en subir al escenario, era ampliamente conocido por mí, pero aún no había tenido oportunidad de verlos en concierto. Como el grupo anterior, hacen un rock urbano directo, sin medias tintas y sin fisuras. Con un disco en directo publicado hace unos meses como homenaje a sus diez años y con muchos temas en su mochila nos ofrecieron un show repleto de potencia. Y es que no me explico cómo aquello podía sonar tan atronador a pesar de que salieron con una única guitarra. Guitarra que me dejó enamorado, y es que Yoni es un auténtico portento que me embobaba y perdía la atención del concierto para fijar la vista en sus manos. Y me consta que no soy el único que piensa así por cómo le cogieron en volandas al final del concierto. Increíble, de verdad. Roberto (voz) es otra persona llena de carisma y potencia, que defendía a la perfección los temas. El grupo también decidió animar a la gente lanzando camisetas. Camiseta que llevo puesta mientras escribo estas líneas.

El directo cerró con los madrileños Sunfaia, un grupo de rock ecléctico y reggae que mezclan el inglés y el español. Una propuesta de lo más interesante, y que tenía ganas de escuchar por su originalidad. La verdad es que comenzaron casi sin tiempo, pero con muchas ganas. Reconozco que con los dos primeros temas buscaba el reggae y no lo encontraba. A partir del tercero ya sí estaba bien presente. Quiero hacer una parada en este momento. Dentro de este grupo hay un chaval llamado Aitor. Bueno, pues hacía mucho tiempo (pero mucho) que no veía una voz con tantísima personalidad, con tanta potencia y con una ejecución tan perfecta. Ni salta por el escenario, ni grita, ni presenta al grupo. No. Se limita a cantar, y cantar, y cantar y lo hace de maravilla. Fue una pena que tuvieran tan poco tiempo, porque la verdad es que me parece un grupo muy original a pesar de salirse de mis espectros musicales.

Cuando se cerró el concierto eran las 12 de la noche y yo había vuelto a disfrutar de una noche de rock. Si algo me llamó la atención de los tres conciertos es que el público iba cambiando en función del grupo. Yo que estuve en primera fila, vi como los que estaban a mi lado era gente diferente. Voy a hacer una cosa que no he hecho nunca. Voy a dar las gracias a los tres grupos. Porque creo que todos pusieron el 100% para que disfrutáramos. Podría haber cosas que salieron mejores y otras peores, pero se les vio actitud 100% y mucha ilusión.

 

Crónica y fotos: nonamed