El pasado jueves 23 de octubre las giras españolas de Hardcore Superstar y Sister Sin confluyeron en Barcelona, en un concierto que nosotros no nos quisimos perder.

¡Esta es la crónica y fotos de la noche!

 

 

La recta final de temporada siempre nos depara numerosos shows internacionales. Hace tiempo se anunció la gira de Hardcore Superstar, no fueron pocos los que envidiaron Madrid por reunirles con Gotthard y Reckless Love. Pero en la ciudad condal este potente trío no estaría presente. El primer concierto del tour de los suecos coincidía con el último de otros suecos llamados Sister Sin. Heavy metal, sleaze rock , glam…dos bandas para disfrutar de estos géneros y entretenernos por más de dos horas.

Así pues, jueves 23 de octubre, sala Apolo [2] de Barcelona. Allí que nos plantamos.

No es la primera visita de Sister Sin a la ciudad condal, eso se notó en el ambiente. Si bien es cierto que la gran mayoría acudió por el reclamo de Hardcore Superstar, se escuchaba a algunos núcleos mostrar interés por sus predecesores. Llegadas las 9 en punto, la intro “MMXII” se abrió paso para llamar la atención de los asistentes y acto seguido, Liv Jagrell y compañía demostraron porqué se habla bien de sus directos.

El segundo trabajo salió el pasado 27 de octubre, así que entre el repertorio que desplegaron pudimos gozar a medias cintas de algún tema de Black Lotus como es el single “Chaos Royale”. Uno de los temas más agresivos de este nuevo trabajo al que no pudieron sacar el máximo potencial, al igual que con todo el set. El sonido de la Apolo 2 no suele fallar, pero algunas veces tiene que pasar que cojee y precisamente golpeó a los electrizantes riffs, una de sus grandes armas. Tanto la guitarra de Jimmy (todo un crack sea dicho de paso) y el bajo de Andrea se situaron un peldaño por debajo de lo que deberían, dando más protagonismo a la batería de Dave y la voz de Liv.

Sonido aparte, entre “End of the Line”, “Fight song”, “Sail North” y “Better Than Them” con la que cerraron, pudimos ver cómo se las gasta la formación liderada de forma impecable por Liv, bajo su mandato el barco parece que no pueda hundirse. Ella mostró toda su pasión transformada en agresividad e intensidad. En general interaccionaron con el público todo lo que pudieron pidiéndole que se les uniera en los coros y alentándolos para hacer headbanging. Se mostraron activos y eso si se logra transmitir tienes como resultado el éxito. Aquí lo tuvieron en parte, ya se sabe que el mundo del telonero no es fácil.

Hay algo que destaca de ellos y es su puesta en escena, si escuchas sus discos objetivamente hablando están bien, pero las fórmulas que siguen tema tras tema pecan de innovación. No obstante, la fuerza que les añaden en directo les hace crecer (¡y de qué forma!).

Tras tres cuartos de hora de show después empezó la espera para Hardcore Superstar, que se hizo larga (media hora) y el no dejar salir a fuera aún más. Como contrapartida eso hizo que las ganas de verles y la impaciencia fueran en aumento, algo no del todo malo a fin de cuentas.

A las 10:30 con puntualidad volvió la oscuridad a la sala (y en gran parte del escenario a excepción de unos bonitos focos rojos y verdes), la incógnita de saber con qué empezarían pronto se desveló. De “Moonshine” de su “Split Your Lips” fueron los primeros compases del show y el vaticinio de que el último álbum no sería el más destacado, por no decir que de él cayó “Above The Law” hacia la mitad del show y ya.

La fiesta siguió con un sonido que les respetó. Recordaron viejos tiempos con “Kick on the Upperclass” y “My Good Reputation” de su álbum homónimo, “Into Debauchery” del gran y popular Beg for it y “Dreamin in a Casket”, single que da título a su quinto disco. Para ese entonces ya se habían metido el público en el bolsillo y la “pseudo barrera” que pusieron para que la gente no se acercara demasiado estaba ya sirviendo de poco (es lo que tiene que sea una tira elástica y no una valla) dado el empuje y el derroche de actividad del público que se apegó en las primeras filas, a las que por cierto acceder no era una tarea fácil.

Vic Zino, Jocke Berg, Martin y Adde forman un cuarteto de desenfreno. Vic y Jocke se dejaron la piel desde el primer momento, aunque el primero fuera más a su aire. Martin siempre atento al público con una sonrisa que no pierde nunca nos deleitó con unas poderosas líneas de bajo siguiendo el alto ritmo que impartía Adde. Y es que eso es un concierto de Hardcore Superstar: rápido e intenso. Jocke fue un auténtico tornado, el alma matter del conjunto siempre hace de las suyas, suele desatar su potencial de forma enérgica pero también sabe parar, eso lo mostró en la interpretación a capella de “Run to your Mama”.

Los clímax del show vinieron con “Wild Boys”, uno de los temas por excelencia, y “Last Call for alcohol”, en la que dejaron subir unas cuantas personas (o más bien dicho, féminas) que tuvieron que demostrar lo buenos bebedores que somos en Barcelona y es que según Jocke tenemos buena fama. Así pues chupito de Jagger en mano y a cumplir el deseo de cantar con sus ídolos! Tras esto le llegó a Bad Sneakers and Piña Colada el turno de aparecer con “Someone Special”. Y ya hacia el final del show, antes de despedirse con la apoteósica “We don’t Need Sundays” siendo el momento de máxima efusividad por parte del público y la banda que se volvieron uno solo, nos regalaron el single “Glue” que fue tocado por primera vez en directo, todo un honor, aunque la sensación que dejo fue ambigua. Quizás por no conocerlo suficiente.

En resumen, un concierto intenso pero corto. Quizás es que hora y cuarto de Hardcore Superstar son pocas para el cuerpo.

Para una servidora este concierto significo empezar con buen pie este fin de temporada. Solo me queda por añadir que como no, espero tenerlos por aquí de nuevo más pronto que tarde y que ojala en una ocasión futura Hardcore nos ofrezcan un show más largo.

 

Crónica y fotos: Ïrêth