El sábado Gritando en Silencio reventó la sala But de Madrid en la presentación de su nuevo disco en la capital del Estado. Junto a ellos unos debutantes Kamikazes que abrieron una noche apoteósica.

¡Aquí os dejamos la crónica!

 

 

 

La noche era fría, e incluso había amenazado lluvia durante toda el día. ¿Pero acaso la lluvia ha acobardado alguna vez a un rockero? Por supuesto que no, y por eso, la sala But de Madrid, tenía ya muy buena entrada para presenciar a Kamikazes, banda formada por ex integrantes de Carroña y que venían a presentar los temas de lo que será su primer disco.



Kamikazes hacen punk rock, pero sin Dani. Es decir, hacen el mismo estilo musical que Carroña, pero sin la parte rapera. No son mi fuerte, lo reconozco, pero también reconozco que en su primer concierto lo dieron absolutamente todo. Claro, que no son nuevos en estas lindes. Con temas como “Algún Día”, “Circo Interno” o “Se Va a Caer” y secundados por un gigantesco oso de peluche, el grupo daba cera a unos instrumentos que sonaban a la perfección. Y por supuesto allí también sonó Carroña con “Mariposas Kamikazes”, y la voz del propio Dani. No fue largo el concierto, pero yo me quedé pensando (y ya lo dijo posteriormente Marcos Molina) si quizás estaría presenciando un momento que entrará en los libros de historia del rock. Sólo el tiempo lo dirá.

 

Pero el plato fuerte de la noche eran los sevillanos Gritando en Silencio. Con su cuarto disco recién publicado de título “Material Inflamable”, el grupo sigue moviendo masas de rock. No, aún no he dicho que hicieron “Sold Out”, pero así fue. Y no es la primera vez que lo hacen. Por lo que no tardaremos en verlos en salas mucho más grandes como La Riviera tocando dos días seguidos. Estoy convencido.



Ver a Gritando en Silencio es garantía de éxito. Eso lo tengo claro, y a pesar de los varios problemas de sonido que tuvieron al principio, la banda funcionó como una locomotora. Marcos Molina sigue siendo ese tipo menudo con una personalidad arrolladora y una voz desgarradora. Sí, me voy a permitir el pareado, porque no se me ocurre otra forma de definir a semejante cantante. Pero aunque él sea el que da la cara, se ha rodeado de tres componentes que magnifican el trabajo del vocalista. Pero sobre todo Miguel Ángel Santos, un guitarrista que siempre me ha parecido infravalorado, que no suele salir en las listas de los mejores, pero que maneja el instrumento como pocos. Desde casi la oscuridad del escenario.



No me enrollo más con el grupo, porque podría estar horas hablando de sus maravillas. Los temas nuevos suenan mil veces mejor en directo, con muchísima más fuerza. Y los antiguos suenan sensacionales, como han sonado siempre. Pero sí hubo dos temas que me dejaron colgado, con la boca abierta y los pelos de punta. “Lágrimas de un Paria”, una canción dura como pocas, directa y reflexiva y sobre todo “A Las Armas” (con Dani) porque es un verdadero grito de esperanza para la lucha obrera. Una composición que debería sonar todos los días en la puerta del Congreso como protesta ante el saqueo político. Haciendo un repaso al setlist, además de las mencionadas, sonaron “Vértigo”, “Actitud”, la ya mítica “Mírame Desnudo”, “Mi Último Cartucho”, “Como si no hubiera nada más”, la maravillosa “Rock And Roll de Barrabás”, la imprescindible “Entre tus piernas” y a petición popular después de finalizado el concierto, “Va por vosotros”. Sí, hubo muchas más, pero como ya he dicho alguna vez, no voy a poner una lista como si fuera la de la compra.

 

¿Lo peor? Los pogos. Independientemente de la edad que haya tenido, cuando he ido a un concierto me ha gustado disfrutarlo en mi sitio, saltando, cantando bailando pero sobre todo, molestando lo menos posible a los de mi alrededor (y que me perdonen las personas bajitas). Y esta actitud, que incluso algunos grupos incitan, me desquicia. Y soy consciente de que no soy el único. Pero también de que otros muchos disfrutan de ello.

Al final haciendo balance, mi año musical se ha iniciado como yo esperaba. Con un maravilloso show de los que te meten el subidón anímico que dura varios días en el cuerpo. Contadnos vuestro secreto.

Crónica y fotos: nonamed