El pasado sábado 8 de febrero Gritando en Silencio llegó a Oviedo para presentar su "Material Inflamable" en la sala Sir Laurens junto a Kamikazes. Una cita que no nos podíamos perder y que hoy FelipeSM nos relata a continuación.

¡No os perdáis esta crónica! 

 

Contratiempo, Maldito… como si de un disco de los sevillanos se tratase, el paso de la gira presentación de “Material Inflamable” de Gritando en Silencio por Oviedo parece sufrir algún tipo de maldeojo. Tras su aplazamiento allá por noviembre, esperábamos con ansias la visita del quinteto junto a Kamikazes y aunque esta vez sí que hubo concierto, el destino tenía guardado un último puñetazo directo a nuestras aspiraciones de disfrutar de una noche de rock.

 

Pero todas las historias tienen un comienzo y en este caso fue Kamikazes quien en torno a las nueve y media de la noche abría fuego. Los madrileños salieron a por todas ante algo más de un centenar de personas y a partir del segundo tema de la noche el sonido nos permitía disfrutar de la banda. “Somos Leyenda” puso a la sala en alerta, Kimi, Kata, Andrés y Ángel no venían a pasearse. Lo dejaron muy claro cuando no dudaron en rescatar “Fuerza Opresiva” y traernos colaboración improvisada mediante, la esencia de aquel grupo que en 2014 nos sorprendió a todos con su gaupasa… Unos tales Carroña.

El espíritu del anterior proyecto de Kimi, Kata y Ángel sigue vivo en Kamikazes, aunque los temas nuevos pisan el acelerador y cortes como “Se Va a Caer” o “Circo Interno” desataron los pogos por toda la sala Sir Laurens.

El fin de sus 45 minutos de actuación resume a la perfección la energía del grupo, “El Ojo del Huracán” sonaba mientras Kata dirigía un “wall of death” ante el asombro de toda la sala. Kamikazes tiene las ideas muy claras y de Oviedo se llevó un buen puñado de nuevos seguidores, un servidor el primero, demostrando que en el directo no hay mejor que salir a morir.

 

Lo que vino a continuación, me duele en el alma. Hacía mucho que no volvía triste de Sir Laurens, quizás desde aquel corte de concierto a Killus y el sábado la sensación al volver al coche era esa, rabia, impotencia, tristeza. El caso es que tras el sold out del viernes en Zamora, Gritando en Silencio puso rumbo norte con objetivo Oviedo, incluyendo parada en la montaña leonesa para comer y cuando llegó a la capital de Asturies, Kurty presentaba síntomas de gastroenteritis. Lejos de suspender, el grupo y el bajista tiraron de actitud y salieron al escenario con “Estaré en el Bar”, declaración de intenciones.
Bajo un sonido estupendo y con Marcos conectando con un público más numeroso desde el minuto cero, fueron cayendo temas como “¿Dónde te has Quedado?”, “Rumbo de Colisión”, “Actitud” y “Último Cartucho”. Y comenzaron los problemas.

 

Al bueno de Kurty, se le complicó su estado de salud y tuvo que irse del escenario. Mientras Jorge y Carlos se encargaban de la salud de su bajista, Marcos y Santos improvisaban “Historia de una noche Cualquiera”. El final de este momentazo trajo buenas noticias, Kurty regresaba a escena y la banda volvía a pisar el acelerador. “Sácame de Aquí”, “A las Armas”, “Entre tus Piernas” o incluso Marcos accedía a una petición con “Alma de Blues”. La banda tocaba sin set list visible y parecía ir creando sobre la marcha el repertorio que nuestros cuerpos pedían. “Mírame Desnudo” puso el broche final a esta sensación y al concierto en si. La salud de Kurty dijo basta y el grupo tuvo que parar el concierto. De nuevo, tras unos minutos de incertidumbre, Santos y Marcos regresaban a escena para regalarnos “Rutina en las Venas”, un momento único y mágico del cual fuimos arrebatados súbitamente cuando vimos a Carlos llevarse a Kurty visiblemente muy enfermo. Momentos de confusión que finalizaron con Kamikazes sobre el escenario cerrando el concierto con “Rock n Roll de Barrabás”, con todos preocupados por el bajista del grupo.

 

El resultado de esta desventura podéis leerlo en el facebook de la banda, Kurty en urgencias y la banda regresando al día siguiente con más casos de gastroenteritis.
Fue un concierto amargo. Lo fácil para Gritando en Silencio hubiera sido haber cancelado y olvidarse de jugarse la integridad personal, pero esto es rock y los sevillanos no son de los que se dan por vencidos. Sacaron adelante un concierto contra viento y marea, dejándonos con la preocupación sobre la salud de Kurty y con mucha rabia por el conciertazo que podía haber sido.

En mi opinión,  Gritando en Silencio se ganó el respeto y el cariño, sí, más aún, de toda la sala. Asturies les seguirá esperando, siempre, aunque el destino se interponga.

 

Crónica y fotos: FelipeSM - www.smfelipe.es