La ciudad de Gijón acogió el viernes dos y el sábado tres de diciembre la visita por partida doble de El Drogas a Asturias, dentro de la gira de celebración del 40º aniversario de la formación de los míticos Barricada.

¡Aquí os dejamos la crónica de la noche del sábado!

 

Tras agotarse rápidamente las entradas para el concierto del sábado tres de diciembre, se añadió el viernes como nueva fecha, para que nadie se quedara sin disfrutar de la gira “Barricada 40º” en Asturias. Una gira que lo está petando allá por donde pasa y que en su periplo asturiano nos dejó un doblete histórico.

El concierto del sábado comenzaba puntual a las 21:30h con el primero de los temas de la noche “En la Silla Eléctrica”, El Drogas se encontró “a gusto” desde un principio, repitiendo esta expresión cada vez con más frecuencia a medida que avanzaba la noche. Una noche repleta de himnos, en la que quedaba de manifiesto la huella que han dejado las canciones de Barricada en toda una generación, convirtiéndose en parte de la banda sonora de la vida de mucha gente, algo que suena a “topicazo” pero que en el caso que nos ocupa es bien cierto, como se pudo comprobar en Gijón con el público cantando de carrerilla temas como “Campo Amargo”, “Okupación”, “Oveja Negra” o “Todos mirando” por citar sólo algunos.

El Drogas se mostró encantado de volver por Asturias y confesó haberse apretado una buena fabada en el almuerzo, la cual le estaba proporcionando una digestión algo conflictiva, pero que no le impidió rendir como en sus mejores tiempos. La música pronto volvió a ser la protagonista con “Deja que esto no acabe nunca”, en una noche en la que el ex-Barricada estaba dispuesto a no dar la más mínima tregua, a un público cuarentón en su mayoría, que respondió al reclamo de las canciones de uno de los grupos más grandes que ha dado este país dentro de la música rock.

Con la banda totalmente arropada por el público nos adentrábamos en el tramo final del concierto con “En Blanco y Negro”, momento en el que El Drogas aprovechaba para presentar a sus habituales escuderos: Brigi Duke a la batería, Eugenio Aristu Flako al bajo y Txus Maraví a la guitarra, que cumplieron una vez más a la perfección y que son todo un seguro de vida sobre el escenario para el de La Chantrea.

Tras retirarse brevemente a los camerinos los cuatro músicos volvieron para atacar de forma frenética unos bises compuestos por himnos como “Esta es una noche de rock and roll” y “Animal caliente”, con la temperatura de la sala por todo lo alto y no sólo por la calefacción que funcionaba a pleno rendimiento, sino por la energía que recorría el ambiente. Esta descarga de energía llegaría a su clímax durante “No hay tregua”, tras la cual se retiraron por segunda vez para regresar rápidamente y poner de nuevo a toda la gente a cantar el estribillo “esta noche no es para andar por esas calles”, con el finiquitaron más de dos horas de concierto, en una noche de rock and roll de las que no se olvidan fácilmente.

Crónica y fotos: NachoGS