Sábado 21 de junio, sala Acapulco de Gijón, Arenia, Kuarentena y Yedra en directo. ¿Nos lo podíamos perder?

Esta es la crónica de nuestro redactor Sacht.

 

 

Un día más el casino de Gijón sería la sede para acoger una gran noche de música en directo. Si al elemento de una sala de condiciones óptimas en nuestra región, le sumas la actuación de tres grandes grupos de la escena asturiana, entonces no hay justificación para no perdérselo.

Con un horario muy restringido por las limitaciones de la sala, a las 19:30 con puntualidad inglesa, sonaban los primeros acordes de Yedra, grupo el cuál desconocía totalmente y que me dejó un buen sabor de boca. Con un escaso público Yedra comenzaron un concierto de cuarenta y cinco minutos de duración, dejando muy claras sus intenciones: calentar el ambiente con un hard rock, con toques heavys clásicos que no deja a nadie indiferente. Solo la incompetencia del técnico de sonido enturbió una actuación marcada por la claridad, con un teclado muy acertado y una voz con cualidades pero a la que se echó en falta el contacto con el público, gélido como el que más. El virtuosismo de la guitarra nos sorprendía a menudo que avanzaban las canciones que si bien no las conocíamos, las tarareábamos al segundo estribillo, y para nada se hicieron cansinos. Concierto para ir abriendo boca, que nos deja a un grupo a seguir muy de cerca.

Tras los quinceminutos de rigor, ya sonaba el “Más vivo que Nunca” de Kuarentena con una formación totalmente renovada y a los cuáles tenía muchas ganas de ver. Desde el principio se dejaron ver cuáles son los principios del grupo, con un heavy metal, con toques hardrockeros, donde individualmente todos los músicos son unos virtuosos, con una gran unión entre ellos, pero a los cuáles les falta una voz que no sea solo una voz. Me quiero explicar en esto último, Paul tiene una voz con cualidades innegables, con un futuro demoledor, pero se queda en eso, voz y listo. Más preocupado de llegar a la nota exacta que de enganchar al público, llegando hasta el punto de que entre canción y canción la sala parecía el nuevo plató de “Walking dead” ya que no se presentaban los temas, ni se intentaba animar al personal. Por lo demás magnífico, con temas como “Dr Stein” de Helloween donde nos dejó flipados el batería, con una soltura tremenda.
Mención aparte al bajista, Félix, que junto a Mario son los que más juego dan sobre el escenario, llegando a tocar el bajo tumbado en el suelo.
Como último detalle, la duración, ya que una hora de concierto puede llegar a caer pesado, como así fue, pero que no enturbia a un grupo con un futuro de estrellas si solventan estos detalles comentados.

Llegaba el plato fuerte de la noche, era el turno para Arenia, grupo al que le tenía unas ganas tremendas de ver y no me quedo corto en decir que me dejaron anonadado, convirtiéndose en uno de mis grupos favoritos del heavy nacional. Desde un primer momento, con Fran a la cabeza, se ganaron al público que no paraba de saltar y cantar las canciones de su trabajo “Cuando el Mundo Despertó”. La noche era especial, y así nos lo demostró el grupo con las colaboraciones de Nathan Cifuentes de Vendaval o de Susana Mortem de Taranüs interpretando un tema de Nightwish magnífico.

Llegó entonces el momento de la noche para un servidor, cuando tras la marcha a camerino del grupo entero, salieron al escenario, Edu y Fran, para interpretar “Espíritu de Amor” de WarCry en acústico, donde he de decir que si tenía alguna duda, Fran me la disipó y me atrevo a calificarle como una de las mejores voces de nuestra escena musical.

Con el público entregado llegamos al final de un concierto para el recuerdo de un servidor, donde entró siendo un espectador más y salió en un fan de Arenia, y en un seguidor de Kuarentena y Yedra a las cuales no perderé de vista.
Ya hay ganas de lo nuevo de Arenia, ¡enhorabuena!

Crónica y fotos: Sacht