El sábado 25 de mayo la sala La Riviera de Madrid acogió el paso de la que está siendo una de las giras del año, el regreso de Koma para presentar su último trabajo "Una Ligera Mejoría Antes de la Muerte".

Una velada que no quisimos perdernos y que David DR nos relata en esta crónica.


Al fin. Ganas infinitas tenía de volver a ver a Koma después de su regreso a los escenarios. Recordemos, que por aquel extraño (y “lejano”) 2020 la banda tuvo que suspender la gira y que una de las fechas era Madrid. En concreto el cierre. Imaginad.



El tema es que, siempre tuvimos un deseo de un regreso con material nuevo Y ese deseo se cumplió este año con "Una Ligera Mejoría Antes de la Muerte" su nuevo trabajo. Y que no sé si su nombre tiene una entrelectura, pero ahora mismo ese trabajo les está llevando a una nueva gira por buena parte de la península con notable éxito. Incluso llegando a hacer tres fechas como en Pamplona o Bilbao.

Y sí, después de toda esta introducción aburrida, el pasado 25 de mayo nos encontrábamos en la madrileña sala La Riviera. La apertura estaba anunciada a las 19:30, pero a las 20:30 la sala aún permanecía vacía. Está claro que hay que aprovechar el buen tiempo y apurar. Y a las 21:05 sonaba la sintonía de "Barrio Sésamo" como intro a uno de los mejores conciertos que yo he he podido vivir en esa sala. Con un maravilloso trabajo de luces, Rafa, Natxo, Juan Carlos y Brigi salían al escenario a dar un curso de profesionalidad. A comérselo, vaya.



El setlist estaba muy basado en este último trabajo, arrancando con el tridente "Dinamítalos", "El Viaje" y "La Máquina del Tiempo". Sonido potente y muy nítido, al igual que los micrófonos. Espectacular.

"Tío Sam" y "Vaya Carrera Que Llevas Chaval" apoyado por Rafa a las voces, nos devolvía a su época más mítica. Los años han pasado y las actitudes cambian. Y en concreto la de Brigi me encantó en todo momento. Vocalmente parece que no ha pasado el tiempo, en el resto sí, y de forma muy positiva. La rabia y la mala leche sigue existiendo, pero no la agresividad que recordaba de antaño.

"Falso" y "El Duelo" nos devolvía a su último trabajo, el cual aún tengo que explorarlo a fondo, pero que ya os adelanto que suena a unos Koma renovados. En este momento la banda paraba por primera vez para presentarnos el concierto y saludar. Después vendrían "Sé Dónde Vives" y "Caer", las cuales nos hacían saltar. Demasiado.



Vale, todos vamos a disfrutar, los pogos forman parte del show, pero los borrachos, no. Creo que se faltó mucho el respeto en el público, aunque bueno, esto tendrá que ver con temas de civismo social. O que me hago viejo.  El ritmo reggae de "Me Vacío" y "El Muro de Berlín", momento en el que me cansé de la segunda fila, los empujones, los codazos injustificados, la gente fumando y me fui a un lateral de la sala donde la gente parecía más calmada.

"Los Desheredados" y "El Exterminador" me pillaron todavía volviendo a conectar, pero con "El Pobre" ya estaba de nuevo metido. "Imagínatelos cagando" un bombazo de canción y "La Almohada Cervical" otro bombazo, porque como ellos dicen "Lo nuestro siempre fue heavy metal".



"Alguien llama a la puerta" decía Brigi para presentar "El Marqués de Txorrapelada", uno de los clásicos de la banda que nadie podía dejar de gritar y que se solapó con "El Sonajero", un tema que a día de hoy sigue sonando fresco en la banda, para dar paso al primer bis.

La verdad es que estaba disfrutando de Koma como cuando tenía veintipocos años. O incluso más.

La banda volvía con "Palabras Mágicas" un medio tiempo delicioso que contrastaba con "Saltos Mortales". El concierto se iba acercando al final con otro trío infalible: "Sakeo" donde Brigi jugó con el público para que participara, "Aquí Huele Como Que Han Fumao" y "Bienvenidos a Degüelto" con Natxo cantando ese "Bienvenidos a Degüelto, bienvenidos, la ciudad de los estómagos vacíos" y el público arribísima. Para finalizar, después de otro breve descanso con "Mi Jefe" la cual gocé sabiendo que estábamos al final del concierto. Además, todos hemos estado de acuerdo con la letra en algún momento. O en todo momento.

Dos horas con Koma son dos horas de disfrute. No sabíamos cuánto los echábamos de menos hasta que no han salido a la carretera. Nos gusta ver a Brigi detrás del micro. Vaya que si nos gusta. Reitero el maravilloso trabajo de luces y sonido. Y por último, decirte que si pasan por tu ciudad date prisa, porque están agotando en muchas fechas. No te arrepientas después.  

Dales una oportunidad y si no te convencen, dales otra.

Crónica y fotos: David DR