¡Más Resurrection Fest! Esta noche le llega el turno al viernes, tercer día del festival gallego, en el que pudimos disfrutar de bandas de la talla de Mötorhead, Terror o In Flames.

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Un nuevo día bajo el sol gallego y toda una jornada por delante. En esta ocasión la primera banda que veríamos serían los zumbados de Iron Reagan en el Main Stage. De esta manera empezábamos la jornada con energía y con un concierto la mar de divertido de crossover hardcore. Tener 50 minutos de set y que tus canciones duren una media de minuto y medio, da para que la banda toque a diestro y siniestro e incluso se anime a realizar algún que otro cover. En esta ocasión Tony Foresta y los suyos nos tocaron “Don’tTreaton Me” de Cro-Mags y “A Skull Full of Maggots” de Cannibal Corpse. En cuanto a su repertorio destacamos temas como “Cycles of Violence”, “Miserable Failure”, “In Greed We Trust” o “Four More Years”. Sin duda, uno de esos conciertos que te deja con una sonrisa de oreja a oreja.

 

Desde California nos esperaban Death by Stereo en el Ritual Stage para darnos una buena dosis de hardcore punk. La banda de Efrem Schulz dedicó buena parte de su set a su álbum debut If Looks Could Kill, I’d Watch You Die con algún que otro tema del resto de su discografía obviando el álbum Death For Life, el cual se dejaron en el tintero. Además de dar un gran espectáculo con un público entregadísimo, Efrem también tuvo tiempo para dedicarnos unas palabras y casi cargarse al de la mesa de sonido arrojándole una cerveza, porque como Efrem bromeaba, parecía sediento. El bajista de la banda, Robert Madrigal, también cobró algo de protagonismo realizando un cover de “Raining Blood” de Slayer. Otra gran actuación con un buen sonido y con un frontman con un par bien puestos. Y ya llevábamos 2 de 2, veríamos si el resto del día seguía igual de bien.

 

Volvíamos al escenario principal para sumergirnos en la música de Kadavar, o al menos intentarlo, porque nuevamente, creemos que estamos ante una de esas bandas que se disfruta mejor de noche con otro tipo de ambiente. Igualmente estuvo muy bien por disfrutar de un poco de rock psicodélico entre tantas bandas de hardcore y metal extremo. El sonido fue apabullante y como hemos comentado, lo único que faltó fue que gozaran de un ambiente más íntimo. “Eagle” o “Doomsday Machine” arrancaron algún que otro baile al público y “Come Back Life” fue el cierre de su show, atreviéndonos a decir que fue el punto álgido de la actuación. Estamos de enhorabuena porque en otoño los tendremos por España con gira propia como cabezas de cartel.

 

Ahora llegaba el turno de Toxic Holocaust y más speed/thrash metal en el Chaos Stage (por si no os habíais dado cuenta, hoy parecía ser el día del thrash). La banda liderada por Joel Grind nos volvió a brindar un gran espectáculo con hits como “666”, “WarisHell” o la archiconocida “Nukethe Cross”. Consiguieron levantar una buena polvareda entre tanto mosh y circlepit y dejaron el listón bastante alto, que se lo pondría bastante difícil al resto de bandas de superar. Haciendo headbangin sin parar, el concierto se nos pasó volando.

 

Eran las siete y media de la tarde cuando el hard rock de los suecos Backyard Babies rompió el silencio del MainStage. Nosotros, viendo el concierto desde una distancia prudencial, apreciábamos un sonido más que decente pese al viento que corría por Viveiro a esas horas. Y la gente se lo pasaba en grande ya que, si algo aportaron los "Babies" a esta edición del festival, fue la fiesta y el buen rollo. El momento álgido del concierto fue cuando la gente coreó su nuevo tema después de la separación "Th1rt3n orNothing". Con su guitarrista Dregen como miembro más activo durante el show, los suecos dejaron el escenario, y a un público más que satisfecho, y a la espera de que los siguientes grupos en tocar superaran la calidad del concierto que acababan de ver. Cosa harto complicada.

 

En cuanto las últimas notas del concierto de Backyard Babies dejaron de sonar, comenzaron en el Chaos Stage los primeros acordes de D.R.I. Los "Sucios Podridos Imbéciles" (Dirty Rotten Imbeciles), como el todopoderoso Google los traduce, llegaron de los U.S.A. cargados de energía, con su thrash-hardcore-punk dispuestos para arrasar Viveiro. Tras los conciertos ese mismo día de Iron Reagan y Toxic Holocaust, faltaba la guinda con estos míticos "thrashers punkies". El grupo abrió el concierto con "Who Am I" para comenzar a repartir estopa sin dejar títere con cabeza con "Violent Pacification" hasta que cerraron con "Five Year Plan". Los numerosos fans de la banda que se agolpaban frente al escenario no eran de los que se rinden fácilmente para ir a coger sitio para el siguiente concierto, que no era otro que el gran Lemmy y su Mötorhead, así que allí se quedaron dándose "amor" los unos a los otros hasta la última nota. Gran concierto de los americanos en tierras gallegas.

 

Corriendo nos movimos hacia el MainStage para el plato fuerte de la noche. Sobre las diez menos cuarto apareció el gran Lemmy en escena, con quince minutos de retraso aunque nadie lo notara. Está mayor, muy mayor, pero aguanta, y después de ver este concierto pienso que lo hará por bastante tiempo, o eso esperamos. “Good evening. In case you are in the wrong show, we’re going to say we are Motörhead and we play rock and roll”. Con esas palabras se daba el pistoletazo de salida a un show que fue de lo mejorcito del festival. El público abarrotaba el campo de fútbol de Viveiro y la banda comenzaba su show con un sonido brutal, demostrando que su fuerza no se calma con la edad. El mítico bajo Rickenbacker de Lemmy sonaba como tiene que sonar el bajo de un todopoderoso dios del metal y eso al público sabemos que le encanta. Con "We are Motorhead" comenzaron el recital donde se iban sucediendo los temas más míticos de la banda. "Damage Case", "Stay Clean", "Rock It", "Going to Brazil", todos, absolutamente todos, temazos, uno detrás de otro, incluidos los solos y las interacciones de Mickey Dee y de Phil Campbell para dejar descansar a un Lemmy que rendía a muy buen nivel pese a la maldición de la edad y haber estado gravemente enfermo hace no mucho tiempo. Parecía que se acercaba el final cuando empezó a sonar la inconfundible "Ace of Spades", pero esta gran banda aún se guardaba un "Ace" bajo la manga y se lanzaron a cerrar con otro de sus himnos, "Overkill". Muy buen concierto de la banda afincada en Los Ángeles que sirvió para contentar a sus fans y convencer a los que no lo eran tanto. Esperamos volver a verte pronto por nuestro país ¡oh gran Lemmy!

 

Hay quien tuvo sus dudas sobre qué ver después de Mötorhead, pero nosotros lo teníamos claro y no nos íbamos a perder una de las últimas oportunidades en poder ver a Nuclear Assault. Si antes os hemos dicho que Joel Grind dejó el listón bien alto, John Connelly cogió el testigo y arrasó con todo Viveiro. Thrash metal en su mejor forma con el que no pudimos parar de movernos en todo momento, ni nosotros ni el resto del público. “Rise from the Ashes”, “Critical Mass”, “Game Over” o las divertidísimas “Butt Fuck” o “Hangt he Pope” fueron alguna de las canciones con las que nos deleitaron los yanquis. Os lo decimos bien alto, si tenéis oportunidad de verlos en esta gira final que están dando, ¡no os los perdáis!

 

Tarde, debido al retraso sufrido por Mötorhead, subió Children of Bodom, la banda de Alexi Laiho, al Main Stage del Resurrection Fest. Como veinte minutos de retraso que les obligó a recortar el tiempo del concierto a sólo cincuenta minutos. Y eso no fue todo. Nada más salir a escena el sonido de los finlandeses dejaba bastante que desear, con una voz de su frontman que casi no se oía en el público y un sonido de la banda bastante mediocre y eso que estamos siendo generosos. Bastantes fallos de equipo en general, como los numerosos silencios del bajo o el teclado, fueron la línea que siguió el concierto que comenzó con "Are You Dead Yet?". Parecía que la cosa mejoraba cuando empezó a sonar "Hate Me" aunque también sufrieron para terminarla con algunos retoques en el propio escenario. Los problemas se resolvieron a tiempo para cerrar el concierto con "Downfall" e "In YourF ace" de las que el numeroso público que se había acercado a verlos pudo disfrutar, por fin, en condiciones. En general fue un concierto bastante marcado por los fallos técnicos y por el recorte de tiempo del que dispusieron. No fue la mejor noche par Alexi Laiho y compañía quienes, eso sí, se esforzaron al máximo por satisfacer a sus fans. Pero como se dice coloquialmente "cuando no se puede, no se puede".  

 

Tras el decepcionante bolo de Alexi, fuimos al Ritual Stage a que Terror nos reanimara un poco. Tal fue la reanimación que si bien dijimos que íbamos a verlos de tranquis, acabamos metiéndonos en pleno meollo a cantar y saltar. Como pasó en el Hellfest Open Air, las voces seguían a cargo de su bajista. Por suerte a David se le da bastante bien llevar el rol de frontman y defendió con mucha energía y compostura el repertorio de Terror. Como era de esperar terminaron con “Keepers of the Faith”, su buque insignia, pero entre golpe y golpe también disfrutamos de otros temas como “One With the Underdogs” o “Always the HardWay”. Otro de los grandes shows del viernes y lo que estaba aún por llegar…

 

Regresábamos al escenario principal para presenciar lo que, en nuestra humilde opinión, fue el mejor bolo de los tres días. In Flames esa noche estuvieron soberbios y a más de uno chaparon la boca e hicieron tragarse eso de que ahora ya no valen ni para tocar en la feria. Les hemos visto dar conciertos lamentables y Anders Friden nos tiene acostumbrados a tener la voz en muy baja forma pero lo de aquel viernes fue legendario. Tuvieron un sonido perfecto, un set más que decente y Anders estaba cantando bien. ¡Estaba cantando bien! Y Björn, por supuesto, sigue siendo el rey de la banda. Hemos perdido la cuenta de los años que llevábamos sin verle en tan buenas condiciones. Sí, quizás faltó alguna vieja gloria más, pero “Bullet Ride” del Clayman nos vino como caída del cielo. Vaya, la cosa fue tan y tan bien, que hasta “Deliver Us” del tedioso Sound of a Playground Fading nos gustó. Además del buen sonido, hay que mencionar que el técnico de luces hizo un espléndido trabajo y todo el concierto tuvo un ambiente a pedir de boca. Sonaron grandes clásicos como “Only for the Weak”, con la que empezarían el concierto, “Cloud Connected” o “The Quiet Place”. “The Mirrors Truth” sonó impresionante mientras que una inesperada “The Chosen Pessimist” nos ponía la piel de gallina con ese verso desgarrador que supone “FaithI’mdying, slowly…”. Hasta hubo tiempo para que un tal Javier subiera del público a cantar “Take this Life” junto a sus ídolos e hiciera a Anders bromear con que ya se podía retirar tranquilo. El show finalizaba con la ya clásica “My Sweet Shadow” dejándonos a todos estupefactos ante lo que habíamos visto. Después de esto, hemos tenido que reconsiderar lo de no volver a pisar una gira de los suecos.

 

Y con tal adrenalina metida en el cuerpo, era imposible que nos fuéramos a dormir sin antes descargarnos un poco en The Exploited. Un setlist plagado de clásicos de una de las bandas míticas del género que consiguieron, una vez más, subir a medio público al escenario en “Sex of Violence”. Estábamos todos cansados después de llevar todo el día de pie, pero eso no nos paró a la hora de cantar, saltar y bailar al ritmo de “Dogs of War”, “I Believe in Anarchy” o “FucktheSystem”. Y ahora sí, tras 50 minutos de puro punk, nos íbamos a dormir para darlo todo en el último día del festival. De camino pudimos escuchar algo de Abaixo Cu Sistema y hay que reconocerles que su parecido con System of a Down era muy logrado, pero el sábado se presentaba muy intenso y teníamos que estar al 100%.

 

Crónica: Xell y Pif
Fotos: Resurrection Fest


Crónica día 1 - Warm up!
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