Tras relataros lo acontecido el primer día de festival, regresamos de nuevo a Villena de la mano de Sorgintxo e Iribarren para vivir la segunda jornada del Leyendas del Rock. Gamma Ray, Amaranthe, Sonata Arctica, Death to All, Destruction, Within Temptation y mucos más os esperan en una crónica en la que contamos con el gran Sergio Blanco como fotógrafo invitado.

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El juevesarrancábamos la tarde con el sexteto nórdico Amaranthe, que fue la última incorporación al cartel al cancelar los estadounidenses Halestorm su correspondiente actuación en el festival. Con un calor extremo comenzábamos a ocupar nuestras posiciones delante del escenario Jesús de la Rosa, los escandinavos hacían acto de presencia y comenzaban el show con “Digital World” perteneciente a su último trabajo de estudio “Massive Addictive.” A partir de ahí un concierto de 50 minutos interactivo y muy dinámico que se vio empañado por un sonido que dejaba mucho que desear, a pesar de ello la banda consiguió calentar el ambiente y con sus himnos más conocidos, entre ellos “Hunger”, “1000000 Lightyears”, “Afterlife” o “Amaranthine”, acabamos todos saltando y coreando.

El relevo de los suecos lo tomaban Destruction, Marcel Schimmer y los suyos eran uno de los platos fuertes del festival. No en vano The Big Teutonic fFour fue una de las confirmaciones estrella, el “splitband” está formado por las bandas Destruction junto a Kreator, Sodom y Tankard que harían delirar a todos los amantes del thrash metal el sábado día 8. Del concierto de los teutones decir que desde el minuto uno, salieron motivadísimos y a degüello y el público enloqueció y a pesar de los treinta y pico grados y el sol de justicia que en ese momento lucía en el polideportivo de Villena, al final de su asalto a más de uno le hizo falta ir a por el collarín. Comenzaron la descarga con “Curse the Gods” a la que le siguieron “Mad Butcher” o “Nailed to the Cross” pero el sonido a pesar de que algo había mejorado con respecto a Amaranthe, seguía siendo bastante malo y así siguió la mayor parte de la tarde en escenarios principales (el mejor concierto en escenarios principales en cuanto a sonido ese día sería Sabaton a las 23:00). Pero los germanos no se limitaron a sus canciones más conocidas y también tuvieron su momento temas más nuevos como por ejemplo “Carnivore”.

Igual que había pasado con Amaranthe, con los fineses Sonata Arctica sufrimos un sonido embarullado, sobre todo cuando el doble bombo se hacía protagonista. No dieron tanta cancha a su debut como quizás era de esperar después de haberlo regrabado e intercalaron temas nuevos con más clásicos. Empezaron fuerte “White Pearl, Vlack Oceans” y siguieron con “X Marks the Spot”, que puede parecer una bizarrada de canción, pero que funcionó muy bien en directo. Pero la locura se desató con “Full Moon” y “8th Commandment”. Y es que la gente conectaba sobre todo con los temas más antiguos, como se pudo comprobar luego con “Destruction Preventer”. Es de agradecer que el habitualmente locuaz Tony fuera consciente de encontrarse en un festival y solo se explayase durante la presentación de esta canción. Personalmente echamos en falta que tocasen “San Sebastian”, tema muy especial para nosotros y que teníamos la ligera esperanza de poder escuchar.

Fleshgod Apocalypse, fue nuestro descubrimiento del festival, a priori se presentaba como difícil la decisión y es que mientras Sonata Arctica hacían su exhibición de power metal en el escenario Azucena, en el Mark Reale actuabael grupo italiano, al cual no habíamos visto nunca, pero que nos generaban una gran curiosidad. Cuando llegamos a su show ya había comenzado la primera canción y no tardamos mucho en caer en sus redes, por fin un sonido digno y una puesta en escena que cuidaba cada detalle, maquillaje y vestuario de los miembros de la banda incluidos. “Temptation” (a la cual no llegamos, pero como diría alguno, nuestros espías nos han chivado que sonó la primera) y “The Hypocrisy” sirvieron para abrir el concierto. Lo que más nos impactó fue el piano, que cobró protagonismo en el siguiente tema que pudimos escuchar “Minotaur (The wrath of Poseidon)” y en “The Violation”, así como la chica que hacía los coros que era una cantante de ópera. Sin duda una apuesta arriesgada pues a pesar de que el metal extremo se va haciendo hueco en los festivales de nuestro país poco a poco, todavía no estamos muy acostumbrados a ver bandas de este tipo en ellos.

Aunque Backyard Babies no era un grupo que hubiésemos escuchado mucho, quisimos ver su concierto debido a que están considerados uno de los grandes grupos de rock de los 90 y la verdad quedamos encantados con ellos. El buen sonido del concierto nos dió un atisbo de esperanza (esperanza que luego no se materializó del todo). En cualquier caso los de Dregen sonaron muy bien y demostraron porque su status de banda de culto a base de guitarrazos de puro rock. Absolutamente eléctricos, no pararon de moverse por el escenario y subirse a las pantallas, dieron uno de esos conciertos que se disfrutan aunque no te conozcas su repertorio.

Había mucha expectación para ver a Death To All, esa formación que rinde homenaje a uno de los grandes del metal, Chuck Schuldiner. Max Phelps realiza una formidable labor al frente de la banda, y para nosotros fue un lujo poder ver a uno de nuestros bajistas preferidos: Steve DiGiorgio, que saca pura magia de su bajo sin trastes. Se centraron sobre todo en las primeras obras de la discografía de Death y los fans de este grupo nos quedamos satisfechos de poder ver lo que sea quizás lo más cercano al original.

Una de las actuaciones que marcamos en nuestro planning nada más conocer los horarios fue la de Within Temptation. Asiduos a los festivales de nuestro territorio llevaban bastante tiempo sin visitarnos, la última vez que les vimos en directo fue en el Nvivo de 2013 en Bilbao. El Leyendas del Rock sirvió para que Sharon, como siempre una frontwoman llena de energía y que no paró de recorrer el escenario de arriba y abajo durante toda la actuación; y los suyos repasasen toda su discografía. Así empezando por la intro utilizada en su disco “Silent force”, a la que le siguió “Paradise”, single de su último disco “Hydra”, un tema que en estudio es un dueto con Tarja Turunen y que en directo a pesar de que Tarja no pudo estar físicamente, aparecieron imágenes de ella en las pantallas del fondo del escenario y pudimos escuchar su voz pregrabada para la ocasión. Pudimos escuchar también imprescindibles como “Stand my Ground”, “Mother Earth” o “Ice Queen”.

Para nosotros este fue el solape más doloroso del festival, pero teníamos muchísimas ganas de ver Blues Pills, así que tuvimos que dejar el concierto de nuestra querida Sharon a medías, pero no nos arrepentimos de nuestra decisión ya que disfrutamos de un conciertazo. Arrancaron con “High Class Woman” y fueron deleitándonos con una canción tras otra de esas píldoras de blues con toques de psicodelia setentera y metal que los hace inconfundibles. Elin, descalza, no paraba de moverse por el escenario, bailando sin parar cuando sus compañeros, más estáticos se sumergían en pasajes instrumentales. Terminaron con “Devil Man”, cuyo inicio a cappella seguro que puso la piel de gallina a más de uno.

Y sin tiempo de recuperarnos del buen sabor de boca que nos dejaron tanto Within Temptation como Blues Pills llegaba otro de los platos fuertes de ese día para nosotros. Una vez más los suecos Sabaton salían a escena y allí estábamos para verles,ya que se trata de una apuesta segura que nunca falla. Para entonces ya de noche y habiendo refrescado un poco el ambiente el escenario Azucena presentaba un lleno considerable. Como siempre los acordes del eterno himno “The Final Countdown” de los también suecos Europe servían para dar la bienvenida al quinteto sobre las tablas. A partir de ahí 70 minutos de delirio en el que el público se fundió con la banda y durante los cuales por fin pudimos gozar un sonido más que aceptable en los escenarios del campo de fútbol. Los asiduos de sus conciertos no nos sorprendíamos de ver a los nórdicos una vez más con sus pantalones de camuflaje, sus instrumentos customizados y el famoso chaleco de abdominales metálicas que siempre luce Joakim en los conciertos. Tampoco faltaron esta vez las bromas y los “piques” entre los componentes y el coqueteo de Joakim con la guitarra.
El setlist elegido fue prácticamente calcado al ofrecido en el Rock fest 10 días antes y entre otros temas pudimos escuchar “Ghost Division”, “To Hell and Back”, “Screaming Eagles”, “The Art of War” o “Aterus Dominatus” que sirvió para intentar marcar el final del asalto. Pero como todos sabíamos el reloj nos decía que faltaban varios minutos de actuación así que el quinteto volvió a adueñarse de las tablas y fue el tiempo para imprescindibles de sus conciertos como “Primo Victoria” en la que todo el público saltaba al unísono o “Metal Crüe”.

Siempre nos ha gustado la puesta en escena de Gamma Ray con Kai al frente pero este festival no ha sido su festival así que después de escuchar un par de canciones nos dividimos para dirigir mis pasos de nuevo al tercer escenario, a veces olvidado, para ver la mitad restante de la actuación de Kataklysm. Los canadienses estaban en el cenit de su brutal descarga death metalera. Bastante gente abarrotaba el frontón cuando llegué y aunque mucha de aquellas personas aprovechaba las gradas para ver el show sentado y así poder tomar algo de respiro para encarar la parte final del día era muy difícil mantenerse sentado ante la solidez mostrada por los americanos en el escenario.

Quizás debermos haber ido ambos al tercer escenario a ver a Kataklysm, pero la nostalgia me pudo y me quede a ver a Gamma Ray. Si antes he dicho que Tony Kakko fue consciente de estar en un festival, esto parecía no importarle al señor Hansen, ya que me parecía que alargaba de manera innecesaria las canciones con secciones en las que hacia cantar el público los estribillos. Esto es algo que puede ser divertido y que puede hacerse bien (Edguy lo haría unos días después) pero me pareció que abusaron de este recurso. Además se la jugaron con “Dream Healer”, gran tema, pero que quizás no sea el más apropiado para un directo. Por fortuna el concierto tuvo momentos memorables, como “Rebellion in Dreamland” o el final con “Send me a Sign”, lo cual me dejó con sensaciones encontradas para cerrar el día.

 

Crónica: Sorgintxo e Iribarren
Fotos: Sorgintxo & Sergio Blanco