A principios de Julio tuvo lugar la undécima edición del Resurrection, el festival celebrado en Viveiro (Galicia) que llegaba por primera vez con un sold out bajo el brazo. Allí mandamos a nuestras redactoras Xell e Ireth, que no se quisieron perder ningún detalle. Hoy nos traen la primera parte de la crónica, correspondiente al jueves, primera jornada del mismo.

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Por tercer año consecutivo, nuestro equipo volvía al Resurrection Fest. En esta ocasión y por motivos laborales, tuvimos que perdernos la fiesta presentación, pero estamos convencidos que SkindredNarco y el resto de bandas dieron un espectáculo difícil de olvidar. Llegando a Viveiro el jueves bien pronto, pudimos encontrar lugar en la acampada C, donde teníamos muy cerca la playa (y a la que fuimos en más de una ocasión a darnos un chapuzón). No tuvimos problema para llegar al recinto, ya que con bastante frecuencia teníamos un autobús que nos llevaba desde la zona de la acampada hasta la zona de conciertos. No pudimos llegar a tiempo para la actuación de Minor Empires, aunque algo de ellos pudimos escuchar mientras recogíamos nuestra acreditación.

Fuimos directos al Ritual Stage para poder ver, una vez más, a Viva Belgrado. Lo de estos cordobeses es espectacular, la manera que han sabido conectar con el público y, lo más importante, fidelizarlo. Con tremenda puntualidad, Cándido y compañía saltaban a escena con “Baltica”, el primer tema de su Flores, Carne.  Seguida de “Carne y Flor”, con el público gritando a pleno pulmón “es el precio a pagar por estas canciones” y “Madreselva”, en el mismo orden que el disco. Se les podrá achacar de falta de técnica, o de que el bajo parece que no exista en directo, pero a la voz de Cándido poco podemos decirle. Además, el nivel compositivo de los temas y lo que son capaces de transmitir, compensa cualquier carencia que puedan tener en el escenario. Sin duda fue una gran manera de empezar el show.

Teníamos intención de ver Implore, pero el mal sonido del Chaos Stage –gracias en parte al viento—hizo que su actuación fuese un barullo y preferimos irnos a dar una vuelta para no quedarnos con mal sabor de boca.

Regresábamos al Ritual Stage para disfrutar Norma Jean, una de las bandas que más ansiábamos ver. Nos pusimos en las primeras filas, esquivando como podíamos los enormes charcos que se habían producido debido a la lluvia torrencial del miércoles y presenciamos uno de los mejores conciertos del fin de semana. Los de Atlanta lo hacen tan bien, que hasta se olvida que su metalcore sea de corte cristiano.La voz de Cory sonó espectacular y temas como “The Anthem of the Angry Brides” o “The End of All Things Will Be Televised” nos encantaron. También presenciamos los primeros pits de la jornada. El festival no podría estar yendo mejor.

Estrenábamos el escenario principal y con él también nos llevábamos nuestra primera decepción. Lo de Tesseract fue de llorera total y no precisamente por emocionarnos. No sonaron bien y lo que es peor de todo, la voz de Daniel fue bastante lamentable. Entendemos que cuando tocan temas del Altered State, Daniel no llegue bien. Son temas que fueron creados para el registro vocal de Ashe y al igual que este no podía cantar perfectamente las de One, es normal que Tompkins no pueda con estas. Pero es que hasta “Concealing Fate 2” y “Concealing Fate 3” sonaron mal. Desconocemos si tuvieron un mal día, pero pese a que nunca les hemos visto dar un concierto de sobresaliente, sin ir más lejos lo de la primera edición del Be Prog! My Friend, en 2014, fue infinitamente mejor.

Desde California Sick to Your guns siguieron la estela de Norma Jean en el Ritual. La banda de hardcore a pesar de disfrutar en su inicio de un sonido terrible (algo que parecía contagiarse actuación tras actuación en esta primera jornada) se las apaño para que los fans que se acercaron salieran satisfechos. Vinieron con Disobedient, su último título bajo el brazo. Generaron pogos en un Ritual que deben ser destacardos por el pantanal que se había formado en medio de la carpa, aunque los más valientes no dudaron en hacer caso a las exigencias de Wall of Death que vinieron por parte de Jesse. A pesar del sonido, se marcaron un directo redondo, mostrando como debe ser una banda en el escenario.

Y mientras unos veían a Stick to Your Guns, otros preferimos quedarnos con una de las mejores bandas del panorama nacional. Wormed por fin están empezando a recoger los frutos de tantos años de esfuerzo y su último disco, Krigshu, les ha llevado aún más lejos. Lamentablemente, el sonido del Chaos Stage les pasó factura y no sonaron tan bien como deberían. Pese a ello, los allí presentes lo gozamos al máximo el brutal/death metal técnico de los de Madrid y es que el ahora cuarteto lo dio todo. Hay que decir que, pese a que ahora cuenten con solo un guitarra, su directo no ha mermado en absoluto y Migueloud es capaz de llevar con el peso de la guitarra él solo. Una pena que el viento no acompañara y no pudiéramos escucharles como se merecen.

Tras Wormed, era momento de volver al Mainstage, esta vez para While She Sleeps que con solo dos álbumes de estudio en el mercado demostraron porqué están de moda en el panorama metalcore. Los británicos estuvieron impecables en el Main sTage bajo un sol que a pesar de ser ya las siete de la tarde pegaba fuerte. Lawrence Taylor, puro nervio y todo un líder les puso las cosas complicadas a los seguratas hacia el final, no solo se acercó al público para cantar con ellos, sino que decidió dejarse caer y que la gente lo pasará. El propio Lawrence lo gozaba mientras el público se encendía por última vez, pues el show estaba llegando a su fin. “Brainwasted”, “This is The Six”, “Our Courage, Our Cancer” y “Seven Hills” fueronalgunos de los temas que tocaron con una energía contagiosa. Un buen concierto y muy recomendables de ver.

Mientras esperábamos a Bad Religion, hicimos tiempo cerca del Ritual dondelos punkarras the Casualties, ampliamente conocidos en el mundo del punk, la estaban liando gorda. Nada más llegar vimos que el show prometía. El Street punk con regusto a los años 90 comandado por un Herrera que aprovecho que conocía el idioma para dedicarnos unas palabras, entre ellas decirnos que debíamos cantar una canción archiconocida…La cucaracha, que según él aquí debíamos conocer muy bien. Y razón no le faltó…

De vuelta al escenario principal para el que, probablemente, sería el concierto del día. Lo de Bad Religion fue una fiesta continua, temazo tras temazo. De todas las épocas y para todos los gustos, todo el mundo quedó contento con su actuación. Para los estadounidenses no pasan los años y siguen igual que el primer día, especialmente la voz de Greg, que se mantuvo con una actitud muy simpática durante todo el show.“21st Century Boy”, “Generator”, “Punk Rock Song”, “Fuck Armaggedon… This is Hell”, “Infected” o “American Jesus” fueron algunos de los clásicos que tocaron.  Increíble que tras casi 40 años en activo, sepan mantener vivo la llama del punk rock.

Con Rotting Christ por fin pudimos ver el Chaos Stage sonar en condiciones. Además se conjuntaron los astros y los griegos dieron un concierto de aúpa. Buen setlist, buen sonido y con un Sakis la mar de chisposo intentando hablar en español. Pese a estar tocando Walls of Jericho a la vez que los griegos, éramos muchos los allí congregados, otra prueba más de la indudable calidad de formación de Atenas. Les faltó “Non Serviam” pero en su lugar tocarían “Athanati Este”, “Societas Satanas”, “The Sign of Evil Existence” y “Noctis Era”, así como temas de su último álbum Rituals.

Mientras Rotting Christ encendían el Chaos, Walls of Jericho hicieron lo propio en el Ritual, al que pusieron patas arriba a pesar de los pantanales que había en la carpa. Candace demostró ser una mujer de armas tomar. Así que cogió las riendas de su banda y a todo el Ritual para dirigirlos en una avalancha de agresividad y adrenalina en forma de pogos que dejó el estado del poco césped que ya quedaba en la carpa todavía en peores condiciones. Un vendaval con mucha fuerza es lo que paso por el Ritual.

Siguiendo con lo que se cocía (nunca mejor dicho) en el Mainsatge nos encontramos con unos Bring Me The Horizon, que si en Clisson gozaron de un gran público, el Resurrection no se quedó corto. A pesar de lo muy criticados que son, solo hacía falta ver como estaba de lleno para afirmar que están de moda y eso recae en que algo deben de estar haciendo bien ¿el culpable de su éxito? Seguramente la unión de factores entre el descarado Oliver Skyes y el encontrar una fusión rítmica muy pegadiza entre la electrónica y el metalcore.  Oliver vestido con sus mejores atuendos (y nosotros nos reíamos de los vestidos de Tarja y Sharon del Hellfest) se creció ante la massa de gente que se empujaba para conseguir un sitio lo más adelantado posible, él cantaba y el público lo seguía. El no tan chico hubiera podido hacer lo que quisiera con la gente si impedimento. Los empujones empezaron con “Happy Song” que marcó el inició de uno de los mejores shows del día. Con cada tema se hicieron más fuertes y descargaron con más ganas “True Friends”, “Avalanch” y “Throne” llegaron al calificativo de locura. Un show terriblemente caluroso, pero donde nos lo pasamos en grande.

Y llegados a este punto nos faltaba por ver los cabezas del viernes. Volbeat no serán reconocidos por su afán de corretear por el escenario o de dar un espéctaculo de saltos y agresividad, la mayor parte de su set list lo impide de hecho. No obstante, para que un show sea intenso no siempre es necesario recurrir a esos recursos, los daneses se marcaron un directo de hora y media, como su estatus de cabezas de cartel les permitía, en el que fueron intensos y propensos a sus fans.  Si alguna queja tuvimos en el Hellfest acerca de su actuación, estas se diluyeron, pues estuvieron más entusiasmados y descargaron con garra temas como “Heaven nor Hell”, “A Warrior’s Call”, “I Only Want to Be With You” que sonaron sin pausa entre ellas, pronosticando un buen recital. “Hallelujah Goat, “For Evigt” y “The Mirror and The Ripper” ya en los bises cerrando, fueron temas clímax. El público estaba encantado con ellos y ellos con el público. Al que regalaron incluso una versión de Jhonny Cash de “Sad Man’s Tongue” que quedará para siempre en el recuerdo.

Y hasta aquí aguantamos, el viaje hasta Viveiro había sido largo así que decidimos retirarnos a nuestra morada en el camping C, sabiendo que algunos de los mejores conciertos del festival ya habían tenido lugar, como Bring Me The Horizon, Bad Religion, Volbeat y Rotting Christ, pero que aún nos faltaba mucho por ver y por lo tanto nos convenía ir descansados.

Crónica: Xell e Ireth
Fotos: Resurrection Fest