La segunda jornada del Resurrection Fest nos trajo el 30 aniversario de The Offspring, a Gojira marcándose un gran recital, el homenaje al alcalde de Viveiro y muchas otras cosas de la mano de Hamlet, Desakato, Protest the Hero y Dark Tranquility entre otros.
¿Quieres saber cómo fue el segundo día del festival gallego? ¡Entra ya para leer lo que nos cuentan Xell e Ireth!
Segundo día de festival y con las pilas cargadas nos dirigíamos al recinto. No llegamos a tiempo para Thirteen Bled Promises, pero oímos de boca de unos conocidos que habían sido de lo mejor que llevaban de festival. A los que sí pudimos ver en el Ritual Stage fue a los chicos de Blowfuse. ¡Menudo espectáculo! El cuarteto de la ciudad condal dio, probablemente, uno de los conciertos más locos de todo el fin de semana. Sí, es habitual esa dosis de locura en sus shows, pero el salto que pegó Oscar ese mediodía fue de órdago. Por lo demás, punk rock del de llevar el skateboard debajo del brazo, con mucha caña y muy buen rollo. Los hemos visto un sinfín de veces por la ciudad, pero no nos cansamos nunca de ellos. Esperemos que en su próxima vez, pueda gozar de un poco más de tiempo.
Salimos del Ritual para ver a los asturianos Desakato, una de esas bandas que en los últimos años ha pegado un gran salto, la formación con tendencias rockeras de Llanera, tuvieron la oportunidad de presentar su último álbum, “La Teoría del Fuego”, al público del Resurrection en el escenario principal, un último retoño para el que se encuentran actualmente en una extensa gira. Y qué decir de su show, que no se haya dicho antes, siempre tan agresivos, tan intensos y enérgicos. Consiguieron que sus fans se fueran satisfechos a casa y convencieron de seguro a más de uno. Para la hora que era poco lleno no estaba precisamente. Su actuación al igual que ellos mismos fue subiendo en intensidad pasando por "La Ira de los hambrientos", "Trompetas de Cericó, "La Tormenta" y "Pánico en Frankfurt" que cerraron un bolo redondo.
Aún bajo loa protección de la pancarta de “La Ira”, Hamlet acudían al Resurrection de nuevo en el Mainstage pero un poco más tarde que la última edición, según palabras de Molly cada vez nos acercamos más a la noche. Iniciaron una tormenta agresiva que se llevó por delante a las filas delanteras y siguiendo con la dinámica de ver cantantes entre el público, el mismo Molly protagonizó un Wall of Death en el que el personaje que siempre está en medio y piensas “va a morir”, fue él (y el fotógrafo que paso corriendo para no perderse la foto). “Egoísmo”, "Muérdesela", "Tu Medicina" y “Jodido Facha”.
De nuevo visitando el Ritual Stage con un Joel Quartuccio de Being As An Ocean, especialmente motivado, lástima de que el resto no fueran tan desmelenados como su cantante quien siguiendo la dinámica que empezamos a ver con Blowfuse también se fundió con el público de un salto y se dejó llevar a lomos de sus fans. A pesar de que no estuvieran haciendo un mal show, su hardcore de corte melódico quizás no era el idóneo, se podría decir que ese no era precisamente el momento de Being As An Oean, demasiada tranquilidad entre tormentas. A pesar de que esa fuera nuestra impresión, un más que considerable número de personas estuvieron a pleno pulmón acompañándoles.
Una vez más en el mainstage para disfrutar de un grupazo llamado Protest the Hero. Los canadienses desplegaron toda su fuerza durante los 45 minutos de actuación, empezando con “Bloodmeat”. Se centraron en su último disco (si omitimos el ep a plazos que nos han lanzado) Volition y nos sorprendió que no tocasen nada de su debut. Eso sí, la voz de Walker estuvo de diez, como es habitual. No falló un solo registro y sonaba bien tanto en las primeras filas (no pudimos evitar adentrarnos un poco en el meollo) como en la zona de sombra que había en una de las torres. “Sequoia Throne”, “C’est la Vie” o “Mist”, con la que terminaban el concierto, fueron alguna de las piezas que nos interpretaron los de Canadá. Todo un lujo poder disfrutar de un directo como el suyo.
Tras los canadienses tuvimos un rato de descanso bien merecido que aprovechamos de nuevo para pasearnos por el recinto, más poblado ya que la jornada anterior por un buen número de camisetas de Iron Maiden (se notaba que el día señalado estaba ya cerca) y cómo era de esperar, el olor de los abundantes puestos de comida en la zona de la noria, nos dieron hambre. Dónde elegir había y los precios asequibles.
Una vez descansadas volvimos al Ritual donde nos aguardaba de Frank Carter & The Rattlesnakes, para quienes no lo sepan, una banda inglesa de hardcore punk formada por el bueno de Frank, frontman también de Gallows y Pure Love, quien vestido con un traje espantosamente hortera puso literalmente el Ritual a sus pies. Ni corto ni perezoso, el inglés no solo surfeo con el público y cantó con él, sino que hizo que le llevaran de pie (milagroso su equilibrio en una sala donde la mitad resbalábamos por el barro), además de montar un circle pit en el que se quedó en medio, viendo como sus humildes fans llegados a uno de los extremos del circle se caían por la resbaladiza tierra. Pero si hablamos de liarla, no podemos olvidar cuando subieron los niños y niñas del Resukids, a los que logró a pesar de su timidez inicial, hacer saltar y gritar como si les fuera la vida. Los niños le adoran, el Ritual le adora, nosotras le adoramos. Todo un genio encima de un escenario. El rey del caos en resumen.
Lo de Gojira ya fueron palabras mayores. Si en 2014 en ese mismo escenario nos dejaron del revés, este año no se quedaron cortos. Con nuevo álbum bajo el brazo, Magma, los franceses salieron al escenario principal a descargar su directo con fuerza. Como anécdota, el bajista Jean-Michel llevaba puesta una camiseta de Toundra. Los hermanos Duplantier, cada uno en lo suyo, estuvieron excepcionales y el sonido del escenario también les acompañó. No se olvidaron de tocar clásicos como “Toxic Garbage Island”, “Backbone”, “The Heaviest Matter of the Universe” y, sobretodo, “Flying Whales”. Ver tocar este tema a Gojira es simplemente una experiencia difícil de explicar en palabras, casi perfecta. Por supuesto, el cuarteto también presentó temas de su último álbum, “Silvera”, “Stranded” y “Only Pain”. Con “Vacuity” daban carpetazo a su concierto, con la noche ya hecha y nos dirigimos hacia el Chaos Stage con una sonrisa de oreja a oreja. Si es que, lo de esta banda ya es de otra liga.
Lo de Dark Tranquillity fue extraño. Nosotras disfrutamos un montón, pues Mikael Stanne sigue siendo uno de los mejores frontmans que una banda de metal pueda tener. Pero los cambios de formación, las caras nuevas y esa maldita manía de los suecos por olvidarse el The Gallery en sus setlist de festival, hizo que termináramos la actuación con un sabor algo agridulce. Más dulce, que agrio, pero agridulce al fin y al cabo. Salieron a escena con la ayuda de unas proyecciones, en las que primero salió una cuenta atrás y luego iban reproduciendo los vídeos de los temas que tocaban o las letras de estas. El sonido, una vez más, no fue el idóneo en el Chaos Stage y el setlist, como íbamos adelantando, tampoco fue el mejor. Llevan años repitiéndose y si bien esta vez tocaron “White Noise / Black Silence” que no es tan típica, cayeron en la repetición con “The Wonders at your Feet”. “ThereIn” fue bastante mágica, con todo el público cantando a la vez que Stanne y con “Final Resistance” hicieron que todos saltáramos una y otra vez. Fue un concierto entretenido, en el que Stanne recogió una bandera gallega con el logo de la banda y donde nos lo pasamos muy bien, pero al que le faltó algo para hacerlo un buen concierto.
La condición de cabezas de cartel pareció sentar bien a los californianos The Offspring que en su concierto del Hellfest nos decepcionaron. Por contrapartida la actuación del Resu no es que no tuviera nada que ver porqué más dinámicos aún pueden serlo, pero que estaban más encantados con la situación y eso se traducia en mostrar entusiasmo en lo que hacían. El setlist del 30 aniversario de la formación, es sencillamente una joya. Cualquiera que haya escuchado la banda en su adolescencia o juventud y que quiera gozar de temas del Americana, Smash, Ixnay on the Hombre o Conspiracy of One no debería perderse este tour. Como siempre, quien puso la carne en el asador fue el bueno de Greg K, aunque Dexter Holland se mostró con más garra (de Noodles mejor no hablar) y contento (aunque no tanto como el batería que lo gozaba cual quinzeañero). Una hora y diez que les valió para añadir una versión en piano de “Gone Away” del Ixnay on The Hombre y para llevarnos en un viaje en el tiempo con “Come Out And Play”, “Original Prankster”, “Bad Habbit”, (Can’t Get My) Head Around You y otros tantos clásicos que sirvieron para darse cuenta de una cosa: en una gira 30 aniversario los propios Offspring parecen afirmar que todo lo bueno que hicieron acabó en 2004, dejando solo de esta ýultima década “You’re Gonna Go Far Kid”, “Coming For You” y “Kristy, Are You Doing Okay?” y tocaron la friolera del 19 temas. Para el recuerdo personal quedarán los bises con “Americana” y “Self Esteem”.
Antes de ver a Turisas, queríamos darnos una vuelta por Madball ya que es una banda que nunca defrauda. Lamentablemente, poco pudimos ver. Y es que, ¿a quién se le ocurrió ponerlos en el Ritual Stage? No se cabía ni un alma. Al menos, sonaban bien y por lo que pudimos oír después, le hicieron un homenaje al difunto alcalde de Viveiro, Melchor, sin el que el Resurrection no podría haber salido adelante.
Bajo sus atuendos de guerra y los vitores de sus fans que parecían caballeros a punto de marchar hacia la batalla, Turisas empezaron su festín con “The March of The Varangian Guard”. La cosa prometía, el sonido no. Los fineses se llevaron el premio a las cosas extrañas con la cover más conocida de ellos. Todos sabemos que “Rasputin” de Boney M. no la pueden tocar así pues ¿que hicieron? Una versión de su versión, un tanto rara, más bien un camuflaje curioso pero efectivo realmente. Y ya puestos a liarla, la banda se olvidó por completo que su actuación tenía programadas 55 minutos, con lo que creyendo que tenían 15 minutos extra nos ofrecieron “Stand Up and Fight”. Solo podían ser Turisas…
Una nueva noche en la que The Offspring mostraton que pueden currarse un poco sus directos si quieren, en la que Madball enlataron a la gente en el Ritual y tuvieron el detalle del día, el Chaos confirmo que no sería el mejor escenario para escuchar una banda y Gojira se marcaron un festivalazo.
Solo restaba un día y las sensaciones del festival estaban muy bien encaminadas, aunque todos sabíamos que lo gordo estaba por llegar. La doncella de hierro tenía en sus manos la última palabra.
Crónica: Xell e Ireth
Fotos: Resurrection Fest