Cerramos hoy nuestro relato del pasado Wolfest con la crónica del segundo día en el que la sala Sir Laurens de Oviedo acogió los directos de Stray From the Path, Capsize, We Ride, Redset, Bellako, Cannibal Grandpa, Blobfish y Los Montañeros de Kentucky.

¿A qué esperas?

 

 

Una vez reposada la resaca de la primera jornada, bajo la habitual e incesante lluvia de otoño me encaminé nuevamente a la Sala Sir Laurens, en esta ocasión a las tempranas seis de la tarde, pues el número de bandas para esta segunda velada se incrementaba.
Jugada muy astuta la del Wolfest, tomar una gira Route Resurrection con Stray From the Path, Capsize y We Ride y rodear al trio de cinco bandas más que revalorizaron el conjunto e hicieron que el sábado fuese un día triunfal, de otro modo no estoy seguro que la gira hubiera congregado un cuarto del público del sábado a su paso por Asturies en las mismas condiciones que en Madrid y Barcelona.

Conjeturas aparte, el sábado arrancó a las 18:24 con Blobfish. Los de Vegadeo tuvieron que hacer frente a la siempre difícil tarea de abrir un festival con muchas bandas por delante, poco público y el respetable aún demasiado frio. Sin embargo el quinteto salió a por todas (mención para Luis, su vocalista, quien tuvo el valor de cantar uno/dos temas con una asfixiante máscara imitando al pez que da nombre al grupo) y consiguió animar al personal. Mucha contundencia y una presencia escénica propia de bandas con más tablas fue el sustento de los temas de su disco “Abyss”, tales como “Hank the Toad”, “Agonía” o “Aokigahara”.
Buen comienzo para el festival con una banda que a buen seguro dará mucho de qué hablar en un futuro en la escena astur.

Redset fue el segundo plato de la noche. El grupo celebra su décimo aniversario como banda, pero ha sido su último disco “Chinatown” el que le ha dado el empujón definitivo.  Embarcado en la gira de presentación de su álbum el cuarteto ofreció un concierto que fue de menos a más en intensidad, apoyado primordialmente en la gran labor vocal de Dani y su carisma sobre el escenario. En ese aspecto hecho un poco de menos que el resto del grupo acompañe al vocalista aportando algo más de dinamismo, pero es un detalle que cada concierto se va a puliendo. Lo cierto es que pocos defectos se le pueden sacar a esta banda. Quizás en esta ocasión el grupo me sonó menos compacto que en otras ocasiones, pero poco importó, cuando hay buenos temas y calidad en el escenario es muy difícil que algo lo empañe.
En Turón saben bien cómo se debe hacer el metal.

El sonido de una motosierra  anunciaba el inició de Los Montañeros de Kentucky y cual fue mi sorpresa al ver que no se trataba de un sonido pregrabado si no que Ivo portaba una motosierra de verdad. A partir de ahí se terminaron los juegos, sin ninguna concesión el grupo de León comenzó a montar los primeros circles pits en el centenar de personas que había por entonces en la sala.
Temas como “Escoria”, “Medievo”, “Sala de Espiece” o “La Montaña de la Vida” hicieron las delicias de los fans del hardcore y nos mostraron a un grupo muy contundente y en forma. Personalmente el combo me recordó a Cuernos de Chivo en algunos momentos y pensando en el Pre-Wolfest no pude evitar imaginarme la que podrían liar estas dos bandas en una gira conjunta…



Con We Ride comenzaba la gira Route Resurrection propiamente dicha y tras una intro con un sonido mejorable el grupo salió con ganas de dejar las cosas muy clara. En We Ride la entrega no se negocia, capitaneado por una tremenda Mimi en sus labores vocales, todo el grupo fue un torbellino.
Mientras caían temas como “Time is Now”, “On the Edge” o “Never Lower Your Head”, los pits en las primeras filas eran constantes a pesar de lo resbaladizo del suelo a causa de la condensación gracias al calor de la sala. Si debo poner un “pero” a su actuación ese fue que noté los coros un poco bajos de volumen para mi gusto. No obstante, fueron treinta minutos de pura intensidad, para repetir de nuevo.
Tras la separación de Wolf Down algunas voces criticaron el cambio de la banda alemana por We Ride, el grupo de Vigo contestó como se debe hacer, ofreciendo sobre el escenario todo lo que tenía.

Capsize fue para mí una decepción. Era el grupo que más ganas tenía de ver y no sé si es que me creé demasiadas expectativas pero no os exagero si os digo que para mi fueron lo peor de un festival intachable. ¿Los motivos? Principalmente tres: para empezar disparar el bajo queda raro, pero si encima este apenas tiene presencia, tiene bemoles la cosa. Por otro lado el estado vocal de Daniel dejaba mucho que desear en mi opinión, no sé si es la tónica habitual, pero su garganta no estuvo fina. Y finalmente, la actitud de la banda, vi a un grupo con más ganas de cubrir el expediente que de arrasar con todo, como si la gira se les estuviera haciendo larga a los músicos.
No me malinterpretéis, lo suyo fue un concierto correcto, pero esperaba mucho más de los de California, quizás el fallo fue mío, aunque ya sabéis, para gustos…



Los que no fallaron fueron Stray From the Path. Los de New York se marcaron un conciertazo que dejó encantados a propios y extraños. Capitaneados por un tremendo Drew que se supo llevar el público al bolsillo desde el primer momento con alguna palabra en castellano y un pequeño discurso contra el racismo, pusieron a toda la sala a botar. Un rodillo puro con la sala siendo un mar de pits, crowdsurfing y algún wall of death.
“Badge & A Bullet”, “Black Friday”, “Plead the Fifth” o “First World Problem Child” fueron algunos de los temas que descargó el grupo antes de cerrar con un coreado “Only Death is Real”. Sencillamente inapelables, directo muy contundente y de los que te hacen moverte quieras o no.

Tras Stray From the Path, momento para el descanso mientras se cambiaba el blackline en el que el equipo Jagger hizo acto de presencia para repartir pegatinas, chupitos y fotos por doquier. Aunque el personal estaba más por la labor de tomar aire que de otra cosa.

Cannibal Grandpa asumió la tarea de recuperar al personal para la causa y su deathcore pasó por Sir Laurens como una apisonadora. Obviando algún problema que cortó un poco el ritmo del show, vimos a una banda muy cohesionada y activa que sonó muy potente y dio buena cuenta de su nuevo disco “Septum Sigma Inferno”. Tremenda labor vocal de Fernando, por cierto,  el cual brilla con luz propia en un grupo que no da opción al relax.
Posiblemente su colocación en el orden del día jugó una mala pasada al grupo, ya que tras SFTP el cuerpo pedía algo menos brutal, pero aún así no creo que nadie pueda reprochar nada al grupo madrileño.

El broche final corrió a cargo de Bellako. Y lo suyo fue indescriptible. Los de Mataró salieron a arrasar y vaya si lo hiceron. Con un Payan hipermotivado, el grupo convirtió la sala en un pit en el que todos dejamos nuestras últimas fuerzas. “En Nombre de la Muerte”, “Infection”, “A Fallo”, “Al Infierno” o “El Precio de Existir” fueron alguno de los temas que la banda ofreció en uno de los conciertos más intensos que yo recuerdo.  
Fue además un detalle ver a Paltrut con una camiseta del Otero Brutal Fest, demostrando la buena sintonía de la banda con Asturies en general y Otero en particular.
Master class de hardcore y actitud desde el Maresme en cuarenta minutos. Sin duda uno de los ganadores del festival.

El segundo Wolfest puso el listón muy alto y demostró que el trabajo y la pasión por lo que haces son siempre una combinación ganadora. Respondió además el público asturiano convirtiendo las dos jornadas en una fiesta constante y arropando a todas las bandas.
Personalmente creo que poco más puedo hacer que agradecer a toda la crew del festival su labor y desear que el paso de gigante dado este año sea el inicio de una larga y próspera historia.
Ahora tan solo nos queda esperar a las primeras confirmaciones de la tercera edición. ¿Tenéis ganas? ¿Os animáis a pedir algún deseo?

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es