Rage, Ankor, Valkyria, Toxikull e IronWhat? por el módico precio de cero euros en Pozal de Gallinas. ¿Nos íbamos a perder una nueva edición del Atalaya Rock?
¡Aquí os dejamos la crónica de Luis Martín y las fotos de NachoGS!
Si el Atalaya Rock lleva siendo muchos años una cita ineludible para los metaleros de Castilla y para bastantes que se acercan a Pozal de Gallinas de otras comunidades, esta vez no iba a ser diferente. El sábado 12 de octubre el festival celebraba su 18º edición con un cartel muy atractivo y como siempre, gratuito y precios asequibles en barra. Este año, además, se contó con la novedad de tener una mesa para firmas donde todo aquel que quisiera se podía encontrar un ratito con las bandas. Los antecedentes son perfectos y si lo acompañas de unos horarios más que puntuales y de un sonido impoluto prácticamente siempre, tienes el cóctel preparado para un día perfecto.
A las 20:30 abrían fuego los vascos Valkyria con su último y buenísimo álbum "Indómito" bajo el brazo. Aunque algo más tarde se llenaría por completo el polideportivo, ya desde primera hora hubo mucha gente para ver al primer grupo, cosa que no en todos los Atalaya Rock que estado, y son muchos, ha pasado en absoluto. "La cuna del silencio" y "Ave inmortal" fueron las primeras de su repertorio lleno de canciones con estribillos coreables que tuvieron muy buena acogida. Había que aprovechar la ocasión y, ya que Carlos Nano (Dünedain y IronWhat?) estaba por allí, se subió a colaborar en "Cenizas de sangre" como ya hiciera en el disco. "Contracorriente" es un temazo que lamentablemente iba poniendo fin al concierto, que terminó finalmente con "Abatido" y "Código de honor", las dos únicas canciones de álbumes anteriores. Muy buen concierto de Valkyria, a los que lo único que les puedo reprochar es el uso quizá excesivo de samples de coros en los estribillos. 35 minutos que se me pasaron volando.
La banda más desconocida para mí eran Toxikull, la primera banda internacional del cartel. Los portugueses comenzaron su actuación de forma potentísima, muy thrasheros con "Nightraiser" y "Cursed and punished", aunque después pasaron a un heavy metal más clásico y llevadero que agradecí mucho. Su vocalista y guitarrista Lex Thunder presentaba en un castellano muy aceptable temas como "Around the world", "Battle dogs" o "Killer night" o "Under the southern light", dedicada a todos los fans, la más tranquila del show y con un solo final que me encantó. Toxikull completó una actuación de menos a más con "I will rock again", "Night shadows", "Iron fist" de Motorhead y la final "Metal defender". No los conocía de nada y me dejaron buen sabor de boca.
La noche continuaba con el principal reclamo de este año, los alemanes Rage y su gira de celebración de 40º aniversario. Los de Peavy Wagner tienen una treintena de discos y repasar una discografía tan prolífica en hora y media es algo complicado, como admitió el propio vocalista, que esperaba que nos gustara su selección en esta su segunda visita al Atalaya Rock. Comenzaron con la reciente "Cold desire", que es un temazo, para continuar con "Straight to hell", "Solitary man", "Black in mind" y "Refuge". Rage tuvieron muy buena acogida entre el público que cantaba sus canciones y ellos respondieron con un concierto perfectamente ejecutado y con mucha simpatía tanto de Peavy comunicándose en inglés como de su guitarrista Jean Bormann en un buen castellano. Jean, por cierto, es de esos músicos que llenan el escenario ellos solos, algo que se agradece en una banda formato trío. No para de moverse y de hacer headbanging, está muy activo a los coros y guturales… En fin, un gran fichaje.
El repertorio fue intercalando temas de todas las épocas de Rage, desde los 80 con "Don´t fear the winter", los 90 con "Days of december", "Back in time" o "End of all days" y del 2000 en adelante con "Great old ones", "Straight to hell" o "Under a black crown" de su disco más reciente, que es otro temazo y demuestra que Rage no está para vivir de las rentas. Cerraron con "Prayers of steel" y "Higher than the sky", que es una de esos éxitos que en directo se explota su estribillo hasta más allá del aburrimiento. Buen concierto de Rage, no los había visto nunca, les tenía ganas, y no me defraudaron.
Tras pasarse este verano por todos los festivales más grandes de Europa, Ankor daba su último concierto del año en el Atalaya Rock. Tenía muchas ganas de verlos, la espectacular serie de canciones que han sacado recientemente me tiene muy enganchadísimo y no podía esperar más. Iniciaron el concierto con uno de esos temazos, "Darkbeat". Tremendo. Al principio tuvieron un sonido algo irregular, bajo de volumen, especialmente el micrófono de Jessie, que se fue solucionando, y la guitarra de David, que para mi gusto sonó baja todo el concierto. "From marbles to cocaine", "Nana" y "Walking dead" continuaron el concierto de un grupo en el que sobresalen para bien dos integrantes. Una es Jessie Williams, que es un torbellino cantando tanto en limpio como en gutural y la otra es la batería Eleni Nota, es impresionante verla. Concentrada y pegándole a la batería como si se le fuera a prohibir. Hacía mucho tiempo que no me impresionaba tanto un batería.
Creo que a algunos seguidores de un heavy metal más clásico como el de Rage, Ankor les pilló un poco en fuera de juego y veían el concierto con cierto escepticismo, pero en las filas de adelante la situación era otro cantar, gente metidísima y a tope. "Stereo" abrió paso a "Oblivion", la más tranquila de todo el set y a la vez una de mis favoritas. "The legend of Charles the gigant" abró la veda de los circle pits y pogos, que ya no terminarían en todo el concierto. "Hill valley" gana enteros en directo y fue una de las mejores, una fiesta de saltos y globos incluidos. "Venom" es puro metalcore y "Shhh (I´m not gonna lose it)" es una especie de rap-metal que no me llaman tanto, pero sí lo hacen las dos últimas "Prisoner", brutísima en directo, espectacular y "Embers", otro temazo como la copa de un pino. Bolazo de Ankor, me encantó, a los que deseamos que sigan con el crecimiento brutal que están teniendo por todo el mundo y sigan la senda de canciones tan buenas que están sacando.
No me gustan los grupos tributo, pero esperé a que los pucelanos IronWhat?, que volvían a tocar tras bastantes años parados y cuentan con caras conocidas como Carlos y Alberto de Dünedain, salieran al escenario porque los he visto más veces y la verdad es que son muy buenos. No vi el concierto entero, porque tampoco soy gran fan de Iron Maiden y ya rondaban las tres de la mañana, pero me quedé lo suficiente como para escuchar algunos clásicos como "Two minutes to midnight", "Wasted years" y "The trooper". Como decía, no me llena demasiado ver un grupo imitar el vestuario y movimientos y tocar las canciones de otro, pero entiendo el que lo disfruta y a falta de pan…
Yo me fui a casa contento y más que satisfecho de haber pasado una jornada de diez con amigos y compañeros de diez; y muy contento de que el Atalaya Rock siga funcionando y con tan buena salud otro año más. Desde aquí agradecer como siempre a la organización del festival y el enorme esfuerzo que hacen año tras año. ¡Esperamos veros en la siguiente edición!
Fotos: NachoGS
Crónica: Luis Martin