A principios de mes Whisky Caravan presentó en Alicante su último disco “La Guerra Contra El Resto”, junto a la banda madrileña estuvieron Belona y Loud, completando una noche que JuanF no quiso perderse.

¡Aquí os dejamos la crónica de la cita!

 

 

Llegaba tarde. Lo sabía. Tenía que acelerar el paso si quería llegar a la Sala Marearock a una hora digna para poder ver a la primera banda de la noche. El cartel ponía que la apertura era a las 22:00, pero fue llegar y no haber nadie. Ni músicos. Ni público. Ni puertas abiertas. Se había retrasado la prueba de sonido y los horarios se posponían. No empezaba bien el día, la cena se me había atragantado de haberla comido tan deprisa, pero alegraba saber que tocaba una noche de buena música encabezada por Whisky Caravan. Por fin venían a Alicante.

Igual el día no era el más oportuno. El 9 de noviembre tenía en su calendario el concierto de otros grandes de la escena como La Fuga, el evento gratuito de Patricia Conde y Ángel Martín y las firmas de los concursantes de OT (bueno, este no haría mucha competencia). Todo esto en una ciudad donde no se acostumbra mucho a salir. Alicante disfruta si no se paga. Y así le va. Las bandas locales se llevaron todo el protagonismo que luego perdió el cabeza de cartel, cosa de familiares.

La primera era Belona. Ya les había visto apenas días antes en el Vegan Fest de las Cigarreras, y el descubrimiento había sido gratificante. Son un proyecto joven de rock enérgico y alegre, con una puesta en escena un tanto dispar e improvisada. Suenan muy bien, no tanto como los intentos de chiste por parte del bajista Juanan Martínez, que acabó perdiendo hasta las gafas en un ademán de lanzarlas al público. Pero el concierto fue sobre ruedas. En cuanto podían, los integrantes aprovechaban para saltar del escenario y tocar frente a la gente que se congregaba en las primeras filas.

Parece que al final su EP “No Es Casualidad” triunfó más de lo esperado, y es que se lo curraron. Dio tiempo a presentar al nuevo de la banda, el trompetista Ricky, que acabó soltándose y demostró que el ritmo corre por sus venas. El sonido del instrumento de viento metal les aporta un toque carismático y propio que se desvincula de cualquier otro proyecto que pueda resultar similar. Entre las canciones tocadas destacaron algunas como“Ningún Modo”, “Castillos” o “Srta. Smith”. A pesar de promover la fiesta, también cobraban conciencia con la sentida “Cambio Climático”. En líneas generales, fue un directo que transmitió sentimiento, intensidad y buen rollo. Merece la pena echarles un ojo. Al menos en directo ganan bastante.

Los segundos en pisar el pequeño escenario alicantino eran Loud. Su apuesta se basaba en un indie-rock de sonido electrizante y enérgico. Es por eso que, cuando la energía se pierde, el concierto se cae. Su estilo inglés les llevó a interpretar temas celebérrimos como “Take Me Out” de Franz Ferdinand o “Lonely Boy” de The Black Keys. Fueron las composiciones que más consiguieron despertar a amigos y familiares de la banda, cosa que los temas propios no lograron. Sus canciones piden saltar, bailar y moverse, pero tuvieron poca ración de ello. Es por eso que quedó un concierto descafeinado, con algún punto fuerte pero poca chicha. Me aburrió. Pero no dudo en que los males de hoy sean los fuertes del mañana. Todo se consigue con esfuerzo. A pesar de todo, algún grupo de personas se lo pasó tan bien que acabaron manteando al frontman Pablo Esteve. Este es solo el “Despertar” de Loud.

Y quedaba el plato fuerte. Todo esto era un en aperitivo para disfrutar de los madrileños Whisky Caravan en su primera visita a Alicante. Mis ganas de disfrutar de este concierto aumentaban por momentos. Llegaban desde México, sin Jorge Sidera al bajo y con resquicios de un jet-lag que no se hizo presente.

No se hizo presente porque lo dieron todo sobre el escenario con una puesta en escena digna de las grandes bandas del panorama. Empezar con “La Guerra Contra el Resto” es un claro e intencionado aviso de lo que está por venir. La intensidad se vino abajo cuando fueron saliendo de la sala grupos de personas (probablemente familia de las bandas locales) y quedó un ambiente algo espeso. Pero, sin embargo, en las primeras filas estaban los fans adeptos, que coreaban a pleno pulmón cada uno de los temas del repertorio. Quizá eso motivó a Danny a interactuar con ellos, como símbolo de agradecimiento.

Y sin entrar en detalles, tengo que decir que era lo mejor que veía en mucho tiempo. Rabia, talento y buen rock ‘n roll. Solo se pide eso para, como mínimo, disfrutar de un concierto y sentirlo diferente. Si todos fuesen lo mismo, que aburrido sería. Y grupos como este saben transmitir lo que el público medio quiere ver. Y parte del mérito se lo lleva el propio Danny, un frontman al que no le tiemblan las manos si se tiene que poner al frente de una banda.

Y la noche incluyó temas como “Días de Niebla”, “Aviones” o “Aquí y Ahora”. Cerraron con “Naufragio” y mi cuerpo se quedó con ganas de un bis, de más temas como “Los Presidentes” o “Si Vas A Disparar”. Pero la sensación que Whisky Caravan dejó en Alicante fue muy buena. Firmaron discos, vendieron camisetas y respiraron el fresco aire levantino del puerto. Hay cosas que merecen mucho la pena, y una de ellas es ir a un concierto de los madrileños.

Espero que vuelvan a pisar pronto estos lares. Tampoco hay que desmerecer a Belona y Loud, que se llevaron la máxima expectación de los asistentes. Ya era día 10. Tocaba coger el bus de vuelta. La velada había llegado a su fin.

Crónica y fotos: Juan Fernández