A mitad de septiembre nuestro país recibió a Steven Wilson en dos fechas, Madrid y Barcelona. Hoy nuestro redactor JairoDC nos deja una reflexión sobre el resultado de uno de esos conciertos...
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Antes de nada pido disculpas porque esta no va a ser una crónica de concierto al uso. En primer lugar por la falta de fotos, obligada por el propio Steven, y en segundo lugar porque no me voy a centrar en comentar los aspectos técnicos del concierto y sí voy a hablar más de las sensaciones con las que salí de La Riviera y que, por comentarios con otros asistentes, no fui el único en sentir.
Con el permiso de AC/DC y los grandes conciertos de estadios, la de Steven Wilson era la gira del año. Lo era porque "The raven that refused to sing" acercó la carrera en solitario del músico británico a más público que nunca, porque "Hand cannot erase" ha cosechado innumerables alabanzas y nominaciones a premios y porque esta gira prometía ser una experiencia casi teatral.
Por si estos fuesen pocos ingredientes, las semanas previas al concierto se pudo leer de todo. Que si iba a tocar más de tres horas, que si habría material antiguo de Porcupine tree, setlist diferentes cada noche, temas inéditos, etc, provocando un hype desmesurado que se notó en las horas previas al concierto en las inmediaciones de la sala, donde la cola empezó al mediodía a pesar de que el mal tiempo de Madrid no invitase a estar al aire libre.
Este fue el mayor problema del concierto. Hablaba antes de sensaciones, y la mía fue que vi un grandísimo concierto pero que no consiguió sorprenderme. En esta ocasión, su propio éxito le ha perjudicado.
Dijo Steven durante la actuación que a él no le molestaba que se sacasen fotos, pero que no lo permitía porque era molesto para los espectadores que se esforzaban por ver detrás de la cámara. Cada cuál es libre de creer lo que quiera, pero no parece que fuese esta la única razón cuando las fotos eran perseguidas por la seguridad incluso durante la intro, cuando no había ni un solo músico en el escenario y apenas podíamos ver una pantalla con imágenes de edificios. Quizás y sólo quizás, Steven Wilson quiere evitar que lleguemos a su concierto habiendo visto ya toda la parte visual del mismo, que en esta gira es importantísima. Esto, de por sí, resulta totalmente respetable, pero aquí viene el primer problema: El 13 de Junio, Yahoo emitió en streaming un concierto de la gira americana de "Hand cannot erase". El concierto de Madrid fue, a excepción del segundo bis en el que se añadieron dos temas, una repetición de ese directo tres meses anterior, tanto en setlist como en la forma de presentar los temas, (exceptuando las anécdotas Españolas).
Cuando digo que el concierto no ha sido sorprendente me refiero a esto mismo. De poco sirve que apenas haya dos vídeos filtrados en youtube de toda la gira, cuando al final el espectáculo que ofreces es el mismo que pudimos ver en hd no hace tanto tiempo. Y esto no sería un problema mayor si en el propio facebook del artista no hubiesen colgado vídeos en los que se veían ensayos de "Shemovedon" y un texto en el que se mencionaba lo del setlist distinto cada fecha, sumado además a las supuestas más de tres horas de concierto, que se quedaron en poco más de dos.
Por otra parte, y aunque el nivel técnico del concierto fue excelente, la ausencia de Guthrie Govan y Marco Minnemann se notó, sobre todo en cortes como Regret #9. Y en relación a esto hay que comentar un detalle. Dada la imposibilidad de sacar fotos, la única forma permitida de llevarse un recuerdo físico del concierto era pasar por el puesto de merchandising. Aparte de lo caro del mismo, (desde 10 euros un set de 5 púas a 30 una camiseta), uno de los artículos más destacados era un libro que recoge parte del concepto del disco, en concreto, una selección de los textos y fotos que se pueden ver en handcannoterase.com. Pues bien, este libro, al precio de 15 euros, ni siquiera estaba actualizado para esta parte de la gira, saliendo sólo la primera parte de la gira Europea con Minnemann y Govan en los créditos. Quizás sea un detalle menor, sí, pero no deja de ser curioso tratándose de alguien tan perfeccionista como Wilson.
Acabo. Quizás habría que reflexionar si esta gira se ha promocionado de forma correcta. Es posible que la venta de entradas diga que sí. Sin llegar al lleno, La Riviera tenía un muy buen aspecto, pero se ha creado un hype tan alto por parte de todos los implicados que era prácticamente imposible que el público saliese totalmente convencido, mucho más si las únicas novedades se limitan a "The sound of muzak" y "Open car" que, por otro lado, fueron un excelente añadido.
En resumen, buen concierto, muy bueno, que sin embargo deja cierta sensación agridulce por no sorprender como se esperaba, pero que tampoco importa tanto en el momento, mientras suenan obras cumbres de la discografía de Steven Wilson como "Routine" o "The raven that refused to sing", que cerraba la noche en Madrid.
Texto por JairoDC