Es el tema del momento en la música, más allá de los grandes festivales, más allá del nuevo disco de alguna banda, por encima de quién toca este sábado por 5€ en la sala de aquí al lado... El rockerío está preocupado por un anuncio de cervezas y nosotros no podíamos dejar pasar la ocasión de opinar sobre el tema.

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Escribir este texto me imponía respeto. Hasta que uno de los grandes exponentes del metal nacional, como es Óscar Sancho de Lujuria, opinó y yo no quise ser menos. No soy músico, pero amo la música como el que más. No soy periodista, pero pongo la misma pasión en escribir como el mejor. Así que, que nadie me diga que no sé de lo que hablo, porque sí lo sé.

Resulta que una marca de cervezas saca un anuncio en el que un grupo de música rock es pagado en cervezas y saltó la indignación del gremio de músicos.
Pagar a un músico en especie es indignante. También a un informático, a un jardinero y a un reponedor de un supermercado. Pero pasa. Y la culpa de que pase la tiene el músico (y el informático, el jardinero y el reponedor del supermercado). He visto a músicos aceptar condiciones de risa (y al informático, al jardinero y al reponedor). Pero hoy nos centraremos en los músicos:

Tocar por cerveza no es nuevo. Tampoco tocar gratis o pagar por tocar. Pero ahí no hay indignación. Ahí hay un conformismo porque queremos tocar, es nuestro sueño y disfrutamos. Casualmente, estos músicos son los mismos que piden favores a sus amigos por unas cañas (o nada): necesito un logo, unas fotos o que me compres el disco (esto último es mentira, porque nadie me ha pedido que le compre su disco).

Estamos en época de festivales y veremos cientos de actuaciones maravillosas. Y también nos perderemos cientos de actuaciones porque tocarán a horarios imposibles. Justo después de comer, o justo antes de amanecer. Yo no sé a esos músicos qué les parece, pero a mí me parece una falta de respeto hacia el músico y hacia el aficionado. Sé que hay grupos que rechazan esas condiciones, pero también sé que hay algunos que las han aceptado.

Resulta que hay una cosa que se han inventado en cierto sector que se llama “gastso de gestión” a la hora de vender entradas y que afecta a músicos y aficionados. Pero se sigue contando con estas plataformas que cobran estos gastos de gestión sin indignación.

Para colmo, un grupo vino hace poco a decirme que la culpa de la crisis musical es de los medios de comunicación. ¿De qué medio? Porque no creo que The Drinktim tenga culpa de nada. Y sigo buscando ese grupo o ese músico que me diga “la culpa es de los músicos”. Porque lo es. Igual que el informático tiene la culpa de las condiciones de su trabajo, y el jardinero y el reponedor. Porque es el que acepta las condiciones indignantes. Porque estoy cansado de ver cómo el último grupo que toca está tomando cañas en el bar de al lado, mientras sus compañeros de escenario (los que tocan antes) están dejándose el lomo frente a quince personas.

Pues esta vez os habéis colado. Porque en este caso, el anuncio lo que hace es daros esa visibilidad que tanto reclamáis los rockeros. Y si queréis hacer boicot a esta empresa, por qué no nos lo replanteamos y hacemos boicot a los que verdaderamente controlan nuestro bienestar. Que no es ninguna marca privada, precisamente.

Así que, por mi parte, os jodéis.

 

Texto por nonamed