Lunes, un buen día para que suene Whitesnake. Más aún si se trata de su reciente “The Purple Album” en el que la banda repasa algunos de los mejores temas de Deep Purple.

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En 1973 la continuidad de una de las bandas más grandes de hard tock de todos los tiempos, los míticos Deep Purple, se vio seriamente en peligro tras una serie de conflictos internos en el seno del grupo, que dio como resultado final la marcha de su mítico vocalista Ian Gillan y del bajista Roger Glover. Ante esta situación, el genio de Richie Blackmore, líder en solitario ya de la banda, tuvo total libertad para dar rienda suelta a sus ideas y su primera decisión fue que, a partir de ese momento, Deep Purple tendrían dos cantantes.

Cuando todo el mundo pensaba que las bajas de Glover y sobretodo de Gillan habían herido de muerte a Deep Purple, la mente del genial hombre de negro logró matar dos pájaros de un tiro:

-Primero, renovando la formación de la banda con la contratación del extraordinario Glenn Hughes al bajo y como voz secundaria y acertar; además de pleno, con el fichaje de un todavía semidesconocido David Coverdale para el puesto de cantante principal.

-Y segundo, conseguía dar un giro de timón a la escena aportando la gran novedad del uso de dos grandes voces en una misma banda. Todo un acierto.

Así es como comenzaba la nueva etapa de los ingleses, el llamado Mk III (Blackmore, Coverdale, Hughes, Lord y Paice). Con esta formación Deep Purple graban dos álbumes: “Burn” y “Stormbringer”. Sin ninguna duda dos grandes discos, pero donde la orientación musical de la banda, sin dejar de lado el hard rock, derivaba poco a poco hacia ritmos que bebían más del nlues, del soul e incluso del funk, cosa que no acababa de agradar a un Richie Blackmore, que empezaba a planear un futuro fuera de Deep Purple, un futuro llamado Rainbow que propició la salida del hombre de negro del seno de la banda en 1975.

Así fue como tan sólo 2 años después, la continuidad de Deep Purple volvía a estar seriamente en peligro. Sin Gillan, sin Glover y ahora sin Blackmore nadie apostaba por un nuevo disco de los Purple pero ante la sorpresa de muchos, Coverdale, Hughes, Lord y Paice publicaron “Come Taste The Band”, con un joven Tommy Bolin a las 6 cuerdas, formando el llamado Mk IV. A pesar del talento y la calidad de todos los músicos, el sonido característico de la banda había quedado atrás y con él también sus años de gloria. Comenzaba el principio del fin, un fin que llegó en 1976.

Dos años después nacía Whitesnake.

Después de haber vuelto a la primera línea de parrilla gracias sobre todo a domuy buenos trabajos como fueron “Good To Be Bad” y “Forevermore”, el bueno de David Coverdale y sus renovados Whitesnake nos sorprenden ahora con “The Purple Album”, un disco donde recupera los temas más emblemáticos, casi tres décadas después, de aquella época en la que grabó tres discos bajo las siglas de Deep Purple.

Los motivos de esta nueva revisión sólo Coverdale los sabe, pero puede que la falta de creatividad del grupo tras la salida del gran Doug Aldrich de la banda tenga algo que ver, o quizá quieran rendirle un homenaje al tristemente desaparecido Jon Lord; incluso podría ser un último intento de reclutar al gran Richie Blackmore a filas, la razón realmente es lo de menos porque al final lo que verdaderamente cuenta es el resultado, y en esta ocasión, casi es de sobresaliente.

Bajo una portada más que explícita, nos encontramos la regrabación de 13 temas (2 más en su edición Deluxe) de la mano de unos nuevos Whitesnake, con Joel Hoekstra a la guitarra,que repasan con acierto los éxitos más emblemáticos de los 3 discos de Deep Purple a los que Coverdale y Hughes pusieron sus voces: “Burn”, “Stormbringer” y “Come Taste The Band”.

No veo la necesidad de hacer un tema a tema de este disco, ya que las canciones son de sobra conocidas por cualquier seguidor de Deep Purple, de Whitesnake o del hard rock en general. Volver a escuchar obras maestras como “Mistreated” o “Soldier of Fortune“ siempre es una delicia, y se agredece y mucho más en este caso, ya que todo el disco desprende respeto y calidad, notándose que han querido cuidar hasta el más mínimo detalle para que este trabajo lograra ser lo que finalmente es: un maravilloso legado.

No soy amigo de regrabaciones ya que suelen demostrar falta de inspiración y los resultados nunca superan al original, pero en este caso sí me parece todo un acierto del bueno de Coverdale sacarse de la manga este trabajo para recordar una época un tanto olvidada que, eso sí, ahora le tocará defender en directo, y ahí, es donde David demuestra una vez más que de tonto no tiene un pelo; y sabiendo lo maltratada que está hoy en día su voz, ha fichado al enorme cantante italiano Michele Luppi, que bajo la tapadera de teclista, hará de segunda voz al igual que hace 30 años las hacía un bajista llamado Glenn Hughes. Una vez más, qué grande eres Coverdale.

 

Whitesnake son:

David Coverdale: Voz
Tommy Aldridge: Batería
Joel Hoekstra: Guitarra
Reb Beach: Guitarra
Michael Devin: Bajo
Michele Luppi: Teclados

 

Tracklist:

1. Burn
2. You Fool No One (interpolating Itchy Fingers)
3. Love Child
4. Sail Away
5. The Gypsy
6. Lady Double Dealer
7. Mistreated
8. Holy Man
9. Might Just Take Your Life
10. You Keep On Moving
11. Soldier Of Fortune
12. Lay Down Stay Down
13. Stormbringer

Deluxe edition bonus tracks:

14. Lady Luck
15. Comin’ Home

 

Nota: 8’5/10

Review realizada por Morly