Desde Valencia "Deeper, Darker", el nuevo disco de la banda de metal progresivo The Third Grade. Un trabajo que hoy nos presenta nuestra más reciente incorporación, Nui.

¿A qué esperas para descubrir este álbum?

 

 

El movimiento del "progressive" dio lugar hace ya mucho tiempo, en un época dorada de la música en donde todo era fresco y la inspiración era el don que parecía poseer cada grupo nuevo. Estamos hablando de los 60 y del género predilecto que sonaba por aquel momento, el rock.
Catalogado como pretencioso, el progressive se retiró para su descanso en los 70 pero en los 90 ocurrieron dos hechos importantísimos: uno fue el revival que disfrutó de nuevo en el panorama rockero y otra fue la fusión permanente que se produjo entre este y el metal. En la actualidad, multitud de bandas afinan sus instrumentos y dejan rienda suelta a su pasión, vinculando su talento a la composición progresiva, siendo una de ellas la cual vamos a tratar a continuación.

The Third Grade es un cuarteto valenciano cuyas andanzas se remontan al 2012, año en el que se estrenaron con su primer álbum de larga duración, al cual siguieron numerosos trabajos pequeños (Eps y singles) hasta que llegó “Deeper, Darker”, un trabajo que pretende igualar la seriedad y el esfuerzo que había detrás de del primer disco homónimo.

“The Call of Kharon” inicia este nuevo lanzamiento con un enfoque misterioso y mágico, de verdadero atractivo canalizado en apenas un único minuto de duración. La introducción promete y calienta las expectativas apagadas de cualquier oyente espontáneo que ofrezca su oído a la expresión musical de los valencianos.

Con “Closer” la familiarización con el metal se muestra clara y cristalina, pesando sobre la partitura una potente influencia del metal sinfónico, aunque este no termina por ser el verdadero ingrediente fundamental de la oferta, apareciendo como premisa pero desapareciendo en el desarrollo. Por otro lado, los elementos que irán surgiendo sí que adquieren una presencia estable.

El piano electrónico, el instrumento que más contraste provoca, se mantiene firme a su convicción siendo sus notas agudas y estridentes, aferrado a un ritmo tranquilo que no pretende emular en ningún momento al piano del power metal pero sí que se transforma (de manera muy esporádica) en su ancestro de los años 60/70.

Respecto a la instrumentación básica del metal también podemos percibir esa falta de velocidad e intensidad que se postula en el piano, quedando en evidencia que la tendencia de la banda no gira en ningún momento por la misma vía que lo hace el extreme progressive metal. Aquí los temas son mucho más clásicos, enfocados en una sonoridad que primó en los orígenes del estilo y abrazando con determinación las raíces rock. No se escucha una batería desquiciada por el blast beat, ni ensordecedora con su uso enfermizo de la caja, es más bien una batería relajada que procura dar acompañamiento y marcar el ritmo sin querer acaparar protagonismo. ¡Ojo! Que no se me malinterprete, esto último no significa que pase desapercibida sino que no comparte la visión brutal del metal actual.

Las guitarras van a la par de la batería pero son bastante más disfrutables, exprimiendo un juego de velocidades destacable, calentando las cuerdas con buenos solos y más abiertas en las influencias. El bajo interpreta en una muy pequeña escala una faceta jazz en alguna que otra canción y su línea a lo largo del disco es muy buena, aprovechando la falta de colapso rítmico.

El apartado vocal no es del todo memorable. Si bien el combo producido entre Sol y Jose se mantiene con un matizado equilibrio, en el que ninguna voz es colapsada por su compañera, resulta inevitable afirmar que a ambos les falta un pelín de gancho. Mientras que la afinación de Jose es la adecuada su timbre no logra impactar con la suficiente contundencia y carece de distinción frente a cualquier otro vocalista de canto limpio. El momento más memorable de su actuación la podemos encontrar en “Snowfall” gracias a sus atrevidos agudos al estilo heavy metal. Sol también peca en este mismo sentido, sus altos registros están bien ejecutados pero no sobresalen en un mercado lleno de contrincantes femeninas. Aparte de las voces principales podemos encontrarnos con aportaciones corales, oídas en la canción “Phoenix”, formándose aquel podio de voces claras que de manera recurrente se puede observar en el power, siendo resultón y llamativo; y también está el inesperado uso de guturales en la canción “Triangle”, lamentablemente estos últimos están muy mal llevados, con una rabia superflua e incorporados sin sentido en un tema en el que todo sobresale por encima de ellos.

De principio a fin “Deeper, Darker” consiste en un oferta melodiosa que se esfuerza en ser valiente y decidida, haciendo caso omiso de lo que está de moda en la demanda del progressive. Esto no acarrea ningún tipo de problema si no fuera por un importantísimo detalle, toda la obra es demasiado plana. Como bien he explicado, los componentes pueden presumir de haber ejercido su papel correctamente, pero pese a ello todo este trabajo sufre por la dura condición del progressive, el ser original. Poco importa lo bien que suene la composición si en resumidas cuentas los estilos que podemos percibir se reducen a escasas palabras. El ser pícaro, el ser revoltoso e indómito son dogmas primordiales en este género y ninguna de estas peculiares virtudes coexisten con lo que plantea The Third Grade. Obviamente, no podemos sepultar todo aquello que nos ofrecen, ni mucho menos, no hay que ser alarmistas; pero es una pena que no se potencie el talante que demuestran tener por esas vías.

“¿Deeper Darker” suena bien? Sí, desde luego, pero le falta mucho para ser memorable.

 

Tracklist:

1 - The Call of Kharon
2 - Closer
3 - Blanket
4 - Phoenix
5 - Memories
6 - Triangle
7 - Snowfall
8 - Long Road Home

 

The Third Grade son:

Daniel Castillo - Bajo, piano, voz (coros)
Rafa Sáez - Batería
Jose Masiá – Guitarras, voz, piano
Sol Yamil - Voz

 

Nota: 7/10

Review realizada por Nui