Nuestro "Disco de la Semana" lleva en esta ocasión un nombre clave en el rock patrio, Robe. Y es que el líder de Extremoduro editó recientemente su segundo álbum en solitario titulado “Destrozares (Canciones para el Final de los Tiempos)” y con él ha enamorado a nuestro redactor nonamed.

¿Quieres saber por qué?

 

 

Tengo que reconocer, antes de nada, que los “nuevos” Extremoduro y por ende su cantante, me fascinan. Creo que Robe (o sus composiciones) han ganado en madurez y variedad. Casi por sorpresa, ha publicado su segundo disco en solitario, que presenta con un videoclip al más puro estilo Buñuel. “Destrozares” se grabó en los estudios MuxikOn por Íñigo Etxebarrieta “Pitu” y en los estudios Small Room y 360 Global Media por José Luis Crespo y sale publicado de nuevo por El Dromedario Records.

Todo comienza con “Hoy al mundo renuncio” un tema plagado de texturas musicales (en general como todo el disco) y multitud de instrumentación. La producción ya podemos ver que es bastante buena. El contraste entre melodías alegres y positivas, y letra pesimista también va a ser una costumbre durante todo el disco. “El cielo cambió de forma” sabe a flamenco, a esa multiculturidad, a esa variedad musical que nos ofrece Robe. Pero también sabe a folk, a canción española y a multitud de cosas que parecen una macedonia.
Ese sabor tiene también “Querré lo prohibido” y “Cartas de Gaia” y… en fin, la riqueza de Robe es impresionante. Pero además las voces de toda la banda hacen que aprecies aún más esa apertura cultural. Llenas de vientos, de violines, de pianos, de cuerdas y de ilusión. La letra de “Del tiempo perdido” es un canto de esperanza, simplemente lo que necesito es tiempo para ser cualquier cosa. Pero si hay un tema bueno es el single que presenta el disco.

“Por encima del bien y del mal” es un auténtico bombazo compositivo. De los que te ponen los pelos como escarpias. Y no sólo el tema, sino el videoclip que lo acompaña. Es un tema de escucha obligatoria. Y qué decir de “Donde se rompen las olas”, que asemeja a una dulce nana donde cada instrumento está puesto justo en el momento preciso engranando toda la máquina. No sé si “Puta humanidad” me dan ganas de bailar o ganas de llorar. Un tema bailable, pero lleno de crudeza y realidad en la letra. Y quizás eso sea lo más fuerte, saber que la letra es totalmente real. La más pura melancolía llega con la penúltima canción del disco. No sin razón se titula “La canción más triste”, donde el trabajo de los violines hacen una auténtica montaña rusa de emociones. La letra también acompaña. Una letra que suena a despedida. Todo termina con “Destrozares” que te deja con mal cuerpo y no porque sea un mal tema precisamente, sino por lo realista de lo tratado.

Después de escuchar “Destrozares (Canciones para el Final de los Tiempos)” tengo que ir a tomar un descanso. Sentarme y analizar qué es lo que he escuchado, porque lo que Robe ha hecho es una obra maestra del arte. Cada vez que se aleja un poco más de los míticos Extremoduro gana diez puntos. Tristeza, crudeza, realidad… todos los sentimientos posibles para todos los matices musicales posibles. Por favor, que nadie deje de escuchar al menos el single de presentación, porque sin duda estamos ante uno de los mejores discos de lo que va de década. A mí me ha encandilado.

 

Tracklist:

1 – Hoy al mundo renuncio
2 – El cielo cambió de forma
3 – Querré lo prohibido
4 – Cartas de Gaia
5 – Del tiempo perdido
6 – Por encima del bien y del mal
7 – Donde se rompen las olas
8 – Puta humanidad
9 – La canción más triste
10 - Destrozares

 

Robe son:

Carlitos Perez: violín y voces
David Lerman: Bajo, saxo, clarinete y voces
Alber Fuentes: Batería y voces
Lorenzo González: Voz
Álvaro Rodríguez Barroso: Piano, teclado y acordeón
Robe: Canciones, voz y guitarra

 

Nota: 9.5/10

Review realizada por nonamed.