Dicen que a la tercera va la vencida, eso les ha pasado a Kaxta con su tercer álbum. "Centro de intoxicación" es la consolidación de la banda y nuestro "Disco de la Semana".

¡Descúbre el análisis de Miriam a continuación!

 

Es cierto eso de que a la tercera va la vencida, que todo grupo relativamente joven logra consolidarse con la publicación del tercer disco y que es precisamente en él donde encuentran el sonido que le caracterizará para los próximos. En esta ocasión Kaxta logra solidificarse en el panorama patrio de la mano del nuevo sello Rock Estatal Records, que parece estar llevándose consigo a lo mejorcito del, nunca mejor dicho, rock estatal. “Centro de intoxicación” es eso, un ejemplo de las buenas formas de hacer este género musical en España.

“Dentro de mí” es la encargada de abrir el trabajo de tan solo nueve canciones. Es indudablemente buena e incita a continuar con la escucha del disco, pero tiene un leve defecto. Se trata de una mezcla entre la maestría musical de Alén, Kolibrí y el Piñas de Marea con la voz y letras de Robe Iniesta de Extremoduro. “Nada me para” continúa en esta misma línea pero se convierte en una de las canciones más esperadas de cara a un concierto de la banda. Es el tema perfecto para demostrar el huracán de sonidos y los perfectos solos de guitarra. Estamos aún por el segundo tema pero, ¡qué discazo se avecina!

El single elegido para promocionar el disco era “Explosión” y no se me ocurre mejor elección. Más de medio minuto de instrumental preceden a la voz de un Isidoro que sabe compaginarse tan bien con la base melódica que, como bien dicen ellos, “me quito el sombrero”. Quizá se trate del tema más Robe Iniesta de todos. Tras él, “Corazón” llega con una calma relativa para desarrollar una garra que consigue que la adrenalina de un hipotético directo no decaiga, solamente entre en pause para disfrutar de una buena canción. “Malos Pelos” juega con los tempos y los maneja a su antojo para llevarte exactamente al punto que ellos quieren y vaya si lo consiguen. Una crítica social hecha a base de golpes certeros en las conciencias tanto individuales como colectivas. “¿No ves que construimos nuestra propia celda?”.

La India se vuelve un paraíso más cercano gracias a las colaboraciones de Manué Pérez y Feli Carrasco en “Jícaras de chocolate”, un corte que parece romper con la tónica general para volver a su más pura esencia entremezclada con sonidos exóticos, todo ello con una de las mejores letras del trabajo. La homónima del disco, “Centro de Intoxicación”, trae consigo un inicio entre susurros que incitan a la locura. Guitarras desgarradas y letra Extremoduriana, una vez más, pero llegadas estas alturas y demostrada su buena praxis rockera se les perdona cualquier pecado.

El dúo final se inicia con “Efímero”, un tema redondo se mire por donde se mire. Directo, sincero, apuñalamiento social de la mano de una perfecta ejecución musical y esa voz ronca que por momentos suena a grito de auxilio. Pero probablemente la mejor canción de todas se la hayan guardado para el final, y es que “Entre cuatro paredes” no puede estar ni mejor hecha ni mejor ejecutada. Con canciones así da muchísima pena que el disco se haya acabado.

No es delito adquirir influencias de dos grandes nombres del panorama, pero quizá convertirse en el hermanito pequeño de Extremoduro sea un lastre que quizá injustamente arrastrarán por una temporada. Dejando esto a un lado, Kaxta ha logrado un disco redondo con “Centro de intoxicación”, un disco con los temas adecuados y que seguramente irá directo al porta CD de cualquier coche como calentamiento para un concierto. No se me ocurre mejor premio.

Katxa son:

Kike Fernández – Batería
Juan Carlos Preciado – Bajo
Rafa Rodríguez – Guitarra
Javi López – Guitarra
Isidoro Gil – Guitarra y voz

 

Tracklist:

1.Dentro de mí
2.Nada me para
3.Explosión
4.Corazón
5.Malos pelos
6.Jícaras de chocolate
7.Centro de intoxicación
8.Efímero
9.Entre cuatro paredes

 

Nota: 9’75/10

Review realizada por Miriam