El pasado mes de abril Rockestatal Records publicaba "Grog O'Clock", el disco debut de la banda sevillana The Groggy Dogs. Un prometedor primer disco repleto de punk, folk celta, metal, melodías celtas tradicionales y antiguas canciones de mar que ha encandilado a nuestro redactor Juan Fernández.

¿A qué esperáis para descubrirlo?

 

No son Alestorm ni tienen intención de serlo. No buscan ser imitaciones sino marcar su propia senda con un sello de calidad que bien vale un tesoro. The Groggy Dogs es una banda procedente de Sevilla que vio en los escombros del confinamiento una oportunidad para zarpar al mar de la industria musical con una propuesta diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. El Capitán del barco, Mauro, decidió afianzar su tripulación con la incorporación del bucanero Seba Santa Cruz al acordeón, del cocinero Carlos Ghirlanda al bajo, de la vudú Fátima Caballero al violín y del muerto Lucas Hidalgo a la batería. Juntos, crearon un grupo de esencia pirata que fusiona guitarras de sonido festivo y melodías muy cercanas al ska más celta.

Las canciones de mar y las melodías tradicionales celtas han conseguido marcar la esencia de una banda que ha conseguido en tiempo récord algo que muchos otros grupos no han conseguido lograr a lo largo de sus largas carreras: personalidad propia. Y es que su sonido contundente hace que cada canción sea un himno digno de ser cantado con ron en mano y parche en el ojo. Las letras en inglés aportan el lado más estético en un estilo para el que me cuesta escucharlo con letras en castellano. Un aspecto importante que es digno de mención y con el que todo el mundo parece coincidir es la diversión que transmiten. Tienen un potencial increíble para hacer mover el cuerpo y balbucear estribillos que aún no han dado tiempo para ser aprendidos (cosas del idioma).

Fuera bromas, la bandera negra con la calavera y los huesos entrecruzados se iza para presentar a una banda que tiene todas las de ganar en un mar lleno de propuestas musicales diferentes. A lo largo de todo el trabajo, “Grog O’ Clock” demuestra ser un disco debut a la altura de las expectativas. Algo importante que marca la diferencia, y que hay que tener muy en cuenta, es la gran labor que toda la banda hace para dar protagonismo a cada uno de los componentes de la tripulación. En poco más de media hora, The Groggy Dogs se presentan al respetable con melodías fáciles de seguir e instrumentales de alto calibre que tienen como principal vencedora a la violinista Fátima Caballero (alias “La Vudú”). Personalmente, creo que la tarea de hacer los solos de las canciones le sienta como anillo al dedo, algo que suma un punto más a la sorpresa de esta banda que tiene las cosas muy claras a lo largo de estas ocho canciones llenas de brillo.

Abren fuego con un acordeón varado en medio del puente. Las olas, meciéndose en el mar para aportar el grado de ambientación indispensable, dan paso a una melodía más que conocida por todos que da entrada a las hazañas que se vendrán tras esta gran intro “The Roaring Seas”. No necesitan vocalista para que su canción sea un auténtico bastión de sentimientos, pero que simplemente sirve de brújula que marca la ruta hacia el tesoro que nos encontraremos dentro de este álbum. “Ten Thousand Miles Away” presenta oficialmente las intenciones de la banda, trasladando viejas canciones en buen metal pirata alegre y efusivo. Fue el primer tema que escuché de The Groggy Dogs debido a su videoclip y fue el que me animó a proceder con esta crítica tan favorable que estoy orgulloso de escribir.

Siguen con “All for Me Grog”, tema alegre y festivo que marca una línea editorial de jolgorio y fiesta al estilo pirata que será un auténtico puntazo en garitos rockeros cuando el bicho invisible haya desaparecido completamente de nuestras vidas. Tienen una capacidad única para crear himnos a su medida y eso es de alabar. Y siguen esta senda en “The Wise Grog”, donde vuelven a no depender de la voz para hacer un tema instrumental que funciona a la perfección como cualquier otro. Qué bueno es tener violín y acordeón en la banda, te permite infinidad de posibilidades si sabes aprovechar bien las oportunidades que te brindan dichos instrumentos. Eso sí, que nadie se asuste. También tienen tiempo para ponerse cañeros con temas como “Drunken Sailor”, donde la contundencia de batería y guitarra se hacen presentes con destellos interesantes que dejan entrever la fuerza del bajo del cocinero Charlie.

Se va acercando el final de la travesía y “The Coast of High Barbary” viene directo a medio camino entre la fuerza y la diversión. Siendo el primer tema que salió de la banda, creo que es el que menos me llega a atrapar partiendo de que sigue siendo una gran canció. En los tres cuartos del track, coincidiendo con el solo de violín, mejora con creces y se mantiene con la misma tonalidad hasta el final del tema. Siguiendo la pista, “Botany Bay” es el subidón de energía que necesitamos, entremezclando partes eléctricas con compases acústicos que mantienen la misma garra en todo momento. Imposible no bailar con la cabeza, con los hombros o con los pies. Y nos sueltan al vacío con la pieza instrumental más bizarra de todo el disco. En “Last Night’s Grog” ya se ha descuadrado todo, la locura llega a niveles insospechados y solo queda disfrutar cuatro minutos y medio de pura efusividad. Los cambios de ritmo marcan la gran despedida de un disco que es una auténtica reliquia y de la que estoy seguro de que gran parte del público sabrá apreciar y sacar sus propias conclusiones. Todas positivas.

Es increíble que algo así sea el disco presentación de una banda con menos de un año de vida (contando el día de grabación). Para un aficionado del pirate metal, este disco es una delicia que no se puede perder por nada del mundo. La música tradicional celta se junta con unas ganas de querer abordar cualquier mente que se ponga por el camino. Y lo consiguen, porque desde principio a fin hipnotizan el cuerpo de todo oyente cual encantador de serpientes. The Groggy Dogs amarra su barco y bajan a tierra para enseñar, de tú a tú, una propuesta que tiene fuerza para mantenerse a flote por mucho tiempo en la escena nacional.

 

The Groggy Dogs son:

El Capitán (Mauro) – Voz y guitarra
La Vudú (Fátima Caballero) - Violín
El Cocinero (Carlos Ghirlanda) - Bajo
El Bucanero (Seba Santa Cruz) - Acordeón
El Muerto (Lucas Hidalgo) - Batería

 

Tracklist:

1 - The Roaring Seas
2 - Ten Thousand Miles Away
3 - All For Me Grog
4 - The Wise Grog
5 - Drunken Sailor
6 - The Coast of High Barbary
7 - Botany Bay
8 - Last Night’s Grog


Nota: 9/10

Review realizada por Juan Fernández