El pasado sábado día once se celebró en Barcelona la segunda edición del Be Prog! My Friend, un festival repleto de grandes nombres del prog. Katatonia, Riverside, Devin Townsend Project, Leprous, Meshuggah...

¿Creíais que nos lo íbamos a perder?

 

 

El año pasado ya se os habló largo y tendido sobre la primera edición del Be Prog! My Friend y este año no iba a ser menos. Repitiendo localización (y lamentablemente repitiendo también caluroso tiempo), la segunda edición del festival volvió a tener lugar en el emblemático Poble Espanyol de la ciudad condal. Y, aunque no quiero adelantarme a los hechos, he de decir que quizás deberían plantearse algún tipo de cambio que evite tener que decirle adiós a tan bello lugar. Uno –o más bien el único—de los errores que se destacó en su estreno el año pasado, fue el mal sonido que reinó en mayor parte de la edición. Este año ese aspecto ha mejorado considerablemente y salvo algún que otro fallo técnico durante las actuaciones de Messenger y Meshuggah (hechos que fueron totalmente ajenos al equipo de la organización), todo transcurrió con normalidad salvo el pequeño detalle del volumen. Si bien el nivel del mismo fue el idóneo para disfrutar de la actuación de Camel, a Devin Townsend, por ejemplo, le faltó potencia. No obstante, todo esto no dejan de ser minucias al compararlas ante semejante cartel y es que el sábado fue uno de los días más felices del año para muchos.

Al turrón. Riverside fueron los encargados de cortar la cinta e inaugurar la presente edición. Bajo un sol que era capaz de derretir el mismísimo Polo Norte, los polacos se desenvolvieron con una soltura y una entrega que pareciera que llevasen toda la vida tocando en el Poble Espanyol. Empezaron con un tema de su próximo disco Love, Fear and the Time Machine seguida de “Feel Like Falling” de su anterior retoño. “Hyperactive” caldeó aún más las temperaturas pues es uno de los temas que más gustan al público del Anno High Definition. El piano y la encantadora voz de Mariusz Duda abrían el siguiente tema y a mí se me iba la cabeza. Para nada me esperaba que se decidieran por tocar “Conceiving You”, sin duda mi corte favorito de los polacos y uno que contenta a todos. Y si encima luego nos regalan “02 Panic Room” y “Hegoist Hedonist” no tengo más que buenas palabras para ellos. Parece mentira que esto no hubiese hecho más que empezar y ya hubiéramos gozado de tamaña actuación. Sin duda, una de mis bandas favoritas del género y que nunca defrauda en directo. ¡Contando los días para verlos en noviembre!

Y con el listón elevadísmo que habían dejado los polacos, les tocaba a Messenger recoger el testigo y ser los primeros en pisar el segundo escenario del Poble Espanyol. ¿Y cuál era ese segundo escenario? Ni más ni menos que el templete. Muy bonito, sonaba aún mejor pero… poco práctico. Encima los ingleses tuvieron algún que otro problema técnico que hizo ensombrecer su actuación. Apenas tenían media hora para convencer al público español, por primera vez, de lo que son capaces como banda y preveo que no fue suficiente. Al menos “Somniloquist” fue tremenda pese a lo accidentado de su inicio. Esperemos volver a ver al quinteto muy pronto por nuestro país, ya que en condiciones óptimas (tal y como pasó en su pasada gira con Katatonia) tienen mucho que ofrecer.

De vuelta al escenario principal para recibir, también por primera vez, a una leyenda viva del metal extremo. Ni más ni menos que Ihsahn, líder de los míticos Emperor, estaba en Barcelona para presentarnos su nuevo line-up. Los que ya hemos disfrutado del noruego en alguna ocasión, estamos acostumbrados a verle rodeado de músicos de una calidad como la de Leprous y estando yo en ese grupo, se me hizo bastante raro verle prescindir de ellos (aunque sabemos que no ha tenido más remedio ya que cada vez era más difícil cuadrar agendas). Al menos a la batería continuaba Tobias, uno de los baterías más jóvenes y talentosos del panorama actual. Así bien, contábamos con un guitarra y teclista nuevos, a los que le falta bastante rodaje –impagable el momento en que el guitarra parecía estar esperando la aprobación de Ihsahn durante el espectáculo—y adquirir más tablas sobre el escenario. Del setlist del noruego prefiero no hablar mucho, pues me pongo personal y no puedo obviar el pequeño detalle de olvidarse de sus inicios y no tocar nada ni de The Adversary ni del Angl. ¡Ni siquiera “Unhealer”! Ojo, entiendo que deba centrarse en sus nuevas obras, pero ya que era la primera vez que pisaba la ciudad condal, bien podría haberse estirado un poco… Al menos debo reconocerle que la melosa “Pulse” me cautivó desde el primer instante y que nunca está de más escuchar “Frozen Lakes on Mars”. Repertorio aparte, lo mismo que pasa siempre con los directos de Ihsahn, parece que le falta chispa –esa chispa que si tuvo en los directos con Emperor—y la verdad es que no traer bajista no ayudó. Pese a todo ello, un placer tener a este hombre por estos lares. No me quiero ni imaginar lo que debe haber costado arrastrarlo hasta este rincón. ¿Volveremos a verle pronto?

De nuevo en el templete para la actuación de Haken. Muchas ganas les tenía yo a estos ingleses y el caso es que al final me supieron a poco. Ross Jennings cayó bastante simpático y ofreció un show bastante movidito, pero su voz no acabó de convencerme en directo. Lo que si me convenció fue su repertorio, especialmente con “In Memoriam” de su último álbum e “Insomnia” del Visions. Quizás fuese que no acabé de sentirme próxima a su directo y tendré que esperarme en sala para juzgarles definitivamente, pero su concierto en el Be Prog! no se puede decir que fuera memorable. Una pena.

Con el astro sol ya bajando posiciones, Katatonia entraban en escena tras 5 años sin pisar Barcelona. Después del desafortunado incidente del dichoso autobús que hizo que nos quedáramos sin fecha en su última gira, los suecos eran sin duda una de las formaciones más esperadas del cartel. Una pena que haya tenido que ser en horas diurnas, pues sin duda Renkse y compañía se desenvuelven mejor en las sombras. Y aunque las condiciones climáticas no acompañasen su actuación, dieron un muy buen espectáculo y eso que solo se centraron en su discografía del The Great ColdDistance hacia delante –con la gloriosa excepción de “Ghost of theSun” del Viva Emptiness—olvidando joyas como “Teargas” o “Tonight’s Music” por nombrar un par. Hay que mencionar que los suecos tenían la ardua tarea de contentar a un público que llevaba años esperándolos, después de haber cambiado de formación –-perdiendo un valioso miembro como lo era Daniel Liljekvist—y encima dando el primer show de la temporada. Blakkheim y Renkse llevaban ya algunos conciertos a sus espaldas este 2015 junto a Bloodbath y eso hizo que las guitarras sonaran mucho más agresivas que de costumbre. Varios parecieron descontentos con ello, pero la verdad es que a mí no me pareció gran cosa.

Lo que sí me pareció un gran cambio fue la ausencia del mencionado Daniel. A día de hoy sigue sin caberme en la cabeza que otra persona sea el batería de Katatonia y aunque Daniel Moilanen ha salido de respetadas formaciones como lo son Runemagick, lo suyo es el metal underground sueco y no las melodías oscuras de éstos. Y pese a todo ello, yo volví a caer rendida una vez más ante la voz de Renkse y los riffs de Blakkheim. “Increase” fue sin duda la sorpresa del setlist, aunque “Ghost of theSun” acaparó todas las miradas. ¡Y por fin Blakkheim volvía a hacer las guturales en el estribillo! “Day and then the Shade” junto a “The Longest Year” fueron las rescatadas de su Nightisthe New Day y el combo de “My Twin” junto a “Lethean” puso la nota especial del repertorio. Y por supuesto, estando en el mes de julio, “July” no podía faltar como cierre. Sí, no fue el mejor concierto de los suecos, pero sin duda pudieron rellenar el vacío que nos dejaron tras la cancelación de 2012.

Llegaba el turno de una de las actuaciones más especiales de todo el evento: Vincent Cavanagh dando su primer concierto en solitario. Tras su brillante actuación junto al resto de Anathema en el debut del festival, todos nos llevamos una gran alegría al saber que era el elegido para substituir la plaza que había dejado IQ. ¿El resultado? Inmejorable. Vincent derrocha carisma por todos los poros de su piel y sabe cómo meterse a los españoles en el bolsillo. Empezar con “Fragile Dreams” era una apuesta segura y sin duda un tema magnífico para ser interpretado en acústico. Que encima tocase “Deep” del maravilloso Judgement fue un regalo de los dioses. Sobre que interpretara “Mentira” de Manu Chao como cierre aún no estoy muy segura que decir, salvo que hay que tenerlos muy buen puestos para atreverse a algo así. ¿Qué contar sobre Vincent que no se haya dicho ya? Mil gracias por aceptar la invitación de venir a tocar al festival a última hora y dar un show tan cercano y agradable.

Girarse y empezar a destornillarte de risa al ver el ya mítico mix de imágenes previo al concierto de Devin Townsend Project. Si antes hablaba de carisma, Devin Townsend tampoco se queda corto. Es más, deberían actualizar la entrada de la rae de carisma y poner una foto de Devin al lado de la definición. Un genio, sin más. Si a ello le sumamos que llevaba la vida o más sin pasarse por la ciudad –si bien ha estado en otros lugares de la península, Barcelona hacía muchísimos años que ni la olía—la ovación que tuvo en todo momento fue máxima. El repertorio no fue precisamente de mi agrado, pero “Deadhead” y “Supercrush” hicieron que me callase la boca y cayera ante sus pies. Un setlist un tanto extraño y peculiar en la que se echaron en falta muchos temas míticos, dentro de una actuación que no sonó tan bien como hubiésemos querido y aun así podemos decir que el canadiense salió por la puerta grande.

Otros que también salieron por la puerta grande fueron Leprous, siendo estos los primeros en aprovechar como es debido el templete. Su espectáculo lo llenó al completo, dando una actuación enérgica como siempre nos tienen acostumbrados. Einar y compañía se centraron básicamente sus dos últimos álbums, si bien tuvieron el detalle de cerrar con la grandiosa “ForcedEntry” del Bilateral. Sin duda tuvieron uno de los públicos más entregados de todo el evento y es que los noruegos se han ganado su fama a pulso.

De los mastodónticos y míticos Camel poco puedo decir. Respeto muchísimo a esta formación, les debemos muchas de las grandes formaciones que hoy en día más de uno veneramos, pero soy incapaz de disfrutar de su música. El progresivo más clásico no me entra y parece ser que de momento ni un directo de una formación como la de Latimer vaya a cambiar. Eso sí, sonaron de lujo, sencillamente la mejor banda en cuanto a sonido del festival. Sus fans más acérrimos estarían contentísimos también con el repertorio, centrándose en el disco más querido de la banda: Moonmadness.

Y tras la calma un poco de tormenta de la mano de Rémi Gallego y The Algorithm. Sencillamente, a más de uno le voló la cabeza ante el combo de metal junto a electrónica de este dueto. Sin duda una gran elección para recargar pilas tras llevar tantas horas de pie. ¡Y qué bien sonaron! Corto pero intenso.

El festival parecía que ya tocaba a su fin, pero antes teníamos aún uno de los platos fuertes de esta segunda edición: Meshuggah. Un final de fiesta algo desafortunado, más que nada durante toda la primera mitad de su show. Mal sonido y problemas técnicos hicieron que más de uno se planteara marchar a casa antes de que los de Umea terminaran. Afortunadamente, todo se solucionó y Jens Kidman volvió a repartir caña de la buena. “Future Breed Machine” supuso el inicio de la remontada y el que el público se sumiera en una completa locura de golpes y saltos. Después de ello, solo pudieron ir a más. Y si algunos podíamos pensar que cerrar con “In Death – IsLife” y “In Death – Is Death” ya era suficiente, los suecos decidieron que ya iba siendo hora de aplastarnos y darnos un buen mazazo con “Dancers to a Discordant System”. Esperemos que los asistentes decidieran quedarse con la segunda mitad del concierto, porque sencillamente fue espectacular.

Lamentablemente no fui capaz de quedarme a la actuación de Robotporn, si bien tengo entendido que sirvió para resucitar a los más muertos tal y como pasó con The Algorithm horas antes. Finalizaba una segunda edición, una vez más con notable alto y es que pese a lo que se ha comentado al inicio de esta humilde crónica, en pocos lugares encontraremos el buen ambiente que suele reinar durante la celebración del Be Prog! MyFriend. Y si a eso le sumamos un festival con buenas bandas y una bebida a un precio más que razonable, el resultado solo podía ser satisfactorio. Espero que se pueda disfrutar de una tercera edición, aunque de momento podemos conformarnos con el Be Prog! The Madness Day en el que repetirán Riverside junto a Sólstafir, Mono y otras bandas el próximo 1 de noviembre.

Crónica y fotos: Xell