El pasado sábado además de en el Be Prog Be Prog! My Friend 2015, estuvimos en el festival asturiano Rock N' Luarca, en el que disfrutamos de banda de la talla de Barón Rojo, Soldier, Baja California, La Destilería, Gajes del Oficio, Death Keepers, Strikeback, Lethal Vice e Infección. Hoy FelipeSM nos presenta su crónica del evento, acompañada de un centenar de fotos...

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Luarca ha sido durante los últimos años un punto de peregrinación de los fans del rock y el metal en verano. Primero fue el Luarca Metal Fest y este año otro nuevo festival nacía en la villa valdesana, el Rock N’ Luarca.

La fórmula de esta primera edición era bien sencilla, un grupo mítico estatal, otro mítico regional que está volviendo y siete bandas que vienen con ganas de comerse en mundo en sus respectivos estilos. Rock, heavy metal, thrash, punk, hard rock… y todo por menos de 20€.

Pasaban las cinco de la tarde cuando bajo un sol abrasador (un saludo a los meteorólogos asturianos) el recinto abría sus puertas. Situado en las afueras de Luarca, a menos de 1km a pie, el polideportivo municipal Pedro Llera Losada ofrece un emplazamiento de lujo para este tipo de eventos: una pista de fútbol de hormigón y una gran explanada de aparcamiento, cuyo único defecto puede ser la falta de sombras o techos para cobijarse en caso de sol extremo o lluvia.

A las cinco y media arrancaba la jornada con la banda coruñesa Strikeback. Con apenas media hora de actuación disponible y poca presencia de público en el recinto, el quinteto salió a por todas y a mí al menos consiguió convencerme. Capitaneado por su vocalista Liber, el cual ofreció un concierto de altura, y con un buen sonido, el grupo presentó los temas de su “Share your Hate” como “Revolution”, “Supremacy” o “This is Thrash”, además de un tema nuevo llamado “Instadeaht”.
Breve pero intenso show, que puso el listón muy alto de partida. Estos cinco gallegos saben bien a qué juegan.

La segunda banda de la tarde era también gallega y también de thrash. Lethal Vice redondearon el trabajo de sus “compatriotas” con otra media hora en la que aprovecharon para deleitarnos con varios temas de “Thrash Converters” como “Goodles World”, “In Greed We Trust” o “Street Violence”.
Lo suyo fue un buen show, quizás un poco por debajo en líneas generales que el de sus predecesores (para mi gusto), que dejó un gran sabor de boca en los pocos fieles del género que se acercaron al festival. Algo que no importó a la banda de Vigo, que se dejó la piel sobre el escenario, muy activos sus componentes durante todo el concierto.

Dos bandas y dos gratos descubrimientos. Otras dos bandas a tener muy en cuenta para el panorama thrasher.

A continuación nos preparábamos para bajar un poco el ritmo con el rock de Gajes del Oficio. Sin embargo, el grupo asturiano no opinaba igual y salió decidido a arrollar. En esa potente salía, el sonido lastró a la banda ya que los primeros temas sonaron embarullados, poco definidos. Y por si fuera poco, cuando esto se arregló, el micro de la batería comenzó a dar problemas.
Su veloz concierto, en el que el grupo nos presentó cinco temas de su “El Límite de lo Creíble”, como “Resurgir”, “Ocaso” o “Písame”; nos dejó un sabor agridulce. Le faltó suerte al combo con el sonido y algo de dinamismo sobre el escenario para rematar, pero a cambio su propuesta resultó interesante, recordando en ciertos momentos a cierta banda navarra ya extinta que otrora fuera capitaneada por un Duque, algo que siempre es muy positivo.

El power metal ochentero llegó al festival gracias de Death Keepers. La formación catalana bebe directamente de los grandes nombres europeos del género. Capitaneado por un colosal Dey Rus en las labores de frontman, el grupo comenzó a despertar a un público frío durante todo el festival, dejando un gran sabor de boca.
La banda nos ofreció un set list compuesto de temas de su primera referencia discográfica como “Rock n' roll City”, “Wildfire” o “Haven's heaven”, además de un corte nuevo llamado “I will rock all this World”.
Sobresaliente actuación, en la que además de su vocalista, brillaron con luz propia sus dos guitarristas. Sin duda, los fans del género terminaron con una sonrisa de oreja a oreja.

Los ritmos ochenteros continuaron gracias a Baja California y su hard rock melódico en castellano. Sinceramente he de decir que tenía muchas expectativas con el show del cuarteto ovetense y las superó con creces. Y es que si bien su disco peca en ocasiones de falta de potencia, su directo lo compensa desde el primer segundo.
Mientras el recinto se iba llenando, disfrutamos de “Atrápame”, “Es la Hora”, “Hoy toca no Dormir”, “El último Hombre en Pie” y una versión del “Hush” de Deep Purple, aunque seguro que no fui el único en acordarse del inmenso Steve Lee en este tema. Hasta este punto el concierto estaba siendo de notable alto, con el “pero” del carácter más bien estático del grupo (no así de su batería, pues menudo despliegue ofreció). Sin embargo, para el último tema, un medley de “La Cara B del Rock” y “Shout” de The Isley Brothers, el grupo invitó a colaborar a las seis cuerdas a Pablo Sacht, dejando a Manuel Roz libre para desatar el huracán que lleva dentro. Ganó la banda y el resultado fue sobresaliente.

Con un grato sabor de boca recibimos a Infección. Y esta banda sí que salió a por todas, con uno de sus guitarristas tan solo ataviado con un chaleco, dejando nada a la imaginación. Divertidos, viscerales, ofensivos, contestatarios… puro punk, ejecutado por unos músicos de calidad, pues entre risas, temas como “Sexo con Cabras”, “Suicídate” o “Mi Propio Dios”, versiones de Guerrilla Urbana o Parálisis Permanente nos ofrecieron un estupendo concierto.
Pronto tendremos su concierto en las redes, pues la banda grabó íntegramente el show para su posterior publicación, así que poco puedo más decir. Dejaron a su público satisfecho y derrengado de bailar en las primeras filas y al resto del festival con una sonrisa, ya fuese por sus corrosivas letras o por la intromisión de un pollo gigante en el escenario.
Si buscáis “actitud punk” en la red, debería salir una foto de Infección.

Comenzaba el festival a alcanzar su máximo de asistencia cuando Soldier salió a escena. El grupo ovetense tenía ante sí una de esas grandes oportunidades para lucirse y eso fue lo que hizo. Durante unos cincuenta minutos el cuarteto thrasher nos ofreció una buena muestra de sus dos discos. “Stand Your Ground”, “Revolt”, “Warbourne”, “Genital Wert”, “Christoholic” o su versión de “Cowboys From Hell” fueron algunos de los temas elegidos para un show que no tuvo descanso ni concesión alguna. Puro thrash metal sobre las tablas, gracias a una base rítmica que es pura potencia, un Phil que ha crecido como frontman una barbaridad y un Dani al que cualquier escenario se le queda pequeño, el guitar hero del thrash norteño.
Os podría contar muchas cosas del show de Soldier y muchas serían repetidas de otros conciertos de esta gira, pero sin duda la mejor definición de su concierto la escuché el día siguiente del festival: “Soldier parecía que llevasen toda la vida sobre los escenarios”.

El plato fuerte de la noche y por ende del festival era Barón Rojo y así lo hizo saber el público, cuya afluencia llegó a su cota máxima cuando los hermanos De Castro salieron a escena (unas 500 personas). Lo que vino a continuación fueron dos horas de pura historia del heavy rock nacional, repletas de grandes clásicos como “Incomunicación”, “Los Rockeros van al Infierno”, “Con Botas Sucias”, “Siempre Estás Allí”, “Resistiré”, “Hijos de Caín” o “Satánico Plan”, además de algún corte que a buen seguro pilló a más de uno despistadillo, léase “El Rey del Pinball”, “Diosa Razón”, “Invulnerable” o “El Presidente”.
Está claro que treinta y cinco años sobre las tablas no se cumplen por casualidad, pues su show estuvo a gran altura, pero también se ve claro que el paso del tiempo genera algunos déficits en los músicos. En el caso de Barón Rojo éste se acumula principalmente en las labores vocales, los dos hermanos se ayudan en la defensa de los temas, pero el resultado final desluce un poco la magia de los temas. Ese déficit y la extensión del show, dos horas son demasiado para un festival y además terminaron pasando factura a las fuerzas de la banda (o eso parecía desde el público), fueron para mi dos lastres en su actuación, mucho mejor en líneas generales que en pasados shows que yo disfrutara, todo sea dicho.

Y tras Barón Rojo, estampida. Feo gesto de un público que en su mayoría acudió al festival para ver al mítico grupo y gracias a los retrasos pudo ver parte de la actuación de Soldier, pero que no dudó en dejar el recinto antes de que La Destilería arrancase su show. Una situación de la que solo salen vencedores los grupos que están hechos de otra pasta y sí, La Destilería es uno de ellos. Arrancando con un recuerdo a Julian Granados a modo de intro, la banda comandada por el inimitable Fredy Kostia a la voz y en la que militan dos viejos conocidos de esta web como son Dany León y Marco Álvarez, además de Roberto Castro; ofreció un estupendo show. Algo que por otra parte, era lógico y esperable. Sus irreverentes temas como “Dinero”, “Vendetta”, “Secta”, “Matatunos” o “En Fuga” hicieron las delicias de los irreductibles fans que aguantaban pasadas las dos y media de la madrugada en el recinto, justo cuando el cansancio comenzaba a hacer mella.

Así, puso fin el Rock N’ Luarca a su primera edición. Edición que para un servidor tuvo tres nombres propios: Soldier, Baja California y Death Keepers. Y que sirvió a su vez para confirmar que la “escena” son los padres y que el relevo generacional en la música importa poco o nada. Muy poco futuro auguro, cuando con semejante cartel, ideal para descubrir buenas bandas, la mayoría del público acude solo para ver al cabeza del cartel y la presencia de músicos en el evento se reduce a los mismos nombres de casi siempre, mientras el resto del personal llena las redes sociales de comentarios y lecciones maestras sobre el apoyo al rock/metal.

Pero lo importante es, ¿disfrutamos del Rock N’ Luarca? Sí y mucho. Rotundo éxito de esta primera edición, que esperamos tenga continuidad en el tiempo.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es